Capítulo 18

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-Sólo estoy aquí por la merienda.

Mi recordatorio -mencionado por pincharle un poco- provoca que Luke, haciéndose el ofendido, se lleve una mano al pecho mientras que con la otra me lanza la segunda bola de nieve del día; por suerte, consigo esquivarla antes de que me golpee.

Fulmino con mi mirada al ojiazul, intentando lucir molesta con lo que acaba de hacer. Él, no obstante, decide dedicarme una sonrisa angelical, causando que mi mueca se torne instantáneamente en un gesto igual al suyo.

-Sé que, a pesar de todo lo que te hago sufrir, me quieres mucho.

Lo siguiente que presencio es cómo Luke, dando la sensación de que le ha entrado la hiperactividad repentinamente, comienza a correr hacia lo que parece ser el jardín trasero de su casa. Mis piernas ni siquiera tienen tiempo de reaccionar ante lo que acaba de realizar, puesto que para cuando soy consciente de lo que hace, él ya ha desaparecido completamente.

Este chico es incluso más rápido que la luz.

En cuanto llego a la parte trasera -todavía riendo entre dientes- y visualizo la extensión del precioso jardín, quedo totalmente maravillada. El área, ahora obviamente llena de nieve, tiene una bonita casa del árbol colocada cerca de la verja que separa esta vivienda de la de los vecinos; imaginarme a Luke jugando con su hermana pequeña ahí arriba me saca enseguida una dulce sonrisa. En el lado izquierdo, distingo la forma de una ancha tarima, sobre la cual hay colocada una barbacoa, una mesa de café y unas pocas sillas de madera. No puedo evitar pensar en lo bello que se verá todo el jardín en primavera, lleno probablemente de las petunias, claveles y tulipanes que planta Liz al principio de esa maravillosa estación.

El verdadero motivo por el cuál estoy aquí se me olvida completamente hasta que, de repente, siento el frío aliento de Luke cerca de mi cuello y sus brazos rodeando de forma suave mi cintura.

-Bu -el susurro del rubio, más que asustarme provoca que tenga unas ganas enormes de carcajearme por todo lo alto-.

-Por primera vez en mucho tiempo -comienzo a hablar al tiempo que giro mi cuerpo para tenerle de frente a frente, dejando que varias risas escapen de mi boca-, no has logrado sobresaltarme.

Luke forma un puchero con sus labios a la vez que yo me permito reírme por su pequeño fracaso. Da la sensación de que soy incapaz de permanecer más de diez segundos seria cuando estoy pasando tiempo con mi compañero de literatura. Y lo cierto es que no podría disfrutarlo más.

-Pero yo quería acojonarte... -sus pucheros quedan tan fuera de lugar cuando utiliza esa última palabra que mis risas se tornan todavía más sonoras y la sonrisa de Luke más acentuada- Supongo que tendrá que ser la próxima vez.

Asiento lentamente ante su confirmación, para luego compartir una pequeña y genuina sonrisa con él. De repente me doy cuenta de que mis ojos se han dirigido inconscientemente hacia los labios de Luke, pues la distancia que nos separa es casi inexistente. Sus manos siguen todavía posadas sobre mi cintura, tan sólo rozándola de forma muy suave.

Sólo uno.

Sólo un diminuto paso más y nuestras bocas se rozarían inevitablemente.

-¡La merienda está lista! -consigo visualizar a Jackie por el rabillo del ojo, observándonos con sorpresa-.

Mis mejillas se tornan rojizas en tiempo récord. Bajo mi vista al suelo y me separo rápidamente del agarre de Luke, contrariando a mi subconsciente, el cuál prefería terminar con la escasa distancia que nos separaba.

Intercambio una incómoda mirada con el ojiazul antes de dirigirnos a paso tranquilo hacia el interior y el calor de su casa.

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