𝟗

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Matthew bajó las escaleras al primer piso, y antes de poder llegar a la puerta, escuchó como Yujin gritaba con emoción. Pensó que tal vez Gyuvin había vuelto o que Hao trajo pizza para cenar, pero cuando llegó a la sala principal solo vio a sus amigos serios, de pie frente a la puerta sin decir palabra alguna.

─ ¿Ocurre algo? ─preguntó luego de unos largos segundos en completo silencio incómodo. Nadie respondió, se miraban entre sí como si buscaran qué decir.

Solo recibió un gesto de cabeza por parte de Ricky, haciendo que sus ojos se enfocaran en una caja sobre la puerta y otra sobre los brazos de Hanbin. Elevó la mirada y solo pudo ver a Hao con rostro serio mientras cargaba a Soojin y a Hanbin con obvio arrepentimiento.

─ ¡Mamá ya va a llegar! ─gritaba el pequeño sonriendo de felicidad. Matthew no entendía lo que sucedía, pero cuando Yujin señaló la caja que su hermano llevaba en brazos, lo comprendió al instante.─ ¡Hanbin tiene las cosas de mamá! ¡Pronto estará aquí con nosotros!

Su mente hizo click. El niño había notado algunas cosas de su madre en aquella caja que Hanbin cargaba en sus brazos. Matthew supuso que seguramente la sacaba de su habitación. Todos estaban tensos, Hanbin no sabía qué decir ni qué hacer; por otro lado, Hao tenía su propio dilema junto a su hermano.

Matthew tampoco tenía algo que decir, pero aún así pensaba en qué haría Hanbin con esas cosas. Pensó que guardarlas en el ático sería una buena idea; claro, sería bueno si es que la herida no siguiera abierta y el niño supiera la realidad.

─ Matthew... ─Hanbin habló tras un largo silencio.─ Llévate a los niños al jardín, de seguro necesitan aire.

─ No necesito aire. ─comentó el pequeño con una dulce sonrisa.─ Necesito un helado. ─aquello hizo sonreír a Matthew, quien se había acercado para tomar a la bebé en sus brazos.

─ Yo también lo necesito. ─le dijo al menor llevándolo hacia la puerta.─ Hanbin lo pagará. ─terminó por extender su mano para hacerle entender a su amigo que le diera dinero, y así sucedió, Hanbin solo suspiró sacando su billetera y entregándole a Matthew lo que tanto pedía.

Tras recibir el dinero para comprar los tres helado, y digo tres debido a que Hanbin no quería que Matthew hiciera una rabieta, el canadiense junto a los menores salieron de la casa cerrando la puerta detrás suyo, dejando que la tensión no escapara del lugar.

En ese momento, Hanbin se arrepentía de no enviar a Ricky en lugar de Matthew junto a los niños, porque sabía el problema que estaría a punto de desatarse entre sus dos acompañantes justo ahora. Hao tomó la caja recién llegada y se encaminó hacia las escaleras cuando Ricky lo detuvo de inmediato.

─ ¿Qué haces? ─preguntó el rubio de mala gana. Hao se detuvo por unos segundos para encarar a su hermano.

─ Me la llevaré a mi habitación. ─habló con firmeza, el menor solo lo miró con desaprobación.

─ ¿Por qué no la tiras de una vez? ¿No ves que solo estorba? ─Hanbin se sintió algo incómodo al estar en medio de ambos chicos. Ninguno sabía qué hacer realmente.─ Tírala a la basura y no hagas más bulto.

─ Si estas cosas fueran tuyas dejaría que hicieras lo que quisieras con ellas. ─Hao había empezado a levantar la voz, acercándose hacia su hermano menor.─ Esto es de nuestra madre, así que lo guardaré porque yo si la aprecio y extraño.

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐇𝐎𝐌𝐄 𖧵 𝐙𝐁𝟏Where stories live. Discover now