𝟐𝟒

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Cuando Hanbin se fue, Hao llegó solo un par de minutos a la casa para tomar a la bebé e irse nuevamente, dejando a Jiwoong en completa soledad otra vez, haciendo notar que él ni siquiera se molestaría en ocultar su evidente desagrado. Estaba bien, Jiwoong podía sobrellevar eso o al menos ignorarlo, pero aún así le causaba cierta incomodidad encontrarse solo de nuevo, sufriendo el silencio del lugar.

Observó su celular por largo rato, debatiéndose entre si encenderlo o lanzarlo al inodoro sin más, encontrándose en esa delgada línea entre el 'si' y el 'no'. Suspiró cansado de solo ver la pantalla negra, sabiendo que tenía que encenderla para averiguar si tenía llamadas perdidas o mensajes acumulados.

Él prometió alejarse, huir de una vez y dejar atrás lo que pasó, entonces, ¿por qué era tan difícil sabiendo que lo detestaba? Decidió oprimir el pequeño botón, y justo antes de encenderse tocaron la puerta varias veces, levantándose y lanzando a un lado su celular, escuchándolo aterrizar en el sillón, o quizás el suelo.

Cuando abrió la puerta, Yujin se escondió detrás del chico que lo acompañaba, dejando en claro que seguía temiéndole por alguna razón. Suspiró con un hueco en el pecho. El pequeño niño que había sido amable ahora no lo quería, increíble.

─ Eh...Yujin tuvo una pesadilla contigo y por eso tiene algo de miedo. ─el joven justificó al niño, elevando su mirada hacia Jiwoong mientras empujaba al pequeño para que entrara a la casa.─ No es nada personal.

─ Supongo que eso es reconfortante. ─su expresión no mejoró, solo se sintió peor al saber que él fue el causante de una pesadilla en el menor.─ No hay nadie en casa...

─ ¿Dónde está Hao? ─preguntó Yujin, aún oculto detrás de Gyuvin.

─ Salió y se llevó a Soojin. ─aunque Jiwoong mostró una sonrisa, Yujin no la quiso ver, ocultándose más. De todo el día, aquello le pareció casi lo peor; el hecho de que un ser tan inocente lo evadiera le causaba un cierto conflicto.

─ ¿No te llevó? ─preguntó Gyuvin con curiosidad, viendo al mayor negar tranquilo.─ Debe ser porque sabía que regresaríamos temprano y no habría nadie con quién dejar a Jinnie.

─ O debe ser porque simplemente me odia. ─fue sincero. Jiwoong suspiró antes de apartarse de la puerta para dejar ingresar al niño, cosa que no ocurrió.─ Yujinnie...

─ ¿Gyuvin puede quedarse un rato? ─los mayores se miraron y asintieron después de un largo rato en silencio, casi resignados a la actitud temerosa del pequeño.

Gyuvin tomó de la mano a Yujin y lo guió al interior, acompañándolo hasta subir las escaleras y dejarlo en su habitación, como él lo pidió. Jiwoong solo se apartó y observó, sabiendo que incomodaría al niño si lo acompañaba. Cuando Gyuvin bajó, Jiwoong ya estaba de nuevo sentado en el sillón, mirando su celular.

─ Jinnie me pidió que lo dejara a solas con Wookie. ─comentó el más joven sentándose a su lado.

─ ¿Su amigo imaginario?

─ Si...¿también te habló de él? ─Jiwoong dio un pequeño gesto de afirmación dejando su celular a su lado, recostándose sobre sus propias piernas con cansancio.

─ Antes de que le desagradara...si.

─ Oh, no le desagradas. ─Gyuvin se acomodó con prisa, inclinándose un poco.─ Él es solo un niño pequeño que tuvo una pesadilla. No fue por odio, fue por estrés.

─ Estrés de que yo llegara. Nadie me quiere aquí.

Gyuvin o respondió eso, solo torció los labios y movió la cabeza de arriba abajo. Jiwoong suspiró con fuerza, dejando caer el peso de su cabeza contra sus manos, sintiendo la mano del chico darle pequeñas palmaditas en la espalda, como muestra de apoyo.

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐇𝐎𝐌𝐄 𖧵 𝐙𝐁𝟏Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt