食 - | 33 |

1.5K 216 114
                                    

Vacío

Tus manos apretaron con fuerza las mantas debajo de ti cuando tu cuerpo se tensó, dentro de poco tiempo, sentiste como algo comenzaba a esparcirse por tu interior de nuevo, ligeros hilos de ese líquido espeso recorrieron la parte interna de tus mu...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tus manos apretaron con fuerza las mantas debajo de ti cuando tu cuerpo se tensó, dentro de poco tiempo, sentiste como algo comenzaba a esparcirse por tu interior de nuevo, ligeros hilos de ese líquido espeso recorrieron la parte interna de tus muslos y tu intimidad, seguramente las mantas debajo de ti también se habían manchado un poco.

Ocultaste tu rostro en la almohada por esa incómoda sensación a este punto, y por ayuda de eso lograste reprimir un jadeo que detonaba más de dolor en lugar de placer. Además pudiste esconder la expresión en tu rostro, una no muy agradable, no querías que el azabache te mirara de esa manera a pesar de que él te lo provocó.

Habías comenzado a dejar de contar los minutos desde que esto empezó luego de que tu cuerpo se sintiera cansado, quizás habían pasado horas, pero él no se había detenido porque siguió saciando su deseo contigo. No hasta este momento al parecer, pues te sujetó de la cintura y de a poco su longitud la fue retirando de tu interior, ocasionando sin querer que te quejaras y dejando a tus débiles piernas temblando un poco.

Tanto su respiración como la tuya era lo único que se escuchaba en el silencio de esa oscura noche, las cortinas de la habitación ni siquiera dejaban entrar la luz de la luna, solamente traspasaban lo frío que estaba afuera.

Tus músculos empezaron a relajarse de a poco y tu respiración retomó su sintonía. El azabache no decía nada, se mantenía en silencio y también tú, después de esto no sabías que decir o hacer. Sin embargo, te tomó de sorpresa cuando sus labios recorrieron suavemente la parte de tus hombros, tensándote un poco y que por auto-reflejo tus manos volvieran a hacer puños las mantas, eso a pesar de que él había intentado ser suave esta vez. Al parecer tu cuerpo reaccionó de diferente manera por la costumbre de la rudeza de hace momentos atrás.

Claro que se percató de ello y por eso se alejó para observarte aunque le estuvieras dando la espalda en esa posición. Su entrecejo se frunció un poco y luego desvío la mirada, sabía que no podía esperar que reaccionaras de una buena manera ahora, no cuando fue consciente del daño que te causó.

Sin mucha demora sentiste como su cuerpo se alejaba del tuyo para tener cada quien su espacio personal, segundos después con ayuda de tus brazos te diste la vuelta y te sentaste sobre el futón, cubriéndote rápidamente el cuerpo con las mantas.

Luego de dejar salir un largo suspiro miraste a la dirección del azabache, él se había puesto de pie y se estaba colocando su ropa nuevamente mientras te daba la espalda, parecía no querer decir nada al respecto.

Con un dolor en el pecho desviaste la mirada a otro punto de la oscura habitación, querías negar esa amarga sensación en tu cuerpo que solo te hacía pensar cosas que quizás no iban para este momento.

De todos modos lo que acababa de pasar con Michikatsu no era tan malo, ¿Verdad?...

Al final de cuentas él es tu pareja.

AMORES PUROS || Gemelos Tsugikuni Where stories live. Discover now