Capítulo 9

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Querida Beth:

Cuando estoy sobrio no soy muy bueno hablando con las chicas, me pongo nervioso cuando no sé que decir y mi rostro comienza a enrojecer. Y tú lo sabes. Pero aquella noche había bebido mucha mierda, así que tenía el valor suficiente para hacer cualquier cosa, de verdad que sí.

La manera en la que conocí a Katherine fue la más normal, además estabas tú y aunque no hablaste, sabía que estabas procesando cada palabra que intercambiábamos aunque me limitaba a decir cosas coherentes y aunque no lo creas, cada palabra que decía era procesada 3 segundos antes de pronunciarla en voz alta. Su manera de hablar, mirar, expresarse,... su manera de ser era delicada, incluso hasta cuando se sentaba era muy cuidadosa. Me sentí muy intimidado.

Era el tipo de chica que todos considerabamos bonita, centrada, justa. Era casi perfecta.

Kate era amante de los perros y de la naturaleza. Recuerdo que pegó un chillido cuando le dije que Ald y yo solíamos ir a la cabaña de sus tíos en vacaciones, la miraste de soslayo y te revolviste en tu lugar. Después de 10 minutos se volvió hacía a ti, dándose cuenta que existías, preguntándote:

- Hey Be, disculpa, ¿cómo has estado? - te sonrió, parpadeaste y seguidamente asentiste.

- Con demasiada tarea que pienso terminar hasta el 2089, pero aún respiro así que...

- Qué pesimista Be - me pareció una broma y aún lo recuerdo pero ya no me parece una. Volvió a mirarme -. Deberías rodearte de gente positiva y Eddy es un claro ejemplo - ahora a quien sonrió fue a mi. Tenía un hoyuelo en la mejilla derecha... o izquierda, ya no lo sé. Reí silenciosamente.

De todo lo que había dicho, tú te habías quedado atrapada en el Eddy. ¿Cómo lo sé? Porque yo también me había quedado estancado ahí. Te miré por unos segundo pero tú la mirabas a ella. ¿Qué significaba, Beth? Querías decir algo pero te lo guardaste, como siempre, ahogándote con tus sentimientos, como si no pasara nada.

Iba a decirme algo más pero el timbre no la dejó, recogió sus cosas en un segundo y se acercó a mi, dándome un beso en la mejilla. En la mejilla Beth.

Ni tú, ni yo y mucho menos Bonnie teníamos la costumbre de saludarnos o despedirnos con un beso en la mejilla, no, no, para nada. ¿Qué era un beso, y por qué me besó?

Le sonreíste y agitaste la mano, despidiéndote de tu mejor amiga, porque lo era, ¿no?

En cambio tú, tortuga, tomaste tus cosas en un par de minutos más y yo hice lo mismo, quería esperarte. Caminamos en dirección a nuestros casilleros en silencio.

- Vaya Beth, tienes una amiga muy...

- Inteligente, alegre, positiva, simpática y linda - completaste con una sonrisa volviendo tus ojos hacía a mi. Por un momento pensé que empezarías a bailar las cejas.

- Ajá - dije sonriendo - ¿Quieres ir por una milkshake después de la escuela? No terminamos de probar la cartill...

- Emmm, no - negaste con la cabeza, comenzaste a sacar y meter libros a lo loco en tu casillero - tengo un montón de tarea y - ni me mirabas cuando me hablabas estúpida. Me estabas esquivando. Sólo se escuchaba tus libros chocando con las paredes metálicas - mis padres esperan que vaya a cenar con ellos a casa de mis tíos y si no lo hago seré la peor hija de todo Suffolk, y qué te digo, - levantaste la cabeza mirándome - soy una buena hija - concluiste haciendo unas marcadas comillas con tus dedos.

- Mierda

- Lo mismo dije

No volvimos hablar sobre Katherine, porque no tenía dudas, o interés alguno. Al final del día nos reunimos en la parada de autobús y fue ahí donde Bonn explicó porqué no le agradaba Kate y el motivo de porqué se dividían los días para verse. Eso era de lo más extraño. Era horrible Salmon, aceptalo.

Dear Ed: [Ed Sheeran] Where stories live. Discover now