-No, bueno, no del todo… Estaba pidiendo misiones para no estar mientras armaban los compromisos en mi clan, mi madre me ayudó negándose a que me casara, pero quería estar segura de que eso no cambiaría hasta que asignaran las fechas.-Reveló con voz bajita mientras tomaba la mano con la que la estaba abrazando.

-¿Y por qué hiciste eso?

-P-Porque…-Tragó saliva intentando controlar el tartamudeo en su voz pero sentir su respiración chocar contra su oído no estaba ayudando.-Yo… No quería casarme… Con un hombre que no fueras tú.

-Entonces…-Usó una de sus manos para tomarla de la barbilla y voltearle el rostro hacia donde estaba él.-¿Tu también quieres casarte conmigo?

-Itachi…-Suspiró mientras lo miraba a los ojos.-¿Cuál es el punto de estas preguntas? Ambos sabemos que los deseos no se conceden de la nada.

-Mi padre últimamente me está presionando para que tome el liderazgo del clan Uchiha, dice que hay muchos en el clan que aún no confían en mí.

-Por eso dijo lo de conseguirte esposa, lo entiendo, es tu deber y-

-Pero yo no quiero tomar el liderazgo del clan.

-¿Por qué?-Frunció el ceño confundida aún mirándolo a los ojos.

-Honestamente nunca he congeniado con ellos, quizás sí les guardo rencor como dijiste antes.

-Lo entiendo pero… Es tu gente.

-Además.-Continuó sin responder a lo que ella dijo, con cuidado le puso un mechón detrás de la oreja.-Ya lo dije, quiero casarme contigo.

-Pero el que no quieras tomar el liderazgo no va a cambiar nada, aún queda la comandancia de la policía militar y el concejo de tu clan.

-Eso cambiaría si no tuviera clan.-Abrió los ojos al máximo por unos segundos mientras jadeaba sorprendida, le tomó unos momentos discernir si lo anterior realmente había salido de su boca o si ella se lo había imaginado.

-Itachi tu… no puedes renunciar a tu clan así como así.

-No, quizás no, sería más bien como ser exiliado.

-El clan Uchiha jamás permitirá que te independices mientras uses sus habilidades.

-Cuando terminemos con Akatsuki… Quizás pueda dejar la vida ninja.

-Te sacarán los ojos.-Evidenció con pánico ¿Por qué estaba diciendo tantas cosas sin sentido? Nada de lo que decía tenía pies ni cabeza.

-No puedo casarme con una mujer que no seas tú.-Reveló pegando su frente con la de ella, estaba realmente cansado, cansado de ser un Uchiha, cansado mentalmente de tener todos los secretos de la aldea, incluso podía sentir aún encima de él aquel cansancio de haber sido parte de ANBU a tan corta edad, lo único que quería era descansar en sus brazos.

-Itachi.-Lo tomó de los hombros para apartarlo un poco, acarició sus mejillas con suavidad mientras lo miraba con lágrimas en los ojos.-Te juro que yo también quiero estar contigo, todos los días me despierto imaginando que estás a mi lado, todos los días cuando desayuno me imagino como sería si viviéramos juntos, si tuviéramos una familia, te juro que pienso en ello todo el tiempo. Pero dime algo, aún si te sacaras los ojos y te casaras conmigo ¿Crees que sería el fin de todos los problemas? Si tenemos hijos ¿Puedes garantizar que no intentarán tomar sus ojos? ¿Que sus vidas no van a peligrar por su genética?

Él frunció el ceño con dolor sin poder responder a esas preguntas, daría lo que fuera por decir que estarían bien, que el clan Uchiha no sería capaz de algo así, pero no podía hacerlo.

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