𝟐𝟐

114 24 3
                                    

⋆⁺₊⋆ 𖧵 ⋆⁺₊⋆ ✵⋆⁺₊⋆ 𖧵 ⋆⁺₊⋆ ✵⋆⁺₊⋆ 𖧵 ⋆⁺₊⋆ ✵

¿Dónde estás?

Fue el mensaje que recibió de Hanbin. Lo leyó con tranquilidad mientras que esperaba sentado a que su orden llegara, jugando con Soojin, sin prestarle atención en realidad.

¿Te llevaste a Soojin?

No respondió. Se enfocó en la pequeña, dejando el celular de lado y tratando de olvidar que seguiría sonando una y otra vez si no le respondia a Hanbin, recordando que existía el modo silencioso para no ser molestado.

Estaba enfadado, no quería volver a ver la historia repetirse. No quería escuchar a Hanbin con quejas ni verlo triste, pero el chico no entendía, creía que todo se solucionaría olvidando las cosas. ¡Y claro que no era así! Hanbin no podía solo pretender que no ocurrió nada y seguir adelante. Los errores podían volver a cometerse aunque ya no fuera un joven inmaduro.

Jiwoong no tenia porque estar ahí. Hao no podía creer que ese hombre fuera tan cínico como para aparecer de nuevo y actuar como si nada. No era coherente, no entendía como es que Hanbin aceptó que él volviera.

Su amigo no era una simple cosa como para tratarlo mal, no era un objeto; él merecía respeto. Hao hasta podía apostar a que Jiwoong ni siquiera había pedido perdón adecuadamente. Tomó su celular una vez más, solo por curiosidad.

Deja de esconderte, tenemos que hablar.

Esconderse era estar en un lugar oculto, alejado, y Hao no estaba haciendo eso. Él solo salió a comer para mantener a una distancia considerable de aquella persona que no quería ver. Le hizo una mueca al celular, pensando en si contestar o no, dándose cuenta que al final de todo, él había llevado a la menor de la casa consigo, por lo que su amigo podría estar preocupado.

Si, estoy con Soojin.
Y no, no voy a hablar contigo
estando él en la casa.

Entonces hay que ir a
algún lugar en el que si estés
dispuesto a hablar conmigo.

Hao no esperó más, mandó la dirección y volvió a bloquear el celular esperando armarse de valor para volver a huir. Suspiró con fuerza mientras que le ayudaba a Soojin a sacar su pequeño puño lleno de saliva de su boca.

Hanbin llegó relativamente rápido, no fue difícil verlo entrar y apresurarse para sentarse en la misma mesa. Suspiró cansado, como si lo hubiera citado desde hace una hora. Soojin balbuceó de alegría, alzando sus brazos hacia su hermano mayor, mientras que ambos se miraban fijamente por varios segundos, sin decir nada, Hao con ese rostro de indiferencia que casi nunca manejaba y Hanbin casi jadeando.

─ Va a ser diferente esta vez. ─habló Hanbin.─ Él va a comenzar de nuevo y no volverán los mismos problemas. ─Hao no respondió.─ Por eso está aquí, va a olvidarlo y...

─ ¿Va a olvidar todo lo que te hizo? ─Hanbin solo apartó la mirada de él.─ Supongo que va a olvidar cuando te robó dinero, supongo que va a olvidar todas esas palabras hirientes que te decía estando ebrio, supongo que va a olvidar cuando se marchó sin avisar, dejándote sin ninguna explicación. Supongo que también olvidará cuando alejaba a todos tus amigos y posibles parejas solo porque te quería disponible únicamente para él.

─ Tú no te alejaste de mi lado. ─susurró apenado, notando el rostro molesto de su amigo mirándolo fijamente.

─ Él te ignoró por dos años, y ahora que tienes un nuevo hogar con espacio suficiente, llega y planea quedarse. ¡¿No es obvio que solo quiere usarte otra vez?! ─Hanbin no tenía palabras para decir, sentía su garganta secarse con cada cosa dicha por su mejor amigo.─ Ese hombre no tiene ni un gramo de vergüenza; solo desapareció para no hacerse responsable de la mierda que te hizo, y regresó ahora porque ya no tiene ni dónde caer muerto.

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐇𝐎𝐌𝐄 𖧵 𝐙𝐁𝟏Where stories live. Discover now