Capítulo 14

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El gancho al cuerpo de Rachel contra el golpe descendente de Julia. Ambos puños iban cargados con el deseo que las dos mujeres tenían por sobrevivir, el tiempo se había detenido, solo existían Rachel y la matona listas para acabar con todo. Un cuerpo cayó de rodillas al suelo; Juliana Mondi permanecía vencedora contemplando a la mujer caída con esos ojos demoníacos a punto de rematarla con una última oleada de golpes. La lluvia se mezclaba con la sangre de Rachel luego de que Julia estuviera masacrando su rostro hasta arrinconarla a punta de golpes.

Ahora la mujer estaba recargada contra la pared sin poder caer por todas las embestidas que la obligaban a mantenerse de pie meramente por instinto. —"Ya falta poco... Sólo un poco más." —Se decía Rachel a sí misma motivándose a dar su último esfuerzo para salir del huracán de castigo que la chica demoníaca le daba. —"¡Ahora, es mí oportunidad!"

Rachel Williams ya podía ver venir con claridad a través de los puñetazos de su rival a tal nivel que podía soltar un par de contragolpes para hacer retroceder a Julia. Curiosamente, esos contragolpes lograban impactar en el abdomen de la chica drogada. ¿Cómo era posible que Rachel estuviera retomando nuevamente el control de la pelea? Este suceso sin aparente explicación fue rápidamente entendido por Mark.
—"Chica lista, has estado golpeando el estómago de Julia para debilitar la fuerza de sus golpes. Y no solo eso, tantos ataques en esa zona pronto harán que expulse las drogas." —Dorian sonreía sabiendo que esa pelea llegaría a su final en cuestión de minutos.

Al final, ocurrió lo que el criminal tanto había anticipado: Juliana caía al suelo vomitando sangre junto con las drogas que le daban esa fuerza arrolladora. Esto fue aprovechado por la pujilista que puso en marcha el principio del final de la batalla: El movimiento perfecto, Rachel plantó firme sus pies en el suelo, giró su cintura en el ángulo correcto lista para lanzar un mortal cross al mentón que derrumbó definitivamente a Julia. El combate ha terminado. —¡Espléndido, eres increíble! Estabas en desventaja y aún así lograste vencer, preciosa. Ven aquí. —Mark se acercaba a Rachel entre aplausos con una enorme sonrisa esperando que la mujer lo recibiera con la misma emoción que él tenía. —¡¿Qué carajos fue todo ésto?! —Rachel sujetó al criminal por la solapa de su camisa mirándolo con un par de ojos bestiales.

—Esta chica era una de mis empleadas, pero mejor ven conmigo y lo entenderás todo. —A Dorian no le costó esfuerzo quitarse de encima a la mujer, la derribó con un movimiento. Su expresión seguía siendo calmada pero, un aura siniestra le rodeaba dándole un aspecto macabro. —¿Quién eres realmente? —Esa pregunta fue contestada por la risa de Mark, este hombre puso marcha hacia su fábrica de narcóticos con la esperanza de que al voltear la mirada encontraría a Rachel detrás de él. La caminata cesó al haber llegado a su destino, el criminal se abría paso en la bodega seguido por una mujer a la que ninguno de sus empleados había visto antes.—Bienvenido señor. Hay algo que tiene que ver, Julia trajo el cuerpo de... —La secretaria de Mark salió a recibirlos solo para ser interrumpida por su jefe quien no tenía intención de escuchar nada de esa fracasada. —Escucha bien. Juliana ya no forma parte de mi organización así que no me importa lo que haga esa idiota. Ahora lleva algo de beber a mi oficina.

Rachel no había dicho ni una palabra, solo avanzo en silencio por el lugar que emanaba un aroma a humedad. Aquél hombre que la intrigaba tanto la guío hasta su oficina a la espera de contarle todas las respuestas a las dudas que rondaban en su cabeza. —La lluvia se está poniendo intensa, no te molesta pasar la noche aquí? —Ambos entraron a la oficina principal de Dorian dónde lo más resaltante era la enorme ventana que daba una vista preciosa de la ciudad además de un bate lleno de clavos negros producto de la sangre oxidada. —Me quedaré contigo si respondes lo que pregunté. —Por fin se atrevió a hablar la mujer con una furia comparable a la que desató hacía un rato para pelear.

La tormenta continúo hasta convertirse en un huracán que aterrizó a todo el Distrito 13 por un par de horas.

Sin embargo, el distrito vecino apenas se había visto afectado por el desastre natural; de hecho, esa noche era la anfitriona de un evento deportivo muy importante para todos los aficionados del mundo del boxeo: La tercera defensa por el título de Campeona Nacional de Peso Gallo. Después de la paliza propinada por La Bestia y el posterior retiro de la misma, Jessica Martinez escaló nuevamente hasta volverse la campeona nacional haciéndose de una enorme fama como "Aquella mujer que sobrevivió a la Bestia" Su nombre se hizo cada vez más conocido en el país y ahora estaba por demostrar nuevamente porque ella era la mejor peleadora de la división de Peso Gallo.

—¡Buenas noches Distrito 7! Esta noche, la campeona Jess Martinez defiende su título por tercera ocasión, pero su retadora no sé la dejará fácil. ¿Están listas? A boxear. —El combate comenzó luego de las palabras del presentador, aunque toda la emoción que él público guardaba por ver esta pelea fue destruida en el primer asalto. Jessica venció a su rival con golpes de gran precisión a sus puntos vitales lo que le valió una victoria rápida. Pero algo andaba mal, el rostro de la campeona no era el de gozo por la victoria, en cambio tenía una expresión desafiante y confiada de su estilo de combate. —¡Jess lo hiciste estupendo, cielo! —Anthony, su ahora esposo la celebraba corriendo al ring con ella sin imaginar lo que se pasaba en la cabeza de la campeona. —Alto todo el mundo. —Jessica le arrebató el micrófono al presentador para dar un aviso importante, un silencio rodeó el estadio a la espera de lo que la campeona tenía que decir. —Quiero retar a la actual Campeona Mundial de Peso Gallo. Más bien, voy a conseguir el cinturón mundial.

Bestias AgresivasWhere stories live. Discover now