Capítulo 15

1.9K 165 158
                                    

No consigo pronunciar una sola sílaba durante un largo rato, pues el hecho de que Luke esté delante de mi casa pidiéndome algo así como una cita me tiene totalmente embelesada.

Una risa entre dientes por parte del rubio causa que mi mente empiece a aclararse poco a poco.

-¿Logan...? -Luke vuelve a reír de forma tierna- ¿Estás libre o...?

-Planeaba ayudar a mi familia con las paredes -el ceño de Luke se frunce levemente-, pero no creo que me echen demasiado en falta.

-Genial -el tenue murmuro del ojiazul logra llegar hasta mis oídos, provocándome una sonrisa-.

A sabiendas de que mis padres -como es obvio- se preocuparán si desaparezco sin más, decido hacer pasar a Luke adentro, con tal de que no se hiele frente a la puerta, mientras informo a mi familia sobre mis repentinos planes.

Subo las pocas escaleras que llevan al piso de arriba lo más rápido que puedo, sintiendo cómo la ansiedad por pasar tiempo a solas con Luke aumenta en mi interior a cada milésima. En el momento en el que piso el último escalón, visualizo a los cuatro miembros de mi familia discutiendo alegremente quién debería quedarse con cada brocha.

Ellos, como imaginaba, tampoco tardan en localizarme a pocos pasos de donde se encuentran.

-¡Cariño! -papá se vira hacia mí, ofreciéndome una ancha sonrisa- Te ha tocado la brocha pequeña...

-Eso pasa por venir tan tarde -quien ésta vez habla es mamá, sosteniendo entre sus manos un enorme pincel-.

-¿Quién ha venido a casa? -Dakota, cambiando radicalmente el tema de conversación, se acerca hasta mí a paso rápido- ¿Era alguna amiga nuestra?

En cuanto consigo asimilar su pregunta, me preparo mentalmente para soltar la noticia, con los nervios a flor de piel. Tras tragar saliva atropelladamente y respirar hondo, abro mi boca dispuesta a soltar la gran bomba.

-No, en realidad... Es Luke -les dedico una pequeña sonrisa a todos, siendo consciente de su desmesurada perplejidad-. Voy a ir a una cafetería con él... Si no os importa, por supuesto.

Papá y mamá intercambian una lacónica mirada antes de volver a dirigir su atención a mí.

-Diviértete mucho, cielo.

Sonriéndoles dulcemente por última vez, salgo corriendo una vez más hacia las escaleras, más que feliz por mi improvisado plan.

Luke, supongo que a causa de escuchar el estruendo que provocan mis pasos, se gira inmediatamente hacia mí, guiñandome un ojo al tiempo que coloca un gorro de lana sobre su cabello, el cuál hoy cae sobre su frente.

-¿Vamos? -inquiere tras haberse vuelto a vestir con su cazadora gris-.

-Vamos.

Mi felicidad traspasa los límites cuando Luke, alzando ambas cejas y riendo adorablemente, me ofrece su brazo derecho.

• • •

En apenas diez minutos, los dos estamos sentados sobre un cómodo sillón del Starbucks localizado en Clark Street, calle que se encuentra cerca de ambas de nuestras viviendas.

El trayecto ha transcurrido mayormente en silencio, supongo que porque tanto Luke como yo hemos permanecido dentro de nuestro propio mundo. Yo, por mi parte, no paraba de pensar en que he tenido que esperar tres largos años hasta conseguir -por fin- charlar con él sin que me dirija una mirada llena de disgusto. Además... Parece que de momento nos entendemos a la perfección.

Literature » lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora