Capitulo 17

9K 575 9
                                    

Capitulo 17

Una vibración de la parte trasera de mis jeans me distraen de la conversación con Chelsea, alcanzo mi celular y lo saco de mi bolsillo, Oliver brillaba en la pantalla, por un momento me sentí indecisa si responderle o dejar que siga marcando. 

–Jullie, respóndele la llamada a Oliver –escuché la voz de Chelsea, la mire sorprendida– es obvio que es él. Siempre pones esa cara de sorpresa y tus mejillas se sonrojan...ahora me doy cuenta que son efectos secundarios de Oliver. –se burló. 

–cierra la boca. –me puse de pie y caminé hasta la parte trasera de la heladería, siempre es el lugar en dónde las personas podríamos tener un poco de privacidad. Deslicé mi pulgar en la pantalla y lo coloqué en mi oreja.

–¿hola?

–Jullie, que bueno escucharte de nuevo. –dijo su voz– este es el momento en el que me tienes que agradecer que no te llame rizos. 

Suspiré. 

–¿necesitas algo? –cuestioné. Noté que era la primera vez que lo tuteaba sin darme cuenta. Pero pareció no importarle. 

–de hecho sí. Quiero que vengas a mi casa –sentí como mis mejillas empezaban a arder, agradecí que él no estuviera allí para verme pasar esta vergüenza. Me giré y pude ver a lo lejos a Chelsea, con un plato gigante con helado, ni siquiera estaba poniéndome atención, eso es bueno. Pero también me doy cuenta que si por alguna cosa del destino algo llegara a pasarme, ella ni siquiera se diera cuenta mientras tuviera en frente el helado. 

–P-Puedo saber para qué –escuché su risa del otro lado. 

–solo ven. Y no te preocupes. No te voy a secuestrar. –¿siempre tenía que salir con algo así? 

–yo...no sé si pueda. No quiero dejar sola a Chelsea y bueno...

–¡hay por favor! Chelsea no es ninguna niña. –tenía razón. Que mentira mas estúpida había dicho– Además, fue Chelsea quien me dio la dirección de su departamento. 

Abrí la boca sorprendida. Ahora la culpa iba disminuyendo y el deseo que llegara ese día venían a mi casi convirtiéndose en mi mayor pecado. Sonreí. No había estado tan mal hacer lo que hice. Ella había hecho lo mismo. 

–tienes razón. Mándame la dirección por mensaje y llegaré por la tarde. –dije y corté la llamada. Caminé de regreso a la mesa captando de nuevo la atención de Chelsea con la boca llena de vainilla. Se limpió con una servilleta y me sonrió.

–¿que quería Oliver, eh? –cuestionó. 

Sonreí sin mostrar los dientes. 

–me invitó a su casa hoy. –Chelsea extendió su sonrisa casi por toda la cara– Me dijo que tu le habías dado la dirección de nuestro departamento. ¿Puedo saber para qué? 

Su risa se borró. Ella ni siquiera se imaginaba que él me lo diría. "Ja, te descubrí" 

–yo...yo, es que él me la pidió y por un momento imaginé que lo hacía porque te quería invitar a salir. –se excusó–. No lo hice con mala intención. Además no puedes decirme nada porque ya pasó.

Me puse de pie y tomé mi celular en mis manos.

–tranquilízate, no estoy enfadada. Yo hice lo mismo. 

Dije comenzando a caminar hacia la salida. 

–¡que hiciste Jullie! –gritó. Pero por la distancia apenas la escuché, sonreí.

–¡ya lo sabrás! 

El Jefe 2Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ