Capitulo 35

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Capitulo 35

-Julieta-

Cada paso que daba para llegar al departamento era eterno, como si estuviera caminando millas. Mi cabeza no puede pensar en otra cosa mas que lo que acababa de pasar, sobre la pregunta, debo decir que acepté. Siempre soñé con ir a ese país, y ahora entiendo lo que sentía Chelsea cuando nos mudamos a este país. Sonreí, Chelsea, con sus locuras y sus ganas de siempre hacer algo para las dos. La extrañaría demasiado, recuerdo cuando la conocí, ya no es la misma chica, antes, esa mujer que salió del elevador con los nervios echos punta, deseando que Cooper la contratara, y que, después de eso le encantó tanto su jefe que le ocultó su secreto. Yo también he cambiado, la historia ya no es la misma, Chelsea me confió su secreto y no tuve mas que involucrarme, decidimos superar nuestros problemas juntas. Y aquí estamos.

¿Cómo le voy a decir que me voy a mudar a otro país? Oliver se puso contento por mi respuesta, y yo estoy igual, sé que él nunca me haría daño, confío en él y me encanta su forma de ser. Pero en ningún momento Chelsea cruzó por mi mente, ¿se lo tomaría bien? no habíamos pensado separarnos así, y menos de esta manera. Ahora no hay vuelta atrás. 

Entré al edificio y saqué mi tarjeta, la puerta se abrió y Sam salió a mi encuentro. Dejé la tarjeta en el mueble y me acerqué a la sala. Estaba vacía. Me puse de cuclillas y acaricié la cabeza de Sam.

–¿dónde se ha metido tu dueña, sabes? –pregunté. Sam ladró, sonreí. 

Me senté en el sillón y encendí la televisión. Era un poco tarde, así que solo estaban programas de espectáculos y cosas así. Había un debate en el programa, sobre si son mejores las canciones latinas o las extranjeras. 

Las latinas.

Una presentadora rubia dijo que tal vez las latinas por que se caracterizan por tener un ritmo mas alegre que las extranjeras. Y otra presentador castaño y ojos verdes dijo que era mejor lo de su cultura. Puse los ojos en blanco y apagué la televisión. El silencio inundó toda la sala y de nuevo el remordimiento llegó a mi. No quería dejar a Chelsea, pero quería ir tras mi sueños, tras mi felicidad. 

La puerta se abrió sacándome de mis pensamientos. Chelsea cerró la puerta aspirando y pasándose las manos por su rostro, fruncí el ceño cuando me fijé que lo que se estaba limpiando eran lágrimas. Caminé hasta ella y la miré.

–Chelsea. ¿Estas bien? ¿qué pasó? –pregunté al instante. Chelsea me miró y pude observar sus ojos rojos, al igual que su nariz.

Negó con su cabeza e intentó sonreír, pero no lo logró. 

Tomé sus manos y la guié hasta el sofá.

Nos sentamos.

–¿qué pasó? –insistí–. No me digas que fue Cristopher de nuevo. Te juro que yo...

–no fue él –interrumpió–, no fue él ni tampoco fue nadie. Fui yo, solo yo. 

Murmuró desviando su mirada.

–entonces...cuéntame.

Un suspiro se escapó de sus labios.

–Matt...él y yo nos besamos el día de la fiesta, Jullie.

Abrí mis ojos obviamente sorprendida.

–y lo peor es que no me acuerdo de nada de lo que ocurrió.

–e-entonces lo único que puedes hacer es aclarar las cosas con él.

–ya lo hice. De ahí vengo. Él me aclaró que solo nos besamos y luego me vino a dejar aquí.

Tragué saliva.

–no veo el problema entonces, Chelsea.

–el problema es que él me confesó que sentía algo por mi, bueno...tal vez no lo dijo...pero pude entenderlo de esa manera. Y-Y yo...cuando él quería saber mis sentimientos solo pude salir corriendo. Me comporte como una cobarde lo sé, pero no pude pensar en nada mas. Simplemente no pude hacerlo...no pude decirle que yo también siento algo muy fuerte por él, algo que no me puedo explicar ni a mi ¿me entiendes?

Entonces rompió en llanto.

Estaba boquiabierta.

Estaba llorando por Matt.

Por la persona que al principio no le agradaba en lo absoluto.

Nunca pensé escuchar lo que acabo de oír.

Mi mano tembló hasta que se detuvo en su espalda.

Chelsea levantó su rostro y limpió sus lágrimas de nuevo.

–¿qué hago ahora, Jullie? dejar las cosas como están y no hacer nada, o...intentar cambiarlas y darme una oportunidad con él. 

–eso es tu decisión amiga. Pero sí quieres un consejo, solo piensa en como te sentirías si Matt llega a olvidarte y pueda sentir algo por alguien más. Cuando lo hagas y tengas un respuesta clara, sabrás lo que tienes que hacer. Lucha por lo que quieres, lucha ahora que está todo justo frente a ti.

Chelsea formó un pequeña sonrisa y asintió.

–¿cómo te fue con Oliver?

Cuestionó.

Supe que lo hacía para dejar de pensar en él. 

Pero me recordó a mi lo que tenía que decirle.

¿le tenía decir en este momento?

¿es el momento adecuado?

–amm muy bien, la comida estaba deliciosa.

Chelsea sonrió mostrando sus dientes.

"Está feliz por ti, hazlo ahora"

"Ella es tu amiga, tienes que decírselo"

–Jullie...¿estas bien?

Agitó su mano frente mi rostro sacándome de mis pensamientos.

–ah sí, claro. Hay...hay algo que debo contarte.

Frunció el ceño y se acomodó mas en el sofá.

–¿qué pasa?

–durante el almuerzo con Oliver, é-él me propuso mudarme con él a Inglaterra y yo...bueno yo acepté.

Solté.

Chelsea me miraba sorprendida.

Puede ser por la velocidad que usé al hablar o fue lo que dije.

–¿vivirás con él?

Preguntó al fin.

–¡no! claro que no, viviremos en apartamentos separados pero en el mismo edificio ¿entiendes? –aclaré–, yo solo quería decírtelo para saber si me apoyas o...

–¿estas de broma? –habló–, Jullie sí te voy a extrañar demasiado pero estoy feliz que hayas encontrado a alguien como Oliver, y no lo vas a perder solo porque no quieres irte de aquí.

Habló.

–¿e-en serio piensas eso?

–por supuesto que sí. –dijo tomando mi mano sonriéndome– Yo te apoyo en cualquiera sea tu decisión, siempre voy a estar a tu lado para molestarte o para decirte que eso esta mal. Siempre vas a tener mi apoyo para casi todo.

Reí.

Un peso se me quitó de encima al escucharla decir eso. 

Chelsea me sonrió y me rodeó con sus brazos.

–Chelsea...tienes que ir por Matt –murmuré en su oreja–, tu mejor que nadie sabe que la respuesta ya la tienes. No esperes a que él se vaya de tu vida.

Chelsea se separó y se acomodó en la misma posición de antes.

–no cometas el peor error de tu vida, no te condenes a ser infeliz para el resto de tu vida.  

* * * 

Uuh, creo que Chelsea se enamoró de Matt :')

El Jefe 2Where stories live. Discover now