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⋆⁺₊⋆ 𖧵 ⋆⁺₊⋆ ✵⋆⁺₊⋆ 𖧵 ⋆⁺₊⋆ ✵⋆⁺₊⋆ 𖧵 ⋆⁺₊⋆ ✵

Dos nombres se hicieron presentes a gritos en medio de la silenciosa mañana. Matthew miraba el reloj con inquietud, pues sabía que el tiempo corría y ellos no hacían nada más que retrasarse con cada segundo que pasaba.

Se colocó su chaqueta, tomó sus llaves y volvió a gritar nuevamente, otra vez recibiendo el silencio como respuesta. Rendido, estuvo dispuesto a subir y tocar cada una de las puertas hasta que alguien se dignara a salir, pero por suerte unos pequeños pasos se hicieron presentes en las escaleras acabando con su soledad.

Yujin bajaba vistiendo su uniforme, sacudiendo su mochila roja ante sus ojos con una sonrisa. Segundos después bajó Ricky, quien aún permanecía con su pijama puesta y con una expresión poco agradable. Aquello solo logró hacer que Matthew se irritara de nuevo.

─ ¿Por qué aún no te vistes? ─preguntaba mirándolo con obvia molestia. El muchacho rubio no dijo nada, solo se encogió de hombros al no saber que responder.─ Tú verás quién te lleva, voy atrasado.

─ Hao no tiene auto y dudo que saque uno de su habitación. ─comentó con sarcasmo de mal gusto, lanzándose sobre una silla en medio del comedor.

Matthew no quería seguir escuchando la forma en la que hablaba; de hecho, no podía, no tenía tiempo. Empezó a empujar al niño hacia el exterior con prisa mientras le cedía una botella de yogurt como desayuno, luego le compraría algo más saludable.

─ Hanbin sigue dormido, así que no pienses en él como una opción. ─le aclaró al menor, suspirando agotado.

─ Tengo un nuevo amigo. ─Yujin miraba al mayor mientras le seguía empujando hacia la puerta, pero este solo lo ignoraba por enfocarse en el rubio recostado sobre la madera.─ Se llama Wookie y me enseñó donde quedaba el baño.

─ Ricky, ¿cómo planeas llegar a tu escuela? ─preguntó con seriedad en su rostro. Mientras el chico pensaba, él tomó todo lo que necesitaba para irse y tratar de dejar al menor a tiempo.─ El camino es largo, ir a pie no te servirá de nada.

─ Le diré a Gyuvin que pase por mí. ─indiferente, así respondía el muchacho que vagaba por su celular sin mirar a un Matthew algo dudoso.

─ ¿Yo también puedo ir con Gyuvin? ─preguntaba Yujin desde el exterior.

─ No, tú te vas conmigo. ─el niño bajó la mirada, pero Matthew sintió su corazón retorcerse al ver esa expresión tierna. Yujin tenía sus labios manchados en un puchero por el yogurt, haciendo al mayor sonreír sin poder evitarlo.─ Otro día podrás ir con Gyuvin.

─ Consíguete tu propio novio. ─comentó Ricky, mirando al pequeño con una ceja levantada. Este último solo comenzó a reír algo avergonzado caminando hacia el auto.

─ Bien, ya tengo que irme. ─Matthew tomó todo lo que necesitaría y salió de la casa por completo.─ Dile a Gyuvin que no se tarde.

Finalmente la puerta se cerró, dejando a Ricky en medio del silencio de la gran casa. Suspiró al comparar sus mañanas tanto aquí como en la casa de su tía. La señora que se hacía cargo de él y de Hao siempre los despertaba con gritos e insultos, haciendo la mañana más caótica entre ordenes y regaños innecesarios. Él odiaba eso.

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐇𝐎𝐌𝐄 𖧵 𝐙𝐁𝟏Onde as histórias ganham vida. Descobre agora