NAIPES (II): UN VIAJE LARGO Y DURO

Capítulo 39: La belleza es subjetiva.

El despertar de Sota de Copas lleva a que los demás también se despierten de su letargo-debate sobre el mercado laboral.

Caballo de Copas: ¡¡Menos mal que estaba viva!! ¡¡Estaba muy preocupado por ti!! ¡Casi me amargas el cumpleaños!

Sota de Copas: A ya... ¿Qué ha pasado?

Caballo de Copas: Te hemos encontrado ahí, tirada, en medio del suelo, con muy mala cara. Por un momento pensé que nos habías dejado para siempre. ¡A la próxima trata de llamar un poquito menos la atención si te vas a desmayar en algún sitio o lo que sea! Que parece que si no eres protagonista te aburres...

Caballo de Oros: Menuda manera de ver la paja en el ojo ajeno...

Sota de Copas: Bueno, una no decide cuando tiene un desmayo...

Caballo de Espadas: ¿Qué te pasó? ¿Por qué acabaste ahí tendida en el suelo?

Caballo de Copas: ¡Eso! Al menos podías haberte acercado a la cama un poco, que ha sido entrar y verte ahí. ¡Se me ha pasado la borrachera de golpe!

Sota de Copas: Qué exagerado, me dio una bajada de azúcar y ya.

Caballo de Copas: Madre mía, si nunca te ha dado una bajada de azúcar.

Caballo de Oros: Pues habrá cogido frío, supongo, por mucho que esté en la casa, estar tirada ahí en el suelo... Y a saber cuánto tiempo.

Iriana: Y sin canalizar poder mágico.

Sota de Oros: Pobre Sota de Copas. Y con lo incómodo que es dormir en el suelo, seguro que tiene la espalda dolorida. Creo que esta noche debería dormir en la cama, porque además ha tenido una subida de azúcar.

Iriana: Qué bueno eres, Sota de Oros. Me cuesta creer que alguien pida que le den la cama a otra persona en lugar de intentar quedársela para él.

Sota de Oros: Bueno, iba a decir que a mí también me duele un poco la espalda, o sea...

Sota de Bastos: ¡Pues yo creo que debería dormir en la cama Caballo de Bastos alguna vez! ¡Que pa eso es suya! Sin desmerecer a Sota de Copas, claro.

Caballo de Copas: Yo creo que el cumpleañero debe dormir en la cama.

Iriana: ¡¡Tú llevas durmiendo en la cama todos los días!!

Caballo de Copas: Srry bby, es que la veintena pesa como una losa sobre mi espalda. Además, si vamos a salir mañana tengo que estar fuerte. Uno tiene ya una edad.

Caballo de Oros: Como si Sota de Copas no tuviese muchos más años.

Caballo de Bastos: ¿Cuántos años tiene Sota de Copas? Digo, porque nunca nos lo ha dicho.

Caballo de Oros: Yo digo que muchos.

Iriana: ¿Sí? Yo creo que no tantos, no parece...

Sota de Oros: Muchos más que Caballo de Copas tiene que tener. Por algo es como una madre para él, tiene que tener ya una edad.

Sota de Bastos: Yo le echo 47.

Sota de Copas: Oye...

"Al fin y al cabo, mi cuerpo es de 30", piensa.

Caballo de Copas: Yo no voy a desvelar la edad de Sota de Copas. Es de mala educación desvelar la edad de una vieja.

Caballo de Oros: Ni que la educación fuese un obstáculo para ti.

Iriana: Pues si tiene 47 se conserva muy bien.

"Gracias", piensa Sota de Copas.

Y la conversación sobre la edad de Sota de Copas sigue sin rumbo, así que la aludida aprovecha la situación para hablar con Caballo de Espadas por telepatía. Ahora que todo el mundo está distraído y ninguno de los dos está interviniendo en la conversación es el momento ideal para advertirle de lo que vio esa tarde. "Caballo de Espadas, no te asustes", comienza la conversación telepática. Caballo de Espadas se asusta. "No te asustes", recalca Sota de Copas. Caballo de Espadas cree a Sota de Copas y se desasusta cuando cae en que es Sota de Copas quien le está hablando por telepatía como de costumbre. "¿Qué quieres?", contesta el espadachín, para que Sota de Copas sea consciente de que está en línea. "Verás, ¿cómo te lo digo? Lo que me ha pasado no ha sido una bajada de azúcar...", comienza a contar. Caballo de Espadas se sorprende, aunque pensándolo fríamente es capaz de imaginarse cualquier cosa viniendo de Sota de Copas, que prosigue la comunicación telepática.