Empty Byakugan [Itachi Uchiha]

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-Ya es hora.-Se levantó emocionada y cuidando no hacer mucho ruido salió de su habitación en camino a la de sus padres, abrió la puerta encontrando el bulto de su padre aún en el futón por lo que rápidamente se acercó a despertarlo.

-Papá, papá despierta.-Lo movió de un lado a otro pero rápidamente detectó un aroma ya conocido en su padre.

Olía a alcohol.

-Sora no despiertes a tu padre cariño, debe estar cansado.-Habló su madre entrando mientras se secaba el cabello.

-Pero hoy es el primer día de la academia.-Se quejó bajito, no era extraño que su padre bebiera después de las misiones, su madre le había explicado en más de una ocasión que su padre estuvo mucho tiempo en la guerra y que así lograba relajarse.

Pero esperaba que ese día estuviera de pie con la misma emoción que ella.

-Aún es muy temprano, te falta bañarte y meditar ¿Cierto? Después yo haré el desayuno y entonces despertaremos a tu padre, me aseguraré de hacerle un café muy cargado para que estemos en la academia sin problemas.

-Hiashi-Sama se enojara si sabe que papá se está saltando la meditación.-Se cruzó de brazos con un pequeño puchero, el clan Hyuga estaba lleno de reglas complicadas, a veces le molestaba que ella siendo una niña fuera regañada por cosas pequeñas y que su padre pudiera saltarse tantas reglas.

-Hiashi-Sama ahora está algo ocupado con el próximo nacimiento de su heredero, no tiene tiempo para regañar a tu padre.-Comentó divertida.

Soltó un suspiro dándole la razón y se fue a su sala de meditación.

Desde que la matriarca del clan quedó embarazada todo estaba siendo meticulosamente preparado para recibir a la o él futuro heredero del clan. A ella misma le había tocado ayudar con el bordado de algunos cojines de la cuna, después de todo era parte del bouke y su madre había sido designada cómo la nana de los futuros hijos de la rama principal.

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-El día de hoy ustedes empezarán un nuevo camino.-Habló Hiashi con calma a los 3 niños sentados frente a él, todos estaban sentados sobre sus rodillas con la espalda bien derecha demostrando la estricta educación que habían tenido desde pequeños.-Deben mantener el nombre del clan en alto una vez que estén afuera, comportarse con prudencia y no causar problemas.

-Si Hiashi-Sama.-Respondieron los tres al mismo tiempo con voz clara y fuerte, el hombre asintió complacido.

-Sora.-La pequeña inhalo con sorpresa al ser llamada particularmente pero sin perder un segundo se mantuvo firme.

-¿Sí señor?

-No permitas que nadie te moleste, eres una Hyuga y por lo tanto no puedes permitirte bajar la cabeza ante nadie.-Parpadeó con rapidez varias veces, un hábito que tenía cuando se sorprendía o confundía.

¿Molestarla? ¿A ella?

Los otros dos niños que estaban a su lado también intercambiaron una leve mirada sin entender exactamente porque se lo advertía únicamente a ella.

Es decir, los tres eran miembros de la rama secundaria y ninguno conseguía activar el Byakugan aún, tenían exactamente el mismo nivel de habilidades ¿Entonces porque ella podría ser molestada?

-Entendido señor.-Aunque no entendió la advertencia no titubeó al responder consiguiendo otro asentimiento de cabeza.

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-Chicos felicidades por entrar en la academia.-Empezó el tercer Hokage con solemnidad.-Trabajen duro para avanzar en el camino ninja que se abre ante ustedes a partir de ahora.

Estaban en filas durante la ceremonia de iniciación.

Todos miraban para todos lados con curiosidad descubriendo quienes serían sus nuevos compañeros, en el caso de Sora no reconocía muchos rostros ya que era raro para ella estar fuera de los terrenos del clan Hyuga y sus primos debían pensar lo mismo ya que no se habían separado de ella ni un segundo a pesar de que no recordaba haber hablado mucho con ellos anteriormente.