Rude ⋆ Jarry (2)

xxiii. CAMBIO.

RUDE.
( LIBRO DOS. )

Era viernes, ya habían salido de la escuela por lo que las chicas y él fueron al centro comercial, Harry casi ahorca a Zayn y a Niall por no venir a acompañarlo. Leigh y Perrie empujaban al rizado por la espalda para que siguiera caminando atrás de Jesy, este sin ánimos arrastraba los pies sin opción.

— Jesy — alargó Harry. — No quiero cambiarme, adoro mi ropa, mis botas, mis pantalones, ¡no seas así! — sus ojos se abrieron de sobremanera al ver que la chica delante de él se dirigía a una tienda para hombres.

— Harry, solo tendrás que usar esa ropa por un solo día, además tus botas y tu pantalón te lo dejaré, solo venimos a comprar unas camisas y algo para tu cabello — el chico seguía alarmándose.

— ¡No quiero que me vayas a comprar moños! — Perrie sonrió al notar que Harry no se había dado cuenta de lo que había dicho, Jade amaba los moños con su vida.

Jesy rodó los ojos ya con fastidio. — Solo cállate. Chicas, ayúdenme a buscar lo que les dije, tú ricitos ve cerca del probador, espera ahí — el chico de ojos verdes no tuvo opción que darse la vuelta y comenzar a caminar hacia donde le habían indicado.

(...)

Ya habían pasado alrededor de dos horas y Harry se encontraba sin camisa en medio de la tienda, ya que las chicas no dejaban de probarle ropa como si fuera un bebé o incluso un maniquí. Todas las pocas mujeres que se encontraban en la tienda se quedaban viendo como bobas al rizado, el cual su pecho y brazos estaban muy bien marcados. Ellas no podían creer como ninguna de esas chicas se sorprendida al ver y tocar el pecho del chico.

— No voy a usar esto — le dijo a Leigh-Anne quien le había puesto un gorro de lana con una pequeña bolita en la punta.

— ¡Pero te ves tierno! Nos lo llevamos — dice Perrie enternecida metiendo el gorro a la canasta, el cual tenía un poco de ropa, alguna para él y otra para Zayn o Niall. Harry suspiró con cansancio mientras Jesy le ponía con ayuda de Perrie una camisa blanca, para que luego Leigh le pusiera por la espalda una camisa larga roja de cuadros.

Las tres se juntaron frente a él con una mano en su barbilla.

— Le falta algo — murmuraron. El chico junto sus labios mirándolas con una ceja alzada.

Segundos después, todas se encontraban buscando por toda la tienda algo que pueda quedarle bien en el cabello, Harry miraba con atención a las tres chicas girarse y tomar cosas con rapidez, pero una chica castaña de ojos azules lo llamó. Este volteó confundido ya que la chica lo miraba coquetamente.

— ¿Se te ofrece algo? — cuestiona cruzándose de brazos frente a ella.

— Solo quería saber si quisieras algún día ir a tomar un café conmigo, no lo sé — trató de acercarse a él pero Harry solo se alejó. — Vamos, nene. No me tengas miedo, no muerdo a menos que tú me dejes, soy Hayley por cierto — extendió su mano pero Harry no la tomó. La chica rió bajo. — Enserio, no muerdo a menos que tú me digas donde.

— Pues entonces ve a morderle el culo a tu padre quien esta atrás de ti, zorra — habló Leigh con Jesy y Perrie a sus lados.

Segundos después, la castaña ya estaba fuera de la tienda con su padre gritándole, cuando Harry iba a voltearse para agradecerles, sintió como tocaban repetidas veces su cabello. Después las tres lo voltearon.

Las tres chicas abrieron su boca que literalmente llegaba al piso.

— Te juro que te violaría — dijo Jesy.

— Yo te secuestraría — dijo Leigh.

— Yo haría ambos — Perrie dice. Harry rió con nerviosismo.

— Bueno, ¿qué aprendimos hoy? No decir eso frente a Niall, Jordan o Zayn ya que después este pequeño ser, quedará destruido.

Ellas rieron abrazándolo, para luego llevarlo a la caja y que pudiera irse con la ropa puesta, ya que dentro de poco sería la fiesta de Liam, ya que él iría solo luego de dejarlas en casa.