Capitulo 19
La sonrisa era una de las cosas que no podía quitar de mi rostro. Jamás he negado que Oliver también me interesa tanto o igual como él dice que esta interesado en mi, pero ahora que lo tengo frente a mi, y sé que no es ningún sueño no sé que decir, mis manos y piernas está temblando de los nervios. Oliver se acercó a mi y puso su mano en mi rodilla poniéndome la piel de gallina.
–nos conocemos desde hace tanto, pero ahora te conozco mejor –dijo– Jullie, yo sé que cuando nos vimos te pedí disculpas por mi carácter cuando éramos adolescentes. Pero ahora, con mas razón, necesito que me perdones de verdad. No sé que haría si tu sigues creyendo que soy ese idiota de antes, yo...yo no me quiero alejar de ti.
Mi corazón martillaba con fuerza mi pecho que era todo lo que podía escuchar en mis oídos. Sonreí incapaz de responder nada. Aclaré mi garganta y cuando me sentí lista para poder hablar, lo hice.
–recuerdo como eras en ese entonces. –noté como se tensó al escucharme decir eso– Eras alguien completamente diferente a como eres ahora. Pero ¿siempre fuiste tan guapo?
Pregunto riéndome y lo contagio a él. La tensión está bajando, aunque mis mejillas siguen teniendo fuego en ellas. Oliver me miró.
–no tengo idea. Pero supongo que así se nace.
Reí.
–entonces...tengo una propuesta que hacerte –dijo– no voy a pedirte que seas mi novia, es demasiado pronto, aunque por mi no hubiera ningún problema. Solo quiero saber si te gustaría salir conmigo. Como dos personas que quieren ser algo mas pero quieren conocerse.
Sonreí. Podría decirle que lo tengo que pensar, pero eso no sería cierto. Chelsea vino a mi mente, si le contara esto se volvería loca; pero si le digo que lo rechacé entonces eso terminaría por matarla. Algo que he aprendido de ella es que nunca sabes con quien tienes que compartir tus triunfos y tus tristezas, que no todas las personas tienen la suerte de encontrar la persona que las va a querer como loco. Y que siempre, siempre hay que vivir el momento. Ernesto, ahora lo sé, a pesar de que fue y sigue siendo una buena persona conmigo, poco a poco el cariño que le tenía a ido disminuyendo desde que Oliver llegó a mi vida. Quiero esto, quiero intentarlo con él, sé que el nuevo Oliver jamás me haría daño y así como yo, ayudaría a Chelsea a superar a Cooper que tengo el leve presentimiento que le sigue interesando, aunque no como antes. Seguiríamos adelante. Me acerqué a Oliver y lo abracé. Cerré mis ojos y sentí como suavemente me rodeaba con sus brazos, apoyé mi frente en su hombro y pude sentir el latir de su corazón. Poco a poco nos separamos y nos miramos.
–¿debo tomar eso como un sí? –cuestionó.
Asentí.
–quiero que esto en verdad funcione –dije, Oliver sonrió y esta vez me abrazó levantándome del suelo, ahogué un grito hasta que mis pies tocaron de nuevo el suelo.
–yo también quiero estar contigo –susurró en mi oído causándome que un escalofrío caminara por mi espina dorsal. Nos separamos unos centímetros ambos con una sonrisa en nuestro rostro.
–me tengo que ir –Oliver gruñó disgustado
–solo no te vayas...–pidió– no quiero que te vayas tan pronto.
Reí.
–lo siento, pero tengo qué –agarré mi morral y lo puse de nuevo en mi hombro.
Oliver rió y a regañadientes me acompañó hasta la puerta.
–adiós rizos, cuídate por mi. –dijo guiñándome el ojo.
Sonreí, me puse de puntillas para darle un beso en la mejilla, pero Oliver se giró y se lo di en la boca. Ahora sí, mis mejillas estaban peor que antes. Tuve el impulso de disculparme, pero recordé que él había tenido la culpa de todo. Lo miré con los ojos entre cerrados y su mirada parecía divertida.
–te sonrojas tan fácil, que es casi mi objetivo –le di un suave golpe con mi puño en su hombro haciendo que riera mas fuerte. Nos despedimos de nuevo y esta vez sí caminé al departamento.
Tenía tantas ganas de contárselo todo a Chelsea. Primera vez de muchas que gracias a ella algo bueno me pasa, me imaginé su reacción, de seguro se volvería loca y no la culparía. Yo haría lo mismo si ella me contara algo parecido. Apresuré mi paso para llegar más rápido. Esto no podía ser mas perfecto.
