Capítulo 5

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Querida Beth:

¿Qué? ¿Cómo que no te presté atención?

Ya empezamos mal Beth. Como siempre.

Sí estaba al pendiente de tus respuestas, de tus gestos, de todo... sólo que no al 100%. No seas tan dura Beth por Dios... bueno no, no, mentira mentira, sabes lo imbécil que soy, porque sabes que no puse la atención que merecías. De verdad, perdón.

Cuando haces esto, haces que te sume puntos y eso me parece injusto Beth, ya que soy un idiota despistado y las chicas suelen ser más... más... No lo sé Beth, tan ellas, tan ustedes, siempre al pendiente de todo, astutas, nada se les olvida ni se les pasa por desapercibido y eso está bien, sólo que a nosotros los idiotas, hacer vernos aún mas idiotas. Sin embargo, recuerdo la mayoría de las cosas que me dijiste, sólo que no con exactitud.

A veces pienso que eso es genial, pero otras veces no.

Sabemos que no puse mucha atención, pero sí lo hice cuando fuimos con Bonnie y Ald a Candies & Sugars.

Desde ahí, ya te veía como una amiga, hasta que después me hiciste dudar de eso, hasta que me hiciste estar en total desacuerdo con nuestro propio concepto de amistad. Te empecé a querer muy rápido y ese fue el problema. Y el problema, no fue quererte tan rápido, el problema fue que tú no me quisiste con la misma intensidad.

Eso es otro caso, que ahora no combiene hablarlo pero sí deberíamos hacerlo. ¿No crees?

Sinceramente no estabas en el plan, ya que sólo planeábamos ir por unas buenas milkshakes, técnicamente ese era el pago por haber extraviado el paraguas de Bonn, pero Bonnie nos dijo que no podría ir a Candies & Sugars sin su mejor amiga, o sea: Beth Salmon.

Y la verdad, no me parecía mala idea tanto que me tomé la molestia de pensar en ti todo el bendito camino. Estaba haciéndote un análisis, llegando a la conclusión de que podíamos ser amigos en un futuro no muy lejano. Te imaginaba en las posibles situaciones que podían pasar siendo amigos, pero jamás me imaginé que pasaría eso.

Ciertamente habías mencionado que vivías cerca de allí, cosa que Ald y yo  comprobamos justo cuando cruzamos el jardín de tus papás, mientras Bonn nos decía "Sean cuidadosos, el jardín de la mamá de Beth está precioso" cosa que no le vi el encanto, al menos no a la primera. Perdóname, otra vez.

"No pises aquí, tampoco allá. Sobre el caminito. No sean idiotas y dejen de bromear. ¡Las vas aplastar!" Pura mierda. Me desesperó muchísimo porque ENTENDÍAMOS QUE EL JARDÍN DE TU MAMÁ ERA PRECIOSO Y SAGRADO y aún así Bonnie no se callaba.

Traté de buscar un buen motivo para no aplastar el pasto de tu mamá mientras Bonnie azotaba la puerta clamando por tu presencia. Mientras esperábamos, traté de buscarle el atractivo y casi me ocasiono un derrame cerebral hasta que llegué a la conclusión que era de tú mamá y una madre enojada no le hace gracia a nadie, así que no pisé el pasto de mamá Salmon, así de simple, por el caminito, por el caminito.

Después de 5 décadas Beth Salmon se dignó a asomarse por la puerta. Nos miraste como si fuésemos testigos de Jehová, Beth, nos miraste de una manera peculiar, sutil, me dio un nosequé hasta que poco a poco tu vista se acostumbró a tener a un castaño y a un pelirrojo cerca.

Ladeé afirmativamente saludándote.

- Se supone que los fines de semana descanso de ti Bonn - dijiste recargada en el marco de la puerta, nos saludaste de la misma manera a Ald y a mi.

- Milkshakes... - canturreó Bonn y por primera vez te vi sonreír mostrando los dientes. Te escuché pedirle permiso a tus papás y luego de unas cuantas preguntas y cerrar con tranquilidad la puerta apareciste en la acera junto a nosotros.

Dear Ed: [Ed Sheeran] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora