Bestias Agresivas

Capítulo 60

La última campanada retumbó en los corazones de cada persona que veía la pelea dentro y fuera de Los Angeles, California. Y en el centro del cuadrilátero estaban fijadas todas las miradas de la gente con una forma tan peculiar como si fuera la primera vez que veían una pelea de box.

Aquel feroz intercambio de puñetazos que dominó en la pelea desde el quinto asalto ya se había esfumado. Ahora Yadira estaba usando solo su fuerza para seguir atacando, todo el cansancio, la fatiga y el dolor sufrido en la pelea habían mermado en la condición de la campeona. Sin embargo, el depender únicamente de su fuerza física sin poder utilizar sus técnicas de manera eficiente hizo que Rachel la aventajara una vez más al utilizar una última vez su estilo agresivo para evitar ser golpeada y contraatacar usando la velocidad que aún conservaba. —Esta pelea no durará mucho; Rachel no puede dejar que la pelea se decida por puntos o terminará perdiendo y sí Yadira no logra golpear a Rachel en este asalto tal vez sea ella quien pierda. La verdadera pregunta es ¿Cuál cuerpo será el primero en colapsar? —Los comentarios de la ex boxeadora eran acertados y llenos de verdad. Pues, ahora Rachel estaba forzando sus costillas rotas para poder realizar tan extraordinarios movimientos defensivos y ofensivos a la vez mientras que Yadira aumentaba la presión en sus músculos para arremeter con más fuerza y lograr conectar a Ray.

Para cada uno de los individuos que veían el espectáculo, ya fuese dentro del estadio como en las pantallas. Era claro que esto dejó de ser una simple pelea por un cinturón. Las dos protagonistas de este duelo estaban en la cima de sus carreras; la categoría de peso gallo hacía tiempo que les empezaba quedar corta y conseguir la victoria les abriría un mar de oportunidades. Sin embargo, Rachel buscaba algo totalmente distinto a lo que la gente pensaba sería su máximo logro. Ya había visto en acción la filosofía de Mark y ahora el verdadero objetivo de La Bestia era trascender al resto de personas para llegar más allá de la cima que sus pies podían tocar. Y lo estaba logrando, poco a poco el dolor de la batalla dejaba de sentirse en su piel reemplazando esa sensación por una ligereza que le permitió seguir golpeando con más fuerza y determinación. —"Ya falta poco, ya casi está listo mi último golpe." —Pensó la mujer mientras dirigía un pequeño vistazo a su puño derecho que sangraba bajo su guante.

—"Te estoy agradecida por esta pelea. De verdad es la mejor pelea que jamás tendré en toda mi vida... Pero si no termino esto ahora con mi próximo movimiento, entonces no podré sobrepasar esa cima en la que estoy ahora." —Tal parecía que las boxeadoras podían comunicarse en sus mentes; Yadira hizo lo propio al mirar con esperanza su puño derecho y dejando ir un profundo suspiro colocándose en posición de ataque una última vez, lista para lanzar su último golpe. —¿De verdad tu último golpe será ese? —Preguntó la entrenadora de la campeona preocupada por saber cuál sería el resultado tras el impacto de ambas boxeadoras, esto mientras dudaba si debía o no aventar la toalla y detener esta locura.

Y por fin, la recta final del combate llegó. Yadira asumió una postura ortodoxa de boxeo y saltó al ataque usando un golpe famoso entre fajadores: El golpe gacela. Un golpe en el que se deposita toda la fuerza del boxeadora para impactar contra el mentón de su rival. Por otro lado, Rachel contrajo su puño contra su pecho solo para dispararlo igual que un resorte con tanta fuerza que creó una onda a su alrededor, dicho golpe que viajaba en dirección al corazón de la campeona era llamado: El Tirabuzón.

Nadie se atrevía a decir una sola palabra luego de ver ese encuentro tan magistral de boxeo. Por fin una de las boxeadoras había caído rendida en la lona cubierta de sangre tanto propia cómo ajena. Y en medio de la admiración y confusión en la que se encontraba todo el mundo empezó el conteo del referí para que Yadira se pusiera de pie en medio de un estadio sumergido en un silencio sepulcral.

—1... 2... 3...

—"Que calidez, es la primera vez que la lona se siente tan suave." —Pensaba la campeona.

—4... 5...

—"¿Mí golpe gacela, perdió? ¿Yo perdí?"

—6... 7... 8...

—"¿Y si me quedo aquí? No creo que a alguien le moleste."

—9...

—"¡No, una pelea tan hermosa como esta no tiene por qué terminar así!"

Nadie se atrevía a interrumpir con su voz el milagro que estaba sucediendo delante de todos. Con mucha dificultad, Yadira logró levantarse aún luego de recibir el golpe más fuerte de Rachel directo en el corazón y que pudiera alzar los brazos para ponerse en guardia y demostrar que todavía tenía energía para seguir luchando. —"¿¡Por qué no caes!? ¡Maldición, solo quedan 10 segundos en el marcador; debo terminar la pelea ya!" —La ira y la desesperación invadieron a La Bestia quien viajó a gran velocidad para lanzar otro Tirabuzón asegurándose de apuntar al corazón de La Loba. El puño Rachel, aquel que acabó con tantas carreras de muchas boxeadoras y ahora estaba bañado en su sangre bajo el guante se dirigió sobre el pecho de Yadira para hacer realidad la promesa de acabar con su vida. 

Un golpe con tanta fuerza y velocidad que fue lanzado sin previo aviso, sería imposible escapar para una boxeadora común. No obstante, Yadira ya había memorizado el Tirabuzón de Rachel para poder esquivarlo con facilidad y posicionándose a un costado de ella atacando por segunda vez con el golpe gacela está vez golpeando de lleno a La Bestia y pulverizando su mandíbula de una vez por todas convirtiendo su boca en un océano de sangre. Para el árbitro y el jurado fue más que obvio el resultado así que la campana sonó por última vez dándole fin al combate.

Yadira "La Loba Afgana." ganó la pelea a los 2 minutos con 59 segundos del décimo round,  reteniendo el Cinturón Mundial de la categoría Peso Gallo.