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─ Matthew... ─habló el niño, susurrando como si estuviera a punto de contar un secreto.─ Wookie me pidió disculpas, ¿debería perdonarlo?

El mayor, algo enternecido por la preocupación latente que se mostraba en el rostro del pequeño, sonrió tratando de tomar aquello como una situación completamente real y de pura seriedad. Simplemente se había rendido y ahora le prestaba toda su atención al menor con ese tema.

─ Si se disculpó contigo es porque sabe que hizo algo mal. ─murmuró de igual forma aunque sabía que Ricky estaba al pendiente de la conversación por más que estuviera enfocado en su celular.─ Opino que deberías darle una segunda oportunidad.

Yujin sonrió y asintió para luego enfocarse en el desayuno que Matthew le dejó. Mientras tanto, el mayor miró disimuladamente al joven que yacía sentado a un lado tecleando en su celular. No quería ver la pantalla ajena y meterse en el asunto del rubio, pero no pudo evitar notar los repetidos mensajes enviados de su parte con cierto número que no entendía: 1407.

Pensó que se trataba de alguna broma absurda o algo parecido, pero luego recordó que trataba de Ricky, el chico que era conocido por su apatía. De cualquier manera no se atrevía a preguntar, no quería recibir una respuesta de mala gana y arruinar su mañana; aparte que se notaba la clara molestia en su semblante.

─ Mierda... ─escuchó murmurar a Ricky, aprovechando para girar descaradamente y entrometerse un poco.

─ ¿Sucede algo? ─le preguntó tratando de captar su atención, mientras preparaba el biberón para Soojin y evitarle el trabajo a Hao.

─ ¿Alguna vez odiaste tanto un número aunque no sabes lo que significa? ─le dijo mostrando su pantalla con los repetidos mensajes enviados en el chat con su novio.

─ ¿Crees que sea un virus? ─Matthew no sabía mucho sobre tecnología, pero estaba seguro que se trataba de un virus, ya que tampoco se explicaba aquel comportamiento extraño en el aparato.

─ Sea lo que sea, no deja de enviar mensajes por si solo.

─ Ahora solo falta que abra las aplicaciones, que haga llamadas y que vaya a la escuela por ti. ─bromeó intentando calmar al rubio, pero era imposible, ni siquiera torció los labios.

─ Es molesto recibir los mensajes de todos preguntando qué me ocurre. ─terminó por lanzarse a la mesa, ignorando su plato con cereales que no comió.

─ Hagamos esto. ─Matthew, cansado de ver al joven en su dilema, suspiró antes de acercarse a la mesa y señalar el aparato en las manos de Ricky.─ Apágalo y mañana te acompañaré a un centro técnico de reparación.

─ ¿No podemos ir hoy? ─Ricky se levantó de golpe acercando el celular a su pecho, protegiéndolo con la notoria preocupación en su rostro. El mayor solo suspiró dándole una vuelta a sus pupilas.

─ ¡Yo quiero ir! ─gritó Yujin, casi matando del susto a Matthew, quien tembló un poco mientras bebía su vaso con leche.

─ Jinnie, será muy aburrido y no te compraré nada. ─le advirtió el rubio, deseando que el pequeño quisiera cambiar de idea ya que él había planeado, en segundos, una cita improvisada con su novio.

─ Dile a Gyuvin para que vaya con nosotros. ─Yujin se sostuvo con ambos brazos sobre la mesa para mirar directamente a Ricky, quien no creía lo que el pequeño decía.─ Él siempre nos compra cosas.

Matthew miró expectante al adolescente, mientras que este se enfocaba en su pantalla, buscando el número de su pareja con prisa. Casi suelta una carcajada al darse cuenta que el hermano menor de Hao también buscaba cualquier excusa para estar con su novio, así como Hao también hacía con su persona favorita desde que lo conoció.

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐇𝐎𝐌𝐄 𖧵 𝐙𝐁𝟏Where stories live. Discover now