Capitulo 26: Del amor al odio, solo un paso

Comenzar desde el principio
                                    

-¿quieres que suba de peso?- le digo mientras la abrazo. Ella sonríe y me devuelve el abrazo.

-bueno yo sé que estas enojada conmigo y lo entiendo. Sé que metí las patas hasta el fondo dejándome llevar por celos tontos. Debí preguntarte pero no lo hice porque me dio rabia y es cierto, pensé mal de ti, cuando soy yo quien te pide confianza y soy el primero que no confía. No sé cómo pedirte que me perdones pero créeme que estoy siendo sincero cuando te digo que me arrepiento de como reaccione. No es que quiera comprar tu perdón pero sé que lo viste y te gusto. Espero que aún lo sigas queriendo. Feliz cumpleaños, nena- me entrega una caja de terciopelo negro y cuando lo abro contengo el aliento.

-santo cielo- es el collar que vi el otro día. Es sencillo. Es una cadena bañado en oro blanco y con un diamante en el centro de color azul. Nunca le vi el precio pero sé que debe ser caro. No me gusto por el precio sino por la sencillez.

-es el que viste en la tienda- me dice y sé que está nervioso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-es el que viste en la tienda- me dice y sé que está nervioso.

-¿Cómo? ¿Cómo te acordaste de esto?-

-puede que me olvide de las fechas pero no de cuándo sonríes. Y ese día sonreías sinceramente y no pude olvidarme de eso- me dice algo sonrojado.

-no lo puedo creer mi hermano se a sonrojado. Como no tener la cámara para sacarle una foto- dice Elliot. Ese comentario hace que me ría y los demás también.

-vete a la mierda, Elliot- dice Elliot en su defensa.

-mejor comamos- dice Kate. Tomamos asiento en la mesa y comemos animadamente. Dios nunca había probado unas piezas de sushi tan ricos y los rollitos ni que se diga, bigotes también disfruto ya que le compre unas croquetas. Después organizamos la sala para dejar el sofá cama listo. Pasamos una tarde de películas mientras yo estaba acurrucada junto a Cristian, en el otro extremo estaba Elliot y Kate en la misma posición que yo y bigotes al medio.

En la noche cenamos algo ligero y ordenamos la compra. Ellos se sorprendieron al ver tantos productos y me dio risa cuando Cristian vio que habíamos comprado muchas cosas dulces para golosear. Somos muy buenas para ver películas en las noches. También Kate me pregunto dónde había dejado mi cepillo de pelo y la verdad desde que volvimos desde España que no lo veo. Así que le pase el nuevo y comenzó a desenredar su pelo.

Al final como a las 12 ambos hombres se fueron y nosotras a dormir. Después de todo no había sido un mal cumpleaños.

El día lunes a primera hora estaba en la oficina y la verdad era un día de mierda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día lunes a primera hora estaba en la oficina y la verdad era un día de mierda. Ha habido más reuniones de lo habitual y la mayoría con la gente de finanzas. No tengo ni idea que está pasando pero se ve que no es bueno.

-Anastasia ven a mi oficina- dice Cristian desde el otro lado de la línea. Su voz suena rara como si estuviera enojado, así que no pierdo tiempo y me dirijo a su despacho. Cuando entro el este sentado viendo unos papeles. Es tan guapo que esta como dueño de la empresa. Llevo en mi cuello el regalo del día de ayer.

-me llamo, señor- le digo. El ni siquiera me ve. ¿Qué está pasando?

-siéntate. Tenemos que hablar- tomo asiento sin preguntar. Es aquí cuando él me mira y puedo ver furia correr por sus ojos.

-¿Qué ocurre?-

-¿Por qué Anastasia? ¿Por qué?- escucho dolor en su voz peor no entiendo. Frunzo el ceño.

-¿Por qué, qué? Señor-

-¿Por qué me robaste Anastasia? ¿Por qué?- lanza al escritorio un montón de papeles que vienen del área de finanzas. No entiendo porque me dice que le robe. Tomo los papeles y le hecho una ojeada y me sorprendo cuando veo varios cheques a mi nombre por cantidades grandes depositados en una cuenta en el extranjero.

-eso no es mío- digo. Esto me ha dejado en estado de shock.

-no me mientas más. Aquí entran las pruebas. Como pude ser tan idiota. Sabía que no podía confiar en ti. Nunca. Eres igual que todas las mujeres, hermosas pero tramposas-

-Cristian te juro que no es cierto, yo nunca te robaría- le digo al borde de las lágrimas.

-señor Grey. Nunca vuelvas a decir mi nombre. De tu boca mentirosa no sale más- me gruñe.

Unos toques en la puerta no me dejan dar la respuesta. Entran unos policías, son tres. Por la apariencia el de al medio debe ser el que está a cargo de esto.

-señor, nos llamaron para apresar a un ladrón- dice el hombre.

-el ladrón es ella y aquí están las pruebas- él las toma en su mano y las analiza. Estoy paralizada. No sé qué hacer.

-muy bien señor Grey. Señorita, por favor, acompáñenos. Hagamos las cosas bien y solo síganos- yo asiento con la cabeza, pero antes de salir me doy la vuelta y le digo a la persona que hoy ha roto mi corazón en mil pedazos.

-señor Grey, yo nunca le he robado y nunca lo hare. Espero que la verdad salga a flote y no sea demasiado tarde para pedir perdón, porque yo a usted no le perdono por el resto de los días que me quedan- salgo de la oficina y busco mi bolso, sigo a los señores. En el camino Taylor se asombra y se intenta acercar pero yo niego con la cabeza.

Me suben a una patrulla que seguramente me llevara a la estación. Pero esto me serbio para darme cuenta que el nunca confió en mí. Es más el mismo mato el amor que yo sentía por él. Desde hoy en adelante no abra más Cristian Grey. El murió en el momento que creyó esa mentira, la mentira de ser una ladrona. Desde hoy te odio, con toda el alma Cristian Grey.


Y QUEDO LA GRANDE.. LES DIJE... 

PUBLICARE UNA HISTORIA QUE SERA SOLO DE PUBLICACIÓN DE AVISOS, PODRÁN ENCONTRAR NOVEDADES, AVISOS Y ALGUNAS SORPRESAS... 

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO... 

LAS QUIERO Y NOS LEEMOS PRONTO...

Es mi secretaria: Cristian y AnastasiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora