-Sora-San.-Susurró su prima Himeko una vez que el Hokage terminó de hablar. No es que entre niños hubiera la necesidad de hablarse con formalidad, pero el clan Hyuga los educaba para ser lo más respetuosos con todos los de su alrededor, en adición a eso ella era la mayor de los tres, por meses claro, pero la mayor al final de cuentas y sabía que tenía un poco más de responsabilidad.

-¿Qué sucede?-Le respondió en el mismo tono de voz.

-La persona a su lado es Itachi Uchiha.-Su otro primo volteó a verlas en ese segundo con curiosidad, parpadeó con prisa y miró por el rabillo de su ojo encontrándose con un niño de la misma edad de ojos negros y cabello un poco largo.

Asintió sintiéndose un poco nerviosa por la presencia del Uchiha, no era secreto para nadie en la aldea que los Uchiha y los Hyuga conservaban una pequeña rivalidad y constantemente tenían roces. Tenían la orden de trabajar armoniosamente con todos pero en especial con los Uchiha, no era gran detalle pero Itachi Uchiha era el heredero del clan y debían cuidar no ofenderlo al mismo tiempo que no demostraban sumisión, algo sencillo en realidad pero todo un reto en la mente de niños de 6 años.

-¿Deberíamos presentarnos?-Preguntó Himeko con timidez y un leve sonrojo que ni ella ni Hoheto entendieron.

-Somos miembros de la rama secundaría así que no es necesario.-Contestó Hoheto frunciendo el ceño ante la cara extraña que estaba poniendo Himeko.

-Solo cuidemos ser respetuosos si tenemos que hablarle.-Agregó Sora asintiendo.

-Pero podemos ser sus amigos ¿Verdad?

-Bueno…-Vaciló un poco para responder ¿Podían? Hiashi les había dicho que debían ser amables con todos los hijos de clanes importantes pero en ningún momento les dijo si podían ser amigos de ellos, en realidad no le parecía un asunto tan grande, si alguno fuera de la rama principal quizás sería más complicado pero a nadie le importaría las amistades de niños de bouke ¿Cierto?-Puedes hablar con quien quieras, solo cuida tus calificaciones y a la hora de salida tenemos que regresar al clan.

-¡De acuerdo!-Asintió emocionada, Sora sonrió sin entender que era lo que la emocionaba al respecto.

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-Sus ojos son desagradables.-Se quejó un niño señalando a ambas, Himeko pareció entristecerse pero Sora no bajó la mirada y se quedó al frente de ella, Hoteho había quedado en un salón diferente.

-Nuestros ojos tienen este aspecto porque somos parte del clan Hyuga y en algún momento manejaremos el Byakugan.-No había razón para avergonzarse de sus ojos, eran muestra de que pertenecían a uno de los clanes más importantes en Konoha.

-¿Y tu piel es signo de algo o solo es fea porque no te bañas?-Continuaron sus burlas a lo que ella frunció el ceño ¿Qué había de malo con su piel? El color lo heredó de su padre y nunca nadie la había tratado diferente por eso, al contrario su padre era un ANBU a los servicios de la aldea.

-¿Tu estupidez es signo de falta de nutrientes o es de nacimiento?.-Tomó la mano de Himeko y se alejó del lugar escuchando gritos sin sentido, el profesor llegaría en cualquier momento y no quería hacer la situación más grande de lo que era.

-¿Podemos sentarnos ahí?-Preguntó Himeko señalando una de las bancas de la parte alta, asintió sin más y dejó que ella se sentara en el pasillo quedando Sora en el medio, el otro extremo seguía vació pero a ninguna le importaba mucho quién fuera el tercero en la banca.

-No te quedes callada cuando hagan comentarios así.-La reprimió levemente a lo que solo se llevó la mano a la nuca mientras sonreía.-Recuerda que debemos mantener el orgullo del clan Hyuga aún estando fuera.

-Es que no se me ocurrió nada que responder.

-Bueno ya no importa.-Pasaron unos segundos hasta que la tercera persona apareció sentándose en la banca sin decir nada, Himeko ahogó un grito al notar que era Itachi Uchiha y rápidamente le picó las costillas a Sora para llamar su atención.

-¿Me cambias de lugar?-Sora asintió sin pensarlo pero antes de que se pusieran de pie el profesor entró y el resto de niños se quedaron en silencio.

Sora le dedicó una leve sonrisa y le hizo una seña para que esperara, podía cambiarle el lugar cuando fuera el receso.

El profesor comenzó a darles la bienvenida y les pidió que se presentaran uno a uno, cosas como sus nombres y las razones para ser ninjas, el tiempo pasó bastante rápido con esa actividad y para cuando se dieron cuenta el timbre ya había sonado.

-Cuando regresemos deben sentarse en el mismo lugar ya que tendremos una actividad.-Avisó el profesor antes de salir, Himeko ahogó un suspiro lastimero.

-Creo que se refiere a que no cambiemos de banca.-La animó Sora, no entendía porque quería sentarse a lado del Uchiha pero parecía ser algo que la haría feliz así que no lo cuestionó.

-Disculpen.-Ambas voltearon al llamado del Uchiha, Himeko sonrió y se adelantó a contestar.

-¿Sí?

-¿Ustedes son parte del clan Hyuga?-En realidad Itachi no tenía la intención de socializar, siempre había sido un niño un tanto aislado, pero podría decirse que la curiosidad le ganó al ver a esas dos niñas, se hacían distinguir mucho con su estilo de ropa y sus ojos Malva, en alguna ocasión su padre le había hablado del clan Hyuga pero era la primera vez que tenía a uno de ellos cerca.

-Sí, yo soy Himeko y ella es mi prima Sora.

-¿Ya pueden usar el Byakugan?-Preguntó con interés, Sora se mantuvo al margen pero negó con la cabeza dejando que Himeko hablara.

-Estamos entrenando para usarlo, Hiashi-Sama dijo que debíamos entrenar mucho para dominarlo antes de los 12.

-¿Se despierta con entrenamiento?

-¡Sí!-Sora dudó un poco si era buena idea conversar abiertamente del Byakugan, claro que no estaban dando detalles importantes porque ni siquiera ellas los tenían pero no sabía que tan bueno fuera que Himeko pareciera tan dispuesta a responder todo desde el principio.

-¿Las marcas bajo tus ojos significan algo especial?-Preguntó refiriéndose a Sora, al principio no entendió a qué se refería hasta que recordó la existencia de tres lunares bajo cada uno de sus ojos, alineados e incluso parecían pintados por la manera en que el tamaño disminuye en cada uno, su padre solía decirle que eran lunares normales pero que era raro ver que tan bien colocados estaban.

-Son lunares.-Como acto reflejo se llevó las manos a donde tenía sus lunares para acariciarlos suavemente, la declaración pareció avergonzar levemente al Uchiha, casi imperceptible pero ellas estaban entrenadas para notar cualquier cambio de expresión por lo que fue fácil notar que el chico se sentía tonto por decir algo que podría ser imprudente, para ella no era la gran cosa, muchas personas del clan solían hablar de esa peculiaridad de su rostro sin más.

-Son lindos.-Intentó remediar con una pequeña sonrisa.-Hacen que tu rostro se vea bonito.

Se sintió levemente incómoda por el cumplido, su padre todo el tiempo le decía que era linda y algunas personas del clan también se lo dijeron de pequeña pero no era algo especial ya que en realidad se lo decían a todas las niñas. Estaba más acostumbrada a recibir halagos por su habilidad que por su apariencia por lo que solo asintió con propiedad.

Parecía que el Uchiha tampoco estaba acostumbrado a dar cumplidos porque desvió la mirada dejando que su cabello le cubriera un poco el rostro.

Himeko se encogió un poco en sí misma deseando obtener igual un cumplido.

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