Capítulo 23

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Oh Beth

Así no era la manera en la que agradecerías a tu amigo por un obsequio. Se me pasaron las copas Beth. Por un lado pensaba "oh por Dios Ed, eres un holgazán, un cabrón..." Pero por el otro se me cruzaba algo como "acabo de besar a Beth, a Beth Salmon, mi mejor amiga, la mejor amiga de mi novia, la que hace la diferencia entre ser aburrida y reservada, la que lee cartas y se las roba, la que se truena los dedos casi 20 veces al día, la que suele caminar encorvada, la que no cree en el destino ni en ningún santo, pero sí lee con ansias el horóscopo semanal del periódico escolar y compra libros sobre la telequinesia y suele jugar con las cartas de Zener cada que puede... Acabo de besar a Beth Salmon" Y lo peor/mejor era que me había encantado.

Pensé que saldrías corriendo, que me dejarías ahí solo pero no, lo tomaste con calma y sólo te dedicaste a preguntar en lo que habíamos hecho. Y pues qué te digo, quería besarte una, y otra, y otra vez. Quería besarte muchísimo.

- Me gustas

- Guarda silencio Ed, estoy pensando en una solución

- Es que me gustas

- Ed - susurraste -. Mi mejor amiga te adora de la misma manera en la que tú y yo adoramos la comida - terminaste diciendo con una especie de desesperación -. Imagínate...

- No te pases

- De verdad

- Pero qué hemos hecho Beth - dramaticé.

- Me voy a ir al infierno - puntualizaste con lágrimas en los ojos mientras abrazabas la caja. No quería que te sintieras de esa manera.

- Esto nunca pasó -. Te animé, pero en el fondo sabia que sí, en el fondo sabía lo mucho que deseaba repetir ese momento. Como cuando ves que alguien se cae y mientras te ríes lo único que haces es repetir el momento una y otra vez como una cinta en tu mente haciendo que te mires cruel e insensible.

- Pero sabemos que sí y eso es aún peor.

- La gente hace cosas peores. Es tu cumpleaños Beth, nunca pasó. De verdad, discúlpame.

Si me hubieses dicho que yo también te gustaba, probablemente hubiese mandado todo a la mierda, esa noche Kate y yo hubiésemos terminado. Te hubiese besado toda la noche y mientras nos despedíamos por el teléfono también te hubiese dicho lo mucho que te quería. Pero me gustabas y la cosa no era recíproca, hasta llegar al punto de pensar que nos besamos por impulso.

Salimos de la habitación poco después, como dos mejores amigos normales, tú con la caja en las manos donde no sólo te estabas llevando nuestros días de Sunburn sino una migaja de lo que pudimos llegar a ser.

Pensé que nos alejaríamos, que me dejarías de hablar y que me evitarías todo lo que restaba de la preparatoria... Pero sabemos que no fue así.

Sabemos que eso nos volvió inseparables y eso incluía a Bonn y a Ald. Todos los días. Que nuestro proyecto había sido el mejor de la clase: Candies & Sugars. Que te habías caído de las escaleras frente a toda la escuela: Candies & Sugars. Que Ald reprobaba la prueba de Francés: Candies & Sugars. Que Bonn se había cambiado el esmalte de uñas: Candies & Sugars. No había cosa que no quedara en Candies & Sugars, y cada que podíamos inventábamos una excusa para ir allá y seguidamente a Framlingham para sentarnos en las colinas, beber la sidra que tomabas a escondidas de tus papás y quedarnos ahí, viendo un atardecer diferente, deseando el siguiente.

Pero Katherine no iba con nosotros. Katherine prefería hacer otras cosas como ir a clases de natación, ir a la playa con el club de porristas, ir a campamentos de verano... Tenía gustos muy apuestos a los nuestros y Bonnie era una razón más para negarse, estaba con nosotros todo el tiempo y bueno, automáticamente rechazaba cualquier invitación.

Dear Ed: [Ed Sheeran] Where stories live. Discover now