𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐇𝐎𝐌𝐄 𖧵 𝐙𝐁𝟏

𝟐𝟗

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"Deja de jugar con ese celular, Taerae. Jeonghyeon te encerrará de nuevo en tu habitación."

"Jeonghyeon no me dirá que hacer, nadie más puede hacerlo. Ahora cállate, creo que al fin está grabando..."

"¿Qué haces?"

"Esta cosa graba nuestras voces."

"¿Por qué? ¿Para qué estas haciéndolo? ¡Jongwoo dijo...!"

"¡Jongwoo está encerrado! Ahora yo soy quien manda, y yo quiero que ellos me escuchen."

"Jongwoo tenía razón...eres como un bebé."

"Gunwook, si no dejas de molestar, haré que todos se vayan y se lleven a Yujin."

"No lo harías. Si ellos se van, estaríamos solos de nuevo, y ti te gustan las personas, como a mí."

"Espera...creo que esta cosa es una llamada."

"¡Jeonghyeon nos va a regañar si alguien nos escuchó!"

─ Tranquilo Wookie, soy yo. ─mencionó Yujin, arrodillado sobre las escaleras, justo donde encontró el celular de Gyuvin sobre el suelo.─ Y yo no me quiero ir...

"Lo sé, lindo, por eso vamos a cuidarlos bien. Ahora ve y regresa el celular a su dueño."

"¡Y pídele a Hanbin que entregue a Rosie! ¡Yo vi que tomó mi muñeco!"

─ Está bien. ─respondió con cariño, poniéndose de pie con prisa.─ Lo haré cuando todos regresen.

─ Yujin, ¿qué haces con el celular de Gyuvin? ─preguntó Hao asomándose con la pequeña Soojin en sus brazos. Colgaron de la otra línea, así que Yujin solo caminó hacia el mayor y le entregó el aparato.

─ Hablaba con Taerae y Wookie.

─ Ah... ─suspiró Hao.─ Si, con Taerae y con Wookie.

Hao pareció no preocuparse, por lo que la sonrisa de Yujin se extendió, pensando que tal vez comenzaban a vivir en paz.

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Dos de la madrugada y Matthew aún no lograba sacar a Jiwoong de su cama. No importaba cuantas veces rechazara sus besos o caricias, incluso si lo empujaba con cierta discreción o sin ella, el chico parecía no entender que solo era reconfortante tenerlo cerca de vez en cuando.

Ya no estaban en un motel, o en algún lugar apartado donde ninguno de los chicos pudieran verlos, no, ellos solo estaban en la habitación de Matthew, este esperando a que nadie se diera cuenta de la visita sobre sus sábanas.

─ ¿Quieres parar? ─preguntó con fastidio, empujando su cuerpo nuevamente, pretendiendo no tener como objetivo apartarlo de él.

Le agradaban los besos de Jiwoong, estar con él no era tan malo como pensó en un principio, pero el problema radicaba en la cantidad de tiempo. Bien algunos minutos, grandioso una o dos horas, pero...toda una noche o incluso todo un dia, le causaba cierto malestar y necesidad de su propio espacio.

─ ¿Por qué? ─respondió el chico como si no se diera cuenta de lo asfixiante que era.─ Dijiste que estaba bien mientras que nadie nos viera. ─Matthew comenzaba a desear que alguien los estuviera viendo con regularidad.