Capítulo 9: Lágrimas.

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Cuando ve a Sota de Espadas levantarse en plena noche, Caballo de Bastos se asusta. No ayuda el hecho de que se haya pasado todo el tiempo sugestionado por haberla visto con los ojos abiertos como platos, mirándolo, como si tuviese sed de sangre. Sabe que a Sota de Espadas no le agrada nada, que aún está enfadada porque intentara ofrecerla al Reino de Oros por una jugosa recompensa y que no parece una persona que olvida las rencillas del pasado con facilidad.

"J*der, ¿qué hago ahora? Se ha levantado y me mira. ¿Me va a hacer algo? ¿Qué hago? ¿Me levanto yo también?" Mira a su alrededor, parece que todo el mundo está dormido... Menos Sota de Oros, que tiene los ojos abiertos como platos, pero permanece quieto y callado, con los huevos por corbata, como si no se quisiera meter por medio de nada. Estando todo el mundo dormido y en la penumbra de la noche, todo apunta a que Sota de Espadas quiere un duelo nocturno. Caballo de Bastos está decidido a levantarse y enfrentar lo que sea que le deparase el destino, pero cuando hace el amago, se da cuenta de una cosa. Caballo de Copas lo tiene agarrado e impide que se mueva.

Sota de Espadas lo mira con la misma expresión indescifrable que durante toda la noche. Sus ojos brillan en la oscuridad, expectantes porque Caballo de Bastos se batiese en duelo con ella.

Caballo de Copas: No te vayas...

"¿Eh? ¿Está despierto?", se pregunta Caballo de Bastos ante las enigmáticas palabras de Caballo de Copas. Lo mira y se quita la idea de la cabeza, está dormido como un tronco. "No, no me diría eso..." Parece que está teniendo un mal sueño, porque empieza a sudar y a moverse con expresión de sufrimiento, agarrando el brazo de Caballo de Bastos con fuerza.

Caballo de Copas: No te vayas... No... Tengo miedo...

"Pero... ¿Qué hago?", Caballo de Bastos mira a Caballo de Copas y seguidamente a Sota de Espadas. Ahí sigue mirándolo en la penumbra, como esperando algo. Vuelve a mirar a Caballo de Copas, que parece estar pasándolo muy mal. "Lleva toda la noche teniendo dulces sueños, por lo que parecía, y justo ahora..."


Sota de Espadas mira a Caballo de Bastos desde la prudencial distancia de algunos palmos. Los segundos se hacen muy largos. O tal vez ya haya pasado algún que otro minuto. No hace amago de levantarse. "Quizás ha visto que le he pillado y se ha rendido... No... No creo, me está mirando, ¿está esperando el mejor momento para batirse en duelo conmigo?"

Caballo de Bastos sigue sin levantarse, Sota de Espadas permanece expectante. La oscuridad de la noche y el drama del momento no ayudan. ¿Tiene pensado levantarse o no? ¿No tiene la intención de batirse en duelo con ella? ¿O es que acaso se ha acobardado cuando ha visto que le ha pillado con el carrito del helado?

Caballo de Copas: U... un oso... Tengo miedo... Socorro.

Sota de Espadas: ¿Eh?

Desde la lejanía cercana, Sota de Espadas cae en la cuenta de que Caballo de Copas está hablando. "¿Qué dice este? No le oigo bien... ¿Le está diciendo cómo tiene que atacarme?"

Caballo de Bastos: Venga... Tranquilo...

Se queda al lado de Caballo de Copas mientras mira a Sota de Espadas, que sigue de pie, observando sin dar crédito a la situación. "¿Están hablando en clave?"

Caballo de Copas: Iugh... Este chico es tontísimo, cariño...

Caballo de Bastos: ¿Ein?

Caballo de Copas: Cállate, promiscuo, me pegarás una de tus 47 ETS.

Caballo de Bastos: Pero... ¡!

Sota de Espadas no da crédito a sus oídos. ¿Es posible que Caballo de Copas esté hablando en sueños y que Caballo de Bastos esté ahí despierto porque simplemente se ha quedado a su lado para reconfortarle en la terrible pesadilla que está teniendo? No oye bien lo que dicen, pero no parece tener mucho sentido, y Caballo de Copas se agita por momentos. "Si esto es así..." Sota de Espadas se queda pensativa mientras observa la escena, incomodando al personal con su mirada. "Si esto es así los estoy shipando".

NAIPES (II): UN VIAJE LARGO Y DUROWhere stories live. Discover now