Capítulo 5: Un oso.

39 8 58
                                    

La noche sigue en la posada del amor. Caballo de Espadas se mete en la cama de pinchos, aun sabiendo el daño que le podían acabar haciendo. Sota de Espadas, sin decirle nada a su primo, se mete en la suya, aunque está un poco tocada por la tabla de quesos que se acaba de comer. Después de tanto queso, le apetece catar otro tipo de queso. "Quizás sea porque no he hecho bien la digestión aún", piensa. Para enfriar su mente, se queda con los ojos abiertos mirando hacia arriba en la cama. Pero nada, no es capaz de pensar en otra cosa que en comerse unos buenos pies. "Mecachis, yo que me quería rehabilitar".

Así que se levanta. Caballo de Espadas, que no consigue pegar ojo por el dolor de los pinchos, también se levanta.

Caballo de Espadas: ¿Qué te pasa? ¿A dónde vas?

Sota de Espadas: Voy a la habitación de Sota de Copas.

Caballo de Espadas: Pero...

Sin decir más palabra, Sota de Espadas sale de allí, dejando a Caballo de Espadas ahí plantado, suponiéndose todo lo que sucedía. Cuando llega a la habitación de Sota de Copas, esta está en la puerta.

Sota de Copas: Te estaba esperando.

Tiene a Caballo de Copas a su lado, con cara de mala leche.

Sota de Copas: Pasa, pasa. Caballo de Copas, ya te puedes ir con tu onii-chan.

Y Sota de Espadas entra en la habitación de Sota de Copas esperando proseguir con la degustación extra de la tabla de quesos. Caballo de Copas se va refunfuñando a la habitación de Caballo de Espadas. "Me parece increíble que me eche de mi habitación solo porque quiere que le chupen los pies, estoy indignado".

Cuando llega a la habitación llama a la puerta. Caballo de Espadas le llama ipso facto, esperándose que este apareciera de un momento a otro, porque estaba claro que Sota de Copas lo iba a echar de su habitación para hacer sus cosas.

Caballo de Copas: Hola uwu.

Y entra a la habitación. Lo que se encuentra le sorprende y le agrada a partes iguales.

Caballo de Copas: ¡¡Una cama de pinchos!! ¿Por qué no me habías dicho que tenías una cama de pinchos? ¡Qué fantasía! ¡Estoy totalmente en esto!

Y se lanza en plancha. Parece que no le hace mucho daño, porque se le ve contento.

Caballo de Copas: En fin, onii-chan, ¿no te parece super mal que Sota de Espadas te haya dejado aquí plantado para irse con Sota de Copas? A mí me parece muy mal.

Caballo de Espadas aprovecha que Caballo de Copas se ha lanzado a la cama de pinchos y está contentísimo con ella para meterse en la cama normal.

Caballo de Espadas: ¿Por qué debería importarme? Puede hacer lo que quiera, al fin y al cabo, no es nada mío...

Caballo de Copas: Bueno, es tu prima...

Y se ríe para sus adentros. Caballo de Espadas se pone triste, el recuerdo de que su prima es su prima hace que una nube de pesar se cierna sobre él. Lo que mejor se le da a Caballo de Copas es meter el dedo en la llaga, por lo que se ve.

Caballo de Espadas: Nada me importa. Igual que a ti no debería importarte, creo que no deberías criticar tanto.

Caballo de Copas: ¿Criticar? Pues sí. Pero lo que digo aquí, luego se lo digo a la cara sin ningún reparo.

Es un argumento irrefutable, Caballo de Espadas no le puede discutir. Cierra los ojos e intenta dormir, pero parece que Caballo de Copas tiene ganas de cháchara.

Caballo de Copas: ¿Dónde estará el Sbren-algo? ¿Sigue ahí abajo? Me pone de los nervios. No sé qué pretende yendo ahí a vender su cuerpo...

Y va a la ventana. Y después a la mirilla. Y después a la ventana. Caballo de Espadas está desesperado.

NAIPES (II): UN VIAJE LARGO Y DUROOù les histoires vivent. Découvrez maintenant