El problema de las alegorías.

39 1 0
                                    

Al subir algunas ficciones a mi cuenta en Wattpad, recibí varias reacciones distintas, la mayoría favorables; pero una en particular me llamó mucho la atención: Varias personas me han preguntado: "¿Qué representa este elemento en un cuento?" "¿A quién representa este personaje de ese otro cuento?" La teoría literaria que está de fondo de esas preguntas es que una ficción es una especie de mensaje cifrado: El autor tomó un hecho real y cambió los nombres de las personas, las fechas, lugares y algunas circunstancias secundarias. Por lo tanto, cada elemento y cada personaje del cuento se corresponden con algún hecho o persona en el mundo real. Yo he visto películas que, en efecto, parecen haber sido escritas así: Son todas espantosamente malas. 

Si uno quiere contar un hecho real, entonces; ¿Por qué no lo hace? La única razón sensata por la que se me ocurre que alguien querría hacer eso es porque la censura le impide contar la historia que realmente quiere contar. Pero esta no es una razón artística. Yo personalmente subí un video contando la Historia del emperador romano Juliano I, como medio de hablar usando un "proxi" de un tema de actualidad que estaba rigurosamente censurado en Youtube. Pero hacer esto de gusto, o porque a uno le parece "artístico", me parece ridículo. 

 Cuando una alegoría es muy evidente, cuando lo que representa un personaje es demasiado obvio, como "Joi" en "Blade Runner 2049", esos personajes me parecen aburridos. Creo que una buena alegoría tiene que representar muchas cosas a la vez. Si una sátira va a representar un hecho histórico, tiene que corresponderse a 10 hechos históricos distintos, tiene que captar una abstracción, una verdad general y no sólo "traducir" en clave un hecho específico. 

 La mejor película sobre la guerra de Vietnam es una adaptación libre de "El corazón de las tinieblas".

 La mejor película sobre la 100% totalmente no-guerra civil argentina, "No habrá más penas ni olvidos", es una versión agiornada de "El Napoleón de Notting Hill", de Chesterton. 

Si esas ficciones son tan fácilmente adaptables, si encajan como hechas a medida, en una realidad que su autor no conoció, es porque captaron algo esencial de la condición humana. 

 Me gusta la visión que tenía Tolkien de la literatura: Rechazaba la idea de que Sauron fuese Hitler o Napoleón. El autor de ficción debe crear un mundo con sus propias reglas y personajes, el cual pueda ser vinculado por los lectores a diversos hechos reales, pasados o futuros.

2001 películas de cineWhere stories live. Discover now