Connor exhaló despacito. El placer era de él. De sentirla cerca. De que ella estuviera centrada en él. De su piel rozando la suya. De simplemente pasar tiempo juntos. De ser parte de algo que solo le pertenecía a ella, una confidencia.
—Es fácil —empezó ella—, solo tienes que mover los pies así. Es el paso básico para la salsa. ¡Lo estás haciendo bien! Ahora, tienes que mover los brazos y un poco más tu cadera.
Connor sintió su piel arder cuando ella posó la mano sobre su cadera, ayudándolo a balancearse de un modo en el que no se viera tan ridículo como se sentía.
—Toma mi mano y...
Ella se detuvo unos segundos y reconoció la canción de inmediato después de los gritos joviales de los demás. Connor respingó cuando ella tomó distancia, sin dejar de asir su mano. Ahora sonaba rock and roll, de los 60, y los pasos de las personas a su alrededor correspondían al twist.
—¿Por qué cambian tan abruptamente de género musical?
—La elección musical es aleatorizada. —Se encogió de hombros—. Es lo que diferencia a este club de otros y lo que lo hace más divertido al tener que adaptarse a los diversos ritmos.
Connor asintió, asimilando los pasos que ella le enseñaba con más rapidez de lo que había esperado al inicio. El twist, con sus pasos enérgicos, era más fácil, le recordaba a cuando estaba peleando. Y estaba fascinado por la sonrisa de ella, la sinuosidades de su cuerpo, los movimientos gráciles, la música que parecía fluir por sus poros.
Podría quedarse así toda su vida.
Si pudiera encapsular una memoria, sería ese instante. Su sonrisa. Su voz siguiendo las letras. Sus dedos encontrándose a la mitad del ambiente condensado para fusionarse en una sucesión de giros.
Se sentía vivo.
El tirio fluía por su vasos a velocidad vertiginosa y sus sistemas lo alertaban por los cambios inauditos en su cuerpo, pero no le importaba. Ahora comprendía lo que Kara le había dicho sobre finalmente ser libre cuando se la encontró en Canadá y le dio unas merecidas disculpas a ella y a Alice.
Junto a la detective, una mujer que pudo haberse limitado a solo ser una compañera más de trabajo, pero que había ido atravesando sus defensas —hasta reescribir su programa—, estaba aprendiendo qué era vivir, sin etiquetas de humano o androide de por medio.
La música volvió a cambiar. Connor la reconoció más rápido. Era bachata, originaria de República Dominicana, un tema del 2010. Con un parpadeo, repasó los 243 mejores tutoriales de baile.
La atajó por la cintura, disminuyendo la distancia, su piel escociendo, cosquilleando, haciendo que algo dentro de él revoloteara. Sus sensores auditivos hicieron bien en aislar el jadeo que escapó de los labios de la mujer, para propósitos futuros.
Ella siguió sus pasos, sorprendida, aunque no tardó en disfrutar de la música, del baile, de Connor. Deslizó sus dedos por la palma de Connor, despacio, gozando de la repentina calidez, de la ligera pátina de sudor y vapor entremezclados. Lo sintió estremecerse contra ella, tomarle el pulso como para asegurarse de que ambos estaban vivos.
Giraron, ignorando que las personas se detenían a verlos y los animaban, testigos del magnetismo entre ambos, esperando el momento en el que la tensión se cortara por un roce de más, una mirada de más, un susurro indecente.
La música se detuvo, dándole unos segundos de lucidez a Connor para perderse en la profundidad de los ojos de la detective, en la respiración superficial arremolinándose con su aliento.
En lo dolorosamente cerca que estaban.
Tan solo para percatarse que estaría más a gusto si estuvieran aún más cerca.
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Lazos inexorables || Multifandom x Reader
FanfictionA veces una simple mirada, una sutil caricia, o el agradable arrullo de una carcajada basta para tener la certeza de que todo estará bien, de que siempre estaremos juntos por el inexorable nexo entre nuestros corazones. 𝐃𝐢𝐬𝐜𝐥𝐚𝐢𝐦𝐞𝐫: Todos l...
Connor - Detroit: Become Human
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