Capitulo 48
-Julieta-
Habían pasado un poco las semanas y las cosas habían marchado de maravilla hasta ahora, al parecer Matt y Chelsea pudieron arreglarse y ahora ellos dos están juntos.
Raro ¿no?
Bueno. Según lo que Chelsea me había alcanzado a contar, es que Matt aún no se lo había pedido cordialmente, pero cada vez que están juntos se comportan como tal. Me refiero a que Chelsea no puede ocultar los celos cuando Matt ve a otra chica y Matt muchas veces se ha enfadado por unas cuantas miradas que otros chicos le lanzaban a Chelsea.
No creo que se tarden demasiado para serlo.
Ayer, Chelsea me ayudó a empacar mis maletas para tenerlas listas.
Si.
Hoy es el día. Acordamos con Oliver que hoy sería la fecha perfecta para nuestro viaje. La verdad creo que sí, sé que Chelsea está bien y en buenas manos. Prometí llamarla cada vez que pudiera, la verdad la iba a extrañar demasiado. Además dejo a su cuidado a Sam, a quien también voy a extrañar con mi vida.
–ya está todo, sólo debemos esperar –dice una voz a mi lado. Despierto de mi trance y lo miro. Oliver esta frente a mi, con su cabello negro desordenado y liso, sonriendome y mirándome con sus ojos café claro.
No pude evitar sonreír.
–perfecto. –siseé sintiéndome extrañamente nerviosa y al mismo tiempo ansiosa.
–¿todo esta bien? –pregunto Oliver frunciendo el ceño.
Lo miré intentando parecer tranquila, pero cada vez fui sintiendo crecer mi nerviosismo.
Oliver tomó mi mano y me llevó a las sillas plásticas de la sala de espera.
–sabes que no necesitas hacerlo si no estas segura, rizos.
Dijo murmurando, como si quisiera decirlo pero al mismo tiempo no querría escuchar la respuesta.
Sonreí sin despegar los labios y pasé mi mano por su mejilla acariciándola.
Sus ojos se clavaron en los míos.
–no es eso. Es que voy a extrañar demasiado a Chelsea. –confesé.
Levanté mi cabeza para ver a las personas que se asomaban pero ninguna era Chelsea ni Matt.
–no te preocupes, sí vendrán.
Un sonrisa de alegría surcó mi rostro cuando note a Chelsea y a Matt acercándose a nosotros.
Nos pusimos de pie hasta que ellos llegaron a nosotros.
–¡Jullie! –chillo Chelsea antes de abrazarme. Le correspondí el abrazo y luego nos separamos.
–hola Jullie. –saludo Matt con una espléndida sonrisa.
Chelsea y yo estábamos de acuerdo en que la mejoría de Matt había sido algo que no pasaba todos los días. Si lo mirabas era como si nada había pasado.
–¿a que hora sale su vuelo? –pregunta Chelsea mirándonos a ambos.
Mire a Oliver porque había sido él quien había ido a arreglar todo.
–no creo que tarden demasiado.
Chelsea sonrió sin mostrar los dientes, tomó mi mano y nos alejamos de Oliver y de Matt.
–¿pasa algo? –cuestiono con incertidumbre y un poco de preocupación en mi voz.
Ella niega.
–solo quería despedirme de ti.
Sonreí enternecida y trague saliva. Me dije a mi misma que no iba a llorar, pero los ojos cristalizados de Chelsea me lo estaban impidiendo.
–quiero que te cuides, Jullie. Y que sepas que aunque esté lejos de ti, siempre voy a estar dispuesta a escucharte –habló. Suspiró y cuando regreso su mirada a la mía, note como las lágrimas querían salir de sus ojos.– Quiero que no te olvides de mi...y que sepas que te quiero.
Sonreí y me acerqué a ella para abrazarla. Mis ojos empezaron a picarme demasiado, y el nudo en mi garganta empezó a molestarme.
–¿como crees que me voy a olvidar de ti? Eres mi mejor amiga, Chelsea.
–y tu la mía.
Sorbió por su nariz y fue cuando me di cuenta que estaban llorando en mi hombro. Una lágrima corrió por mi mejilla pero la quité por el molesto cosquilleo.
–te voy a extrañar mucho. –susurra después de un rato.
–yo también. Pero prometo llamarte siempre que pueda, además no estas sola, aquel rubio de allá te va a cuidar con su vida te lo aseguro.
Sonrió y miró a Matt a la distancia. Ellos dos estaban hablando, supongo que despidiéndose también.
–estoy segura que te va a hacer muy buena compañía –bromeo alzando ambas cejas. Río cuando Chelsea me golpea con si codo.
–no digas tonterias.
–es la verdad. Sinceramente nunca me imagine que ustedes dos estuvieran juntos. Ya sabes, peleaban demasiado.
Chelsea bajo la mirada y sonrió nerviosamente.
–yo tampoco. Era un fastidioso. –dijo riendo– Pero yo también lo quiero mucho, Jullie. Estoy enamorada de él.
Chelsea lo estaba mirando fijamente que tal vez no se estaba dando cuenta de lo que decía. Tape mi boca con la mano y no pude ocultar mi sorpresa.
–¿Chelsea Agron esta diciendo que esta enamorada? –bromeo.
Chelsea pone los ojos en blanco.
–¡esto lo tuve que grabar! ¡dijiste que estabas enamorada! ¡estas enamorada! ¡perdiste la apuesta! –gritaba llamando la atención de todas las personas.
–¡maldicion, Jullie callate! ¿de que demonios estas hablando?
Sonreí maliciosamente.
–¿que no te acuerdas? Al principio de todos esto, recién mudadas aquí tu y yo hicimos una apuesta. Tu dijiste que podías vivir sin fijarte en alguien y yo te dije que eso en ti era imposible. Y gané.
Chelsea resoplo.
–¡oh vamos, no querrás tomar enserio eso! –exclamó riendo, pero yo me limité a cruzarme de brazos, seria. Chelsea al verme, dejó de sonreir. – ¡Jullie!
–¡nada, apuesta es apuesta!
–bien. ¿Y que quieres? –preguntó desganada. Reí.
–solo quiero que me abraces.
Quería sentirla siempre cerca, iba a ser un poco difícil no podes verla por un largo periodo de tiempo, pero sé que no importa donde la vida nos lleve, siempre vamos a hacer amigas.
>>vuelo 503 con destino a Reino Unido por favor empezar a subir<<
Chelsea me sonrió y en unos instantes Oliver y Matt ya estaban a nuestro lado.
–es hora –dijo Oliver. Sonreí y mire de nuevo a Chelsea
–anda, se les hace tarde. –dijo Chelsea.
Asentí.
–te quiero mucho, amiga.
–tambien yo.
–oye Matt, ni se te ocurra hacerle nada porque no respondo.
Matt rió.
–nunca.
Nuestro vuelo salio a las 3:00 de la tarde en punto, y yo solo me dedicaba a ver por la ventana sabiendo que Chelsea estaba en ese edificio, probablemente viéndome; pero también sé que las cosas irán mejor.
