Capítulo 13

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Queridísima Beth:

Ese día me sudaban las manos, pero fue algo que desde el principio había planeado. Por primera vez, no quería compartirlo con Ald, ni con Bonn, ni siquiera con Kate, sólo con Beth Salmon. Sólo contigo y fue genial. Qué días.

Al día siguiente, topé con Katherine en el pasillo de los chicos de onceavo grado y fue muy raro, pero eso no me impidió el acercarme a ella, no sólo porque hace unas semanas habíamos hecho amistad, también porque nuestra Kate, estaba llorando Beth.

Después de escucharla, fue inevitable preguntarme: ¿Por qué el amor tiene que doler? Es decir, se supone que es amor, y bueno, el amor debería de hacerte sentir mejor ¿no? Me lleva la mierda, es amor. Amor Beth.

Después de mi crisis existencial, decidí ir por un helado, tú y yo sabemos que nadie se resiste al helado y siempre encaja en todo así que la invité. Sí, yo la invité.

Mis planes estaban de la siguiente manera:

1.- Pasar al baño. Por esa misma razón topé con Kate, todo fue gracias a mi vejiga

2.- Quería entregarle a Steven su libro de Biología. Me lo había prestado y tenía que devolvérselo, además de que me hacia peso en la mochila

3.- Pasar por Ald

4.- Pasar por ti

5.- Quejarme de Bonn

Pero toda mi lista exquisitamente planeada se fue a la mierda en cuanto Kate me persuadió con un "No, no... No quiero que me vean llorar. Beth se preocupará, por favor Eddy" no sabes lo mucho que mi piel se erizó en cuanto escuché su diminutivo Eddy. Supuse que era cosas de chicas así que fuimos sólo los dos.

Te vi al doblar la esquina desde el otro extremo del pasillo para salir de la escuela, lucías tan fresca, como un salmón recién pescado (qué ironía Beth Salmon). Me miraste pero al parecer tus ojos se arrepintieron de aquella acción, porque los devolviste hacia el frente y comenzaste a caminar con la pila de libros sobre tus manos, tan rápido que ni tiempo me diste para saludar.

¿Por qué lo hiciste Beth? Nos ignoraste, no, me ignoraste.

- Dime, ¿por qué ellos hacen eso? Los odio tanto, son iguales Edward. Todos ellos -. Realmente estaba muy enojada y yo estaba realmente sorprendido. No sé si te lo dije pero una vez que estuvimos en la heladería comenzó a amonestar contra todos los hombres del planeta, tanto, las bolas se me encogieron como pasas.

Comencé a jugar con los extremos del cono de helado pensando en qué putas le iba contestar a Kate, de verdad que sí Beth, sabes que no sé, no sabía muchas cosas.

- Pues, supongo que... Mira Kate - suspiré y lamí nuevamente el helado - tal vez elegiste al chico equivocado consecutivas veces, eso hacia mi pri...

- No era mi intención ofenderte sólo que la mayoría de ellos son tan, tan...

- Mierda

- ¡Sí! - exclamó con euforia y relajó sus facciones.

- ¿Qué?

- ¡Hasta que alguien nos comprende! ¡Lo sabía, Dios! - elevó las manos al cielo con dramatismo y yo comencé a reír.

Yo sólo dije mierda porque no me fije cuando el helado cayó sobre mis pantalones, no había lamido lo suficiente y se estaba derritiendo. Problemas de la vida.

Y al final del día me dijo que esto se tenía que repetir, y siendo sincero pensé lo mismo, era una buena chica después de todo.

Me sentí muy bien en cuanto llegué a casa y lo primero que hice fue aventar la mochila, deshacerme del abrigo y sentarme en el sofá para ver The Simpson pero el sonido del teléfono interrumpió el nuevo capítulo que habían estrenado.

Dear Ed: [Ed Sheeran] Where stories live. Discover now