De pequeños una amistad abundaba y de grandes otro sentimiento se formaba.
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Universo Kny
Yoriichi Tsugikuni x Lectora x Michikatsu Tsugikuni
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Pasaron los días de igual manera y en cada uno de ellos tu corazón latía frenéticamente, pues el amor por ambos hacia a ti y tú por ellos no cambiaba, el cariño y pequeñas caricias que había algunas veces te dejaban con las mejillas sonrojadas.
El más cariñoso era Yoriichi, sus abrazos reconfortantes valían más que mil palabras y no era raro verse como apoyaba su cabeza en tus piernas y cerraba los ojos mientras recibía caricias en su cabello de tu parte.
Michikatsu era muy diferente en ese aspecto, si quería estar contigo debía tenerte alejado de su gemelo ya que no le gustaba que lo viera, era un poco posesivo en esa parte y quería su privacidad contigo al menos en esos momentos.
Los abrazos eran un poco escasos a diferencia de con Yoriichi, pero lo recompensaba cuando suavemente entrelazaba su mano con la tuya y dejaba que apoyaras tu cabeza en su hombro mientras se sumergían en un silencio tranquilo, algunas veces y por tu insistencia te dejaba peinar su cabello.
Todo era muy bonito a su lado a pesar de que los conflictos entre ellos no paraban en muchas ocasiones.
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Cada día se miraba la misma rutina, ibas con Mei-san a la florería mientras que los gemelos iban a sus misiones, nada fuera de lo normal, pero por suerte esta vez ambos se encontraban en casa.
Aunque Michikatsu recién llegaba de una misión esta tarde y Yoriichi se encontraba descansando en la habitación que ustedes compartían.
— No deberías sobre esforzarte, Michikatsu... — murmuraste con preocupación al encontrarte vendando las heridas en su brazo que habías notado en él — Terminas muy lastimado en la mayoría de tus misiones —
— Estaré bien — respondió con simpleza desviando la mirada a la ventana más cercana para no ver como negabas con la cabeza en desacuerdo.
Desde que comenzaste a darte cuenta que Michikatsu regresaba lastimado habías decidido tener lo necesario para curarlo a él, ya que Yoriichi no regresaba tan lastimado como el azabache.
