De pequeños una amistad abundaba y de grandes otro sentimiento se formaba.
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Universo Kny
Yoriichi Tsugikuni x Lectora x Michikatsu Tsugikuni
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No podías negar que toda la celebración de la boda había sido como un sueño, para muchas mujeres lo sería pero en este caso no era el tuyo.
Todo el pueblo se había enterado de tu compromiso con el apuesto joven adinerado y por opinión tuya tu prometido terminó aceptando sin objeción que todos fueran invitados a su boda.
Tu vestido, los adornos y lo demás que se usaba en la boda había sido muy bonito y lujoso, obvio, tu prometido quería lucirse en tener una fiesta grande para que todos vieran con la hermosa mujer que se casaría, tú.
Tus padres, suegros y esposo estaban muy alegres ese día pero no podías hablar igual por ti.
Toda la boda había sido muy alegre y en ningún momento sentiste incomodidad al lado de tu esposo pero tu corazón no podía aceptar que estabas con alguien más, gritaba con fuerzas de que no pertenecías a ese lugar pero tu mente se resignaba a pensar eso.
Cuando la fiesta terminó tu mente fue invadida por el pensamiento de la noche de bodas y lo que tendrían que hacer...
Ya estabas casada con él pero aún así no querías estar íntimamente con él, sentías que no era el momento correcto.
Y bueno, ni la persona correcta.
Por suerte tu pareja entendió. — No te preocupes, esperaré lo necesario para cuando estés lista — te regaló una cálida sonrisa y dejó un escaso beso en tu hombro.
— Gracias... — susurraste luego de dar un largo suspiro.
Pensaste que se enojaría o se ofendería al rechazar estar con él esa noche pero no fue así, desde el primer día de casados se mostró amable y caballeroso contigo.
Días después se habían ido a vivir a una cabaña un poco grande y alejado del pueblo donde vivían tus padres y suegros, el tamaño de la casa era pensado por la familia grande que quería tener tu esposo, algo que no te convencía del todo pero no comentabas nada.
En ese lugar había gente que trabajaba para ustedes, limpiando y cuidando su hogar. A ninguno se trataba con discriminación ni nada por el estilo ya que tú y tus padres también un día fueron como ellos.
Los días eran bonitos y no había ningún trato malo por parte de tu pareja, era todo lo contrario. Pensaste que al tener mucho dinero sería como los demás hombres codiciosos y maltratadores por creerse superiores a los demás, pero te demostró que no era así.
Era un hombre lindo, atento y cuidadoso contigo y sus modales con los demás eran inpecables ocasionando culpa en tu interior de no merecer a alguien como él ya que tu corazón quería a otras personas.
Todas las mujeres del pueblo decían que eras alguien muy afortunada de estar con alguien como él y envidiaban tener tu vida, sus comentarios no les tomabas mucha importancia pero al último terminaban teniendo razón al no sentir amor por tu esposo.
