Capítulo Quince.

7 1 0
                                    

Thomas Morgan.

Llegué a casa de Georgia más mojado de lo que estaba. Me había invitado a pasar la noche con ella para celebrar que habíamos pasado el examen con una buena calificación. No sé si intenté poner una excusa, porque di muchas vueltas antes de decirle que si aceptaba ir con ella. Primero le dije que necesitaba preguntarle a Lucas si él podría ir solo al departamento de Liam y Chiara, pero me demoré para ello. Al final él mismo me dijo frente a ella que fuese tranquilo, pero que antes me pasara por allí a buscar un pendrive que se había olvidado.

—Que lindo te ves cariño. — Georgia se acercó a mi y me plantó un beso suave en los labios.

Me quedé anonadado, pensando, analizando. Yo tenía entendido que ambos solo jugábamos y nos divertíamos de vez en cuando, pero ella estaba comenzando a tener actitudes conmigo que me asustaban. Porque no quería lastimarla, y porque no estaba seguro de querer formalizar con Georgia.
Al principio, después del primero polvo que nos échamos, hablamos sobre eso. Que lo nuestro sería pura y exclusivamente para follar cuando tuviésemos ganas, y lo era. Siempre nos buscabamos, pero no pasaba más de allí. Por eso, después de haberlo hablado un par de veces para aclarar los asuntos con ella, no podia imaginarla conmigo en algo más que no fuese a cuatro patas sobre la cama. Porque me había dejado en claro que no lo quería. Y que comenzara a acercarse a mi en cualquier parte del instituto, como si marcase su territorio, me incomodaba.

— ¿Sucede algo? — Le pregunté, quise ser directo pero no me salió como esperaba.

— ¿Que me podría suceder?

—Nada. —dije. — ¿Vamos a follar?

Ella sonrió, pero noté un aire triste en su rostro.

—En realidad... hoy quería que viéramos una película. Compré dos hamburguesas en McDonald's para compartir.

Aún confundido, intervine.

— ¿Y luego follaremos, verdad? — Creo que no quería saber la respuesta. Asi que me voltee y me senté en la orilla de su cama, me revolví el cabello mojado y retrocedi para mirarla. — ¿Que pasa?

— ¿De verdad solo te interesa Follar?

—Pues... es lo que hacemos siempre, ¿no?

—Pero podemos hacer algo distinto hoy. ¿No te apetece?

No pude sostener mis ojos sobre los de ella. Los notaba un poco más intensos de los que los recordaba. Y mi miedo aumento cuando entre sus pupilas dilatas, noté un ligero enrojecimiento en lo blanco.
No podía creer como Georgia había confundido las cosas incluso cuando fue ella misma quien me advirtió a mi de que no lo hiciera.

—Claro. —dije fingiendo una sonrisa.

Pero es que... ¿como se suponía que reaccionara? Mi cabeza estaba en el departamento de Chiara, y mi cuerpo cerca del de Georgia. Pero inevitablemente sentía la desesperación de que mi cuerpo también estuviese cerca del de Chiara. Y no, no estaba confundido. Sabía incluso de lo que me hablaba Lucas cada vez que ambos pisabamos el departamento de nuestro amigo. Porque si habían pasado cosas, siempre pasaron, y no estaba seguro de que eso cambiaría con los años. Solo que, estaba muerto de miedo. Con ella siempre supe que si me volvía sincero, las cosas irían en serio, y eso significaba enfrentarme a mi familia, a mis amigos, a Liam... y a mi mismo también.

Y es lamentable decir que lo único que hizo que saliera de mis pensamientos, fue el roce de las manos de Georgia en mi pecho al acostarse sobre mi. Entonces supe que no debía dejarlo pasar, ya no.
Me levanté de golpe y le pedí a ruegos que me perdonara, y como un hombre cobarde, me excuse diciendole que habia olvidado pasar por algo en casa de mi madre y que en una hora volvía. Pero era mentira. No queria volver. Quería ir a mi hogar, y hablar con mi mamá, era la única que iba a saber que decirme.

Cuando dejamos de sentir miedo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora