— No lo hará, confía en mí. Por favor Perrie — esta sube la mirada con inseguridad conectando sus miradas, encontrándose con la de él la cual era suplicante. Suspiró.

— Esta bien — aceptó haciendo a Harry sonreír.

— Bien mi gente, es hora de ir a terminar todo — dice Gemma mientras revisaba las cosas que tenían por hacer aquella mañana para planificar todo.

— Pero es muy temprano — se queja Niall mientras abraza a Jesy por la espalda y recuesta su cabeza en su hombro. Gemma lo mira entrecerrando los ojos.

— Son las once de la mañana Niall, las once.

— A esta hora yo estuviera durmiendo cómodamente en mi hermosa ca...

— A nadie le importa — lo interrumpe. — Bien, nos dividiremos, Niall y Zayn irán a buscar el regalo de Jade en casa de Harry, los demás iremos al hotel y dejaremos a Perrie en la casa de Jade en camino allá — dice la hermana del rizado. — Perrie, ve con Harry a la caja y paguen esa ropa, debemos irnos.

— ¿Por qué no puedo ir al hotel con ustedes? — dice Niall con un puchero.

— Porque no quiero escuchar tus estúpidas preguntas — gruñe Gemma.

— ¿Y a qué hora comeremos?

— Acabamos de comer.

— Pero tengo hambre.

— Quítenlo de mi vista.

(...)

Perrie bajó del auto sintiendo sus manos temblar, volteó a ver a Harry quien le entregaba el vestido y los zapatos los cuales estaban en una caja de regalo.

La chica de ojos azules se acercó a la puerta de la casa de Niall, antes de tocar volteó a ver el auto. Suspiró y sus nudillos tocaron tres veces la puerta, mordió su labio inferior pensando en si huir o seguir esperando.

Cuando fue demasiado tarde para hacerlo, la puerta se abrió dejando ver a la castaña con algunos de sus rizos en su cabello, ya que se alisaba el cabello muy seguido y sus rizos querían salir a la luz.

La expresión de Jade al ver a Perrie parada ahí, no tenía precio. No sabía si ir y abrazarla con todas sus fuerzas, repitiéndole cuanto la extrañó, o gritarle por dejarla sola estos años cuando más la necesitaba, aun así ella supiera que todo era su culpa y no de ella.

— ¿Qué...?

— Harry me dijo que viniera a traerte esto — dijo rápidamente tendiéndole la caja, está la tomó con duda. — Y también me pidió que te ayudara a arreglarte pero si no quieres puedo irme, no hay problema con eso ya que entiendo que...

— ¡Perrie, calma! — ríe. — No hay problema, no voy a gritarte si eso es lo que piensas — sonríe a medias haciendo que ella sonría con alegría.

— ¿Enserio?

— Sí, pero, ¿enserio pensabas eso? — esta baja la mirada sonrojándose.

— Sí... Perdón por pensarlo es que por nuestro último encuentro yo creía que...

— Lo sé, lo sé — hace una mueca mientras la deja pasar. Harry sonríe para luego sentir como Niall ponía en marcha el auto. — Pero ya sabes, estaba enojada por lo de Harry que no me di cuenta de lo triste que estaba hasta que te fuiste — se encoge de hombros cerrando la puerta detrás de ella, Perrie la mira tímida. — Tú eras a la que más necesitaba y bueno — ríe. — Creo que solo fui una estúpida al tratarte así cuando tú eras mi mejor amiga y querías apoyarme en esto — Perrie trató de sonreír mientras bajaba la mirada.

Rude ⋆ Jarry (2)Onde histórias criam vida. Descubra agora