Capítulo 24: Mi familia.

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Amanece un nuevo día, Caballo de Espadas se ha cambiado de pantalones y lo ve todo de otro color, como más alegre, más feliz. Para él, el sol ilumina la nieve del Reino de Bastos. El resto también lo ve todo de otro color.

Caballo de Copas: ¿Y esos pantalones? Qué raros son. Son otros distintos a los habituales.

Sota de Oros: Sí, son como de otro color.

Sota de Copas asiente.

Caballo de Copas: Me pregunto por qué se los habrá cambiado. Nadie se cambia los pantalones hoy en día.

Caballo de Oros: Sí, o sea, yo me los cambié... Después de lo de Indura...

"Me meé", piensa. Pero tampoco lo va a decir en voz alta.

Caballo de Bastos: Vamos, yo me los cambio todos los viernes. Igual Caballo de Espadas también es viermetrosexual.

Caballo de Copas: Por favor, ¿qué chorrada es esa de viermetrosexual? Ya vale de inventaros cosas.

Sota de Copas: Se ducha. Pero solo los viernes.

Caballo de Bastos: Exacto.

Caballo de Copas: Pues qué pérdida de tiempo, amore, ¿quién se ducha todas las semanas? ¿Y para qué? No por ducharte más se te van a ir las l*dillas...

Caballo de Bastos: No se me tienen por qué ir las l*dillas porque no tengo l*dillas.

Sota de Oros: ¿Por qué censuráis las palabras?

Caballo de Copas: Es una obra para todos los públicos. Si no te gusta, te vas a otro sitio, aunque, ¿dónde te van a querer? En cualquier otro sitio tendrías (aún) menos apariciones.

Caballo de Bastos: Técnicamente esta obra está marcada como "contenido adulto".

Caballo de Copas: Y todo gracias a tus intervenciones.

Sota de Copas asiente.

Caballo de Espadas exhala un suspiro de alivio. Parece que se han olvidado de sus pantalones. Con un poco de suerte, empezarán a hablar de las peripecias sexuales de Caballo de Bastos y se olvidarán del tema.

Caballo de Bastos: Yo no tengo la culpa de tener una vida mucho más interesante a la vuestra.

Caballo de Copas: Que te acuestes con mucha gente y hagas muchas cosas de dudosa salubridad no quiere decir que tengas una vida mucho más interesante que la mía, perdona. Un mago como yo ha tenido que enfrentarse a numerosos peligros a los que tú, un gigoló de poca monta, no te enfrentarás jamás. Mi vida es muy interesante, cuidadito con lo que dices.

Sota de Copas: ¿A qué peligros te has enfrentado?

Caballo de Copas: Me enfrento todos los días al hecho de tener que aguantaros, que ya es suficiente peligro.

Caballo de Bastos: Eso no es ningún peligro.

Sota de Copas: Exacto, eso no es ningún peligro. En todo caso será un c*ñazo.

Caballo de Copas: El peligro de que me quede dormido y que me quede ahí en la nieve y me muera de hipotermia. ¿Te parece poco?

Sota de Oros: ¿Y por qué te ibas a quedar en la nieve? Alguien te llevaría.

Caballo de Copas: A ti seguro que nadie te llevaría...

Sota de Copas: Está asumiendo que lo vamos a dejar ahí.

Caballo de Copas: Pues sí, conociéndoos me espero cualquier cosa.

Caballo de Bastos: Sí, a veces dan ganas de dejarte.

NAIPES (II): UN VIAJE LARGO Y DUROWhere stories live. Discover now