Capítulo 18

202 23 10
                                    

Querido Ed:

"Nuevo sabor, nueva milkshake: Chabacano y Almendras, pruébalos, pruébalos" decía el nuevo cartel de Candies & Sugars. Era nuevo sabor, y teníamos que esperar a que nuestros papás nos cancelaran el castigo para poder ir y averiguar qué tan bien sabían, si sabían mejor de lo que lucía en aquel cartel.

¿Sabes por qué no fui con ustedes? Claro qué no lo sabes, porque nunca te dije. Pero ya no hay nada que lamentar, así que puedo decírtelo con lujo de detalle, con toda la calma posible, Ed.

No contestaste mi pregunta, porque sabías que habías escrito lo mismo para ella, desgraciado. Qué imbécil eras, fíjate.

Un día, (para ser exacta un día después de lo de tu poemita, que me encantó, porque de veras me había fascinado) Kate vino a mi casa, vino en una actitud que derrochaba alegría extrema ¿para qué? muy simple, nuestra Katherine fue a mi casa para contarme el maravilloso poema que le habías escrito; sólo para ella, repito, sólo para ella. Estaba sorprendida, se emocionaba mientras leía cada parte, cada verso a pesar del insignificante detalle en el último, ya que no rimaba, aún así no protestó, estaba enamorada y la verdad, no estaba enojada con ella. La comprendía porque así me sentí yo, hasta el grado de pensar «Así de estúpida me vi, ay qué asco» y bueno, todo eso me lo guardé, me atraganté con mis emociones.

- Él es tan dulce Be, es un amor de persona - se soplaba el rostro con tu cartita.

- Así es él, supongo - realmente no suponía ni una mierda, en ese instante me sentía molesta, agria, blue.

- ¡Pero tú conoces más sobre él! - pegó un salto de mi cama y suspiró - Tienes que decirme, porque necesito saber más de él - se acercó más a mi con una especie de ansiedad, como si le estuviera dando las respuestas del examen de Aritmética.

- No sé mucho Kate... Es decir, no sé más de lo que tú ya sabes - mentira. Yo sabía mucho de ti, fuera de mis 5 sentidos pero lo sabía y eso lo guardaba para mi. Era como nuesta especie de relación que yo sólo sabía que existía. Lo sé, daba pena, y mucha.

- Be...

No tienes idea... o tal vez sí, de como me desquiciaba estar en este tipo de situaciones. Cuando comenzó a poner su cara tierna, colgando de mi manga con descaro, exigiéndome respuestas, porque sé que ella sabía que yo tenía una especie de diccionario sobre ti y como era su mejor amiga, echarme para atrás no encajaba en el rol de mejores amigas. Flojita y cooperando.

- Ed es... Lo que te dije la vez pasada. ¿Lo recuerdas? Espero que sí, porque tiende a tener pánicos curiosos y manías pegajosas - la miré para asegurarme que todo lo que había dicho había sido procesado por su cerebro.

- ¿Te ha dicho algo sobre mi? - posó ese par de ojos azules sobre mi, esos ojos que movían todo en ti, que te conmovia hasta los huesos.

- Negativo - contesté como tú, ya me habías contagiado hasta el vocabulario.

- ¿De verdad? - repuso - Creí que te lo iba a decir él - bufó rodando los ojos.

¿Qué cosa tenías que decirme, Ed, y por qué no me lo dijiste? Siempre creí que si te confiaba mis secretos y te regalaba mi confianza tenía el chance de tener una pequeña parte de tu pelirrojo corazón.

- ¿Decirme qué? - le sonreí porque quería que tuviera la confianza para decírmelo, me hubieses visto la cara, Ed, apreté tanto la mandíbula, que creí que se me iban a desmoronar los dientes.

Se acercó más a mi y se inclinó como si fuese a decirme un secreto.

- ¡Ed y yo cumplimos nuestro primer mes de ser novios!

Dear Ed: [Ed Sheeran] Where stories live. Discover now