Capitulo 29

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Capitulo 29

–Chelsea, ¿estas segura qué estas bien? –preguntó Jullie por quinta vez–. En serio te ves terrible. Tu cara parece como si no has dormido bien hace noches. 

No respondí. Literal, no había dormido nada en toda la noche. No sé a a qué horas llegó Jullie en la noche. Lo que sé es que es que tenía miedo de dormir y volver a soñar lo mismo. O algo incluso peor. Así que solo cerré la puerta de mi cuarto y con los audífonos en mis oídos no pude pegar un ojo. 

–estoy bien Jullie, ya te lo dije. –solté. 

Me senté de nuevo en la silla. Jullie soltó una bocanada de aire y se fue a su lugar. La miré con el rabillo del ojo, no le había contado absolutamente nada de mi sueño. Lo recuerdo, y todo en mi interior se mueve y mi estómago se revuelve. No es algo que quiera recordar y por eso no lo cuento. Saqué un espejo pequeño de mi bolsillo y fue cuando me di cuenta que Jullie tenía razón en todo lo que me había dicho. Unas bolsas bajo mis ojos me delataban. Suspiré y guardé el espejo de nuevo.

Escribí algo sin importancia en el buscador, solo quería algo para distraerme. Cristopher no había llegado aún y por lo tanto tenía minutos libres. A cambio de Jullie, Ernesto siempre era puntual. Empecé a ver un canal de noticias en línea. Mi vista se despegó de la pantalla cuando vi a Matt entrar por la puerta. Mi corazón empezó a latir con fuerza y de pronto me sentí mareada. Empecé a escanearlo de pies a cabeza cerciorándome que todo en él estaba en orden. 

Tenía la camisa blanca manga larga. Pantalón de vestir gris y en su brazo llevaba el saco. Se detuvo para saludar a la señora de la limpieza y sonrió. Tal vez era por la conversación, pero sentí como todo el mundo se detenía en su sonrisa. Definitivamente era preciosa. 

–¡Chelsea! –gritó casi en mi oído Jullie. Despegué mis ojos de él y la miré con el ceño fruncido– ¿puedo saber qué es lo que ves tanto?

–ah, yo...yo solo –tartamudeé–¿yo? ¿viendo algo? pff no digas tonterías Jullie. 

Sabía que no me había creído, pero al menos logré que cambiara de tema. 

–como sea... –dijo– supongo que estabas tan atenta que ni siquiera viste a Cooper entrar a su oficina –me levanté rápido de la silla.

–¡ya está aquí! –exclamé. Jullie asintió–. Tengo que llevarle los papeles– arreglé los papeles y maldije por lo baje cuando se me cayó uno. Lo recogí y salí a paso rápido a la oficina de Cristopher.

–¡sigue viendo lo que veías, Chelsea! –gritó Jullie riendo. Puse los ojos en blanco.

–¡preocúpate por tus cosas rizos! –grité de vuelta haciendo que riera mas fuerte.

Al llegar al frente de la puerta de Cristopher la toqué dos veces con los nudillos. La típica frase de "pase" llegó a mis oídos. Giré el picaporte y entré.

–buenos días señor Cooper. –saludé. 

Él se puso de pie y me sonrió. 

Por primera vez. 

No sentí nada.

–¿qué tal tu día Chelsea? –preguntó.

–se hace lo que se puede, señor –respondí–. Estos son los papeles que siempre me pide en la mañana. Y estos, son las cosas a pagar. –busqué mas en mi folder– ah, y estos, son el número de clientes que piden hablar con usted.

Puse todo clasificado en su escritorio. Cristopher asintió y luego me sonrió.

–muy bien. Gracias. –agradeció. Sonreí y di la vuelta para retirarme. Pero Cooper me lo impidió.

–espera un momento –mencionó. Lo miré–. Odio ser tan insistente con esto Chelsea, pero tengo que hacerlo. ¿Ya tienes pareja para la fiesta? déjame recordarte que es mañana. 

Lo sabía. No lo había olvidado. Este era el momento adecuado para decirle que no iría.

–la verdad...creo –me vi interrumpida por que Matt entró a la oficina de Cristopher. Nos miró a los dos y se sorprendió.

–lo lamento tanto –se disculpó–, no tenía ni idea que estabas acompañado. –siguió mirando serio a Cristopher. Mi ceño se frunció ligeramente cuando noté que Cooper lo miraba con ¿desprecio? 

–no te preocupes Black. –escupió. Esta vez me miró a mi– Decías.

–ammm...

"si Cooper te preguntó por su maldito ego, tienes que demostrarle que ya no lo necesitas" la voz de Jullie llegó a mi mente. 

"no lo hagas, Chelsea" decía un eco.

"demasiado tarde" pensé.

–amm, que yo voy a ir con Matt. –solté. Un silencio se formó en toda la habitación. Matt me miraba con el ceño fruncido, no soy capaz de verlo a la cara pero sé que está desconcertado. 

Cooper frunció el ceño.

–ya veo –murmuró– ¿Matt te lo pidió? –preguntó.

Lo miré. Intenté pedírselo en silencio. Miré suplicante a Matt, y por lo visto lo entendió porque cambió todas las facciones de su rostro y se puso a mi lado. 

–lo decidimos los dos. –dijo Matt. Me estaba siguiendo el juego. Solté un jadeo de exclamación cuando sentí su mano entrelazándose con la mía. Su mano era cálida y suave, se sentía bien estar así con él. 

–perfecto. –dijo Cristopher serio– entonces...los, veo mañana. 

El Jefe 2Where stories live. Discover now