AMORES PUROS || Gemelos Tsugikuni

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Gemelos

— ¡Oye, hiciste trampa! Eso no se vale — exclamaste apuntado al gemelo mayor.

— Eso no es cierto, es solo estrategia — respondió.

— No seas mentiroso Michikatsu, ¡Es mas! Yoriichi también vió que hiciste trampa ¿Verdad? — preguntaste al gemelo pelirrojo sentado al lado de ti mientras que el gemelo mayor estaba sentado frente a ustedes.

El pequeño Yoriichi te miró y asintió levemente cerrando los ojos en el proceso dando a entender que confirmaba tus palabras, sabías que él no hablaba ya que ninguno nunca lo a visto hacerlo y decían que era mudo, pero extrañamente si los entendía.

— ¡Lo ves! Hiciste trampa, somos dos contra uno — dijiste cruzando tus brazos haciéndote ver que estabas molesta.

— ¿Que? Yo no hice trampa, solo no aceptan que ustedes perdieron contra mi — volvió a negar también cruzandose de brazos.

Yoriichi solo los miraba sin decir una palabra a la vez que suspiraba y negaba internamente por el pequeño conficto que estaba pasando frente a sus ojos, aunque no era la primera vez que ustedes peleaban por jugar.

Minutos antes habías hablado con el pequeño Michikatsu para ir a ver a Yoriichi un rato y que no se sintiera solo, él estaba en una habitación muy alejada de donde las demás habitaciones estaban, el padre de ambos había dicho estrictamente que Yoriichi se quedaría aislado de todos al ser mal visto en ese tiempo los gemelos.

Eras hija única de una bella pareja de casados que trabajaba humildemente para el clan Tsugikuni y cuándo naciste el progenitor de los gemelos aceptó que vivieras junto con ellos en ese lugar, claro también ayudando con las tareas de la finca cuando crecieras y así poco a poco empezaste a conocer a los gemelos.

Primero habías conocido al gemelo mayor, Michikatsu, ya que se tenía decidido que él sería el próximo lider de aquel clan y la mayoría de veces te lo topabas por los pasillos, fuiste la primera en hablar amablemente con él siendo que poco a poco crearan una pequeña amistad entre ustedes.

Después conociste al gemelo menor, Yoriichi. Un día normal estabas ayudando a tu madre a tender las sábanas limpias en el patio cuando al fondo de la finca viste una habitación, tu madre te explicó quien se encontraba ahí, pero por órdenes del Jefe del clan no quería que nadie se acercara a ese lugar. Tú curiosidad fue más grande y por lo mismo en un momento que no había nadie por ese lugar te escabulliste por esa habitación hasta encontrarte con un pequeño niño idéntico al amigo que ya tenías.

Yoriichi la primera ves que te vió se miró confundido ya que no interactuaba con nadie más que no fuera su hermosa madre. En un principio el gemelo menor se vió tímido y desconfiado ante tu presencia, pero al ver lo alegre y amable que eras se dejó ser amigo tuyo.