Capítulo 12: Supergenial.

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Sota de Bastos: J*der, no es mi plato favorito, pero la vajilla estaba de p*ta madre.

Caballo de Bastos: Sí, para no haber nada que rebañar estaba de la p*ta h*stia. Me encuentro mucho mejor.

Caballo de Espadas asiente.

Caballo de Espadas: Ahora sí, ahora sí que no tengo hambre. Estoy completamente recuperado.

Sota de Oros: ¿Y ahora qué hacemos?

Sota de Copas: Dormir, supongo.

Caballo de Copas: ¿Ya? ¿Tan pronto? ¡Yo no me quiero ir ahí tan pronto!

Sota de Copas: La otra opción es hacer una orgía en el salón... Ya nos lo dijeron los dueños de la casa...

Sota de Oros: ¡¡Yo no voy a participar en una orgía en el salón!! ¡¡Guardo mi virginidad hasta el matrimonio!!

Caballo de Oros mira hacia otro lado.

Caballo de Copas: Y yo no voy a participar en una orgía en el salón en la que participéis vosotros, a saber qué me pegáis.

Sota de Bastos: Yo paso de orgías en el salón.

Sota de Copas: Y yo.

Sota de Espadas: Y yo.

Caballo de Espadas: Entonces yo también.

Caballo de Bastos: Yo no puedo... Qué faena... Nunca le hago ascos a una orgía en un salón...

Todos miran a Caballo de Oros.

Caballo de Oros: Yo es que creo que a veces hay que experimentar cosas nuevas.

Caballo de Copas: Entonces... ¿Vas a participar en la orgía del salón? Iugh...

Caballo de Oros: Sí.

Sota de Copas: No entiendo cómo, pero adelante.

Sota de Bastos: Pásatelo bien, tronco.

Caballo de Espadas: Buenas noches.

Sota de Oros: Me parece supergenial, hasta mañana y pasa una buena noche, uwu.

Sota de Espadas: Sí, buenas noches.

Caballo de Bastos: J*er, qué envidia. La suerte del feo el guapo la desea. Buenas noches, tronco, pásatelo de p*ta madre.

Caballo de Copas: Agur, feo.

Y se suben por las escaleras hacia el piso de arriba, dejando a Caballo de Oros ahí. Caballo de Oros mira a sus amigos con una lágrima saliendo de uno de sus ojos, antes de adentrarse en el maravilloso mundo de las orgías en solitario.

Caballo de Oros: Adiós, amigos.


Ya en el piso de arriba, el ambiente vuelve a ser lamentable. Es decir, el ambiente es lamentable en toda la casa, pero en el piso de arriba más. Es como si pudiera llover encima de los personajes aun estando a cubierto (las goteras hacen bastante), como si se encontraran en la peor de las penumbras, como si acabaran de regresar a la boca del lobo.

Caballo de Copas: Ughh... Otra vez aquí...

Sota de Copas: ¿De qué te quejas tanto? Podías haberte quedado abajo.

Caballo de Copas: Sí, claro, y hacer una orgía con el feo ese. No, gracias.

Sota de Copas: Venga, entonces a mimir, bonito.

Sota de Copas le da un besito en la frente a Caballo de Copas, que se queda como si tal cosa. Incluso pone una mueca desagradable. La hechicera se mete en su habitación y cierra la puerta para no ser molestada por nadie. Tiene que dormir bien para afrontar los peligros del mañana, nunca se sabe qué pueden deparar las frías tierras del Norte del Reino de Oros.

NAIPES (II): UN VIAJE LARGO Y DURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora