𝟏𝟐

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La casa permanecía oscura y fría, pero eso no le importó a Yujin, quien abrazaba a Soojin sobre su cuna, ambos adormilados y en silencio. El pequeño hermanito mayor no solía molestar a la bebé, pero esa noche en particular decidió levantarse de su cama para acompañar a su hermana en su descanso.

Abrió los ojos al oír un jadeo de Soojin, notando como la cortina a un lado se alzaba con el viento helado entrando a la habitación. Sintió un escalofrío pasar por su cuerpo, por lo que abrazó más a la bebé sin llegar a lastimarla, sentía frío pero no quería levantarse y cerrar la ventana.

Otra duradera ráfaga de viento pasó, entrando como un intruso sigiloso, emitiendo el suave sonido que se perdía en el ambiente. De repente, la luz de la mesita de noche se iluminó, haciendo que el menor soltara a la bebé, enfocando su vista a un lado de la habitación.

─ ¿Wookie? ¿Por qué saliste del ático? Hanbin se enfadará si se entera. ─el pequeño se sostenía sobre sus manos para elevarse sobre la cuna que invadió.─ Si Taerae te dio permiso está bien, supongo.

Soojin se removió incomoda, emitiendo suaves jadeos y alertando a Yujin, quien detuvo su respiración, girando con cuidado para mirarla. La bebé parecía estar a punto de despertarse, dando pequeñas señales de amenaza que el niño mayor logró entender y acatar.

─ No podemos jugar ahora, Soojin necesita dormir y podemos despertarla. ─solo pasaron unos segundos hasta que volvió a hablar, ahora algo dudoso.─ No puedo abrir el sótano, tal vez mañana lo abran para que Taerae salga y cuide a Soojin.

Yujin se quedó quieto como una estatua, sin despegar sus grandes ojos de la niña jadeante hasta que esta se detuvo para volver a dormir.

─ Casi despiertas a Soojin. ─regañó Yujin con su mirada seria, mirando a donde se suponía debía estar su amigo.─ No bajaré hoy, Wookie. Soojin me necesita aquí...y no quiero ir.

De pronto, unos pasos se escucharon golpear contra la madera, fuertes y claros para el niño que no se dejó intimidar sosteniéndose de la cuna, frunciendo sus cejas y torciendo la boca para mostrar un rostro disgustado. Pensó que se trataba de Wookie haciendo una rabieta pero luego recordó que su amigo era muy pequeño como para hacer tal estruendo.

Sus pequeñas manos se reafirmaron en la madera al estar algo asustado, clavando las cortas uñas en ellas para no retroceder ni un poco, pero aún con eso cerró sus ojos cuando la cortina se alzó mucho más alto esta vez, sintiendo el aire helado recorrer su espalda.

─ ¿Wookie? ¿Eres tú? ─Yujin tembló por el escalofrió y soltó un suave quejido de pánico. Trató de mantenerse fuerte, no quería demostrar el miedo que comenzaba a correr por su cuerpo con prisa.

Cuando no recibió respuesta y sintió el temor cubrir su piel, se soltó de su soporte de inmediato, agachándose con brusquedad y escondiéndose entre las mantas de su hermana, tratando de protegerla a ella y a él mismo.

─ ¡Vete! ¡No quiero verte! ─gritó a punto de llorar, importándole poco si despertaba al resto. El menor no volvió a escuchar pasos, solo el intimidante estruendo de la puerta siendo azotada mientras intentaba ignorar el aire que golpeaba con fuerza.

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─ Baja. ─ordenó Hanbin, observando a Hao frente a las escaleras que llevaban al sótano.─ Ahora. ─ya se habían resuelto la mayoría de sus problemas personales, por lo que ahora dedicarían su tiempo a terminar de inspeccionar la casa y concluir la mudanza.

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐇𝐎𝐌𝐄 𖧵 𝐙𝐁𝟏Where stories live. Discover now