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Noticia

Aquel lugar era oscuro, sin embargo, no era algo de lo que podrías percatarte con facilidad ya que tus ojos se encontraban cerrados en su totalidad

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Aquel lugar era oscuro, sin embargo, no era algo de lo que podrías percatarte con facilidad ya que tus ojos se encontraban cerrados en su totalidad. Todo estaba extrañamente en silencio y solo, no podías percibir algo cerca de ti por ahora, no hasta el momento que un gentil tacto se posó sobre tu rostro, sintiendo unas suaves manos acunar tus mejillas y que provocaron que tus ojos lentamente se comenzaran a abrir.

Una blanca luz logró encandilar tus ojos por breves segundos, pero en poco tiempo pudiste acoplarte a tu alrededor para ver por fin la razón de aquel suave tacto, llevándote la grata sorpresa de encontrarte con unas personas que nunca esperaste volver a ver de nuevo, por como el destino fue contigo.

Tus padres.

Tus ojos se abrieron por completo, detonando sorpresa y conmoción, sin poder llegar a creer en realidad de lo que te percataste.

¿Cómo ellos podían estar ahí contigo?
¿Acaso habías muerto tan pronto?
No creías esto último, pero esos y más pensamientos rondaron por tu cabeza en ese momento.

Ambos te miraban con unas hermosas y gentiles sonrisas en sus rostros, sus semblantes irradiaban una cálida luz que te dejaba la mente en blanco y sin palabras, pero con una calma inigualable.

Sin embargo, tus ojos comenzaron a cristalizarse y humedecerse en cuestión de segundos, para luego verse como las lágrimas recorrieron sin piedad por tus mejillas, llenas completamente de tantos sentimientos. Sin esperar mucho más, te abalanzaste para poder abrazarlos y sentir como te correspondían sin dudar para envolverte en un agradable abrazo familiar. Se sentía tan nostálgico.

—¿P-papá, mamá?... —hablaste entre sollozos luego de entrar en cuenta de la situación. Tomaste poca distancia con ellos y los miraste a ambos confundida, pensando seriamente en demasiadas cosas y una de ellas te hacían pensar que estabas comenzando a alucinar al poder verlos. Pero todo te era tan confuso, se miraban que de verdad eran ellos y que estaban ahí, contigo, como si nunca hubieran muerto—. ¿Cómo es posible?... Ustedes están-...

—Lo sabemos querida, tranquila. —la suave voz de tu madre te interrumpió cuando posó su mano de nuevo sobre tu mejilla y la acarició. Guardaste silencio de inmediato y te sonrió, haciéndote pensar que en todo este tiempo sin ella habías comenzado a olvidar el sonido de su voz—. Queríamos verte por última vez. —te desoriento esto último que dijo.

—Todo este tiempo hemos estado contigo, mi pequeña hija. —ahora la tranquila voz de tu padre intervino e hizo que lo miraras, observando que en ningún momento dejó su sonrisa de lado—. Sin embargo, ya es momento de que nosotros por fin descansemos.

—¿Qué?... —murmuraste confundida.

Tus padres se miraron entre sí, sonrieron una vez más y se tomaron suavemente de sus manos hasta enlazarlas para verte por último a ti.
—Nos iremos tranquilos ahora que sabemos que estarás mejor de hoy en adelante, justo como nosotros siempre lo quisimos para ti. —tu madre habló sin perder el radiante semblante que emanaba.

AMORES PUROS || Gemelos Tsugikuni Where stories live. Discover now