Crié a un marido en la antigüedad.

CAPITULO 11

Después de que Pei Xing terminó de lavarse, rechazó su ayuda, no insistió, se paró en silencio fuera de la pantalla, esperó a que la persona se vistiera y luego la llevó de regreso a la cama.

    Al ver que la gente se acostaba obedientemente, Lu Yiming no era hipócrita y simplemente se lavó con el agua de su baño. Hoy, estuvo corriendo todo el camino y estaba exhausto.

    El agua estaba un poco más fría, y cuando recordó los días en que solo podía ir al río para tomar un baño frío al comienzo del apocalipsis, estaba en trance.

    Acabo de entrar antes, no lo sentía cuando estaba solo, pero ahora me calmo, pienso en las personas en la cama y pienso en el padre de Lu y la madre de Lu en la otra habitación. sentimiento, por fin me siento como en casa.

    Después de la muerte de su hermano que dependía de él, rara vez se preocupaba por una persona como esta, a veces no podía decir si consideraba a Pei Xing como otra persona y lo trataba bien, como si estuviera compensando los arrepentimientos irreparables en su vida anterior.

    Durante mucho tiempo esto no era bueno, por ejemplo, antes perdía el control de sus emociones y enojaba a la otra parte.

    Estaba realmente enojado, enojado con la otra parte por ignorar su propia seguridad, y al mismo tiempo estaba un poco asustado, temeroso de que la tragedia volviera a ocurrir.

    En su última vida, su hermano menor lo salvó de una herida fatal, fue infectado por un virus y se quitó la vida antes de convertirse en un zombi.

    Odiaba la transitoriedad del apocalipsis, odiaba la caravana que robó sus suministros y se odiaba a sí mismo, por qué era tan débil e incapaz de hacer nada.

    No quería experimentar tal impotencia por segunda vez, razón por la cual tuvo tantos altibajos emocionales en ese momento.

    Lu Yiming negó con la cabeza, recogió el agua fría y se lavó la cara, se puso mucho más sobrio y no pensó más.

    Después de que terminó de vestirse, Pei Xing se acostó boca arriba en la cama, respirando constantemente y se durmió, no lo molestó y salió de la habitación con cuidado, cerrando la puerta con fuerza para evitar la invasión del viento frío.

    La gente en la cocina captó la figura de Lu Yiming y lo saludó: "A Bao, ¿cómo está el hermano Xing'er?"

    "Me quedé dormido". Lu Yiming olió el olor de la medicina tradicional china: "¿Es esta la medicina del padre?"

    "Esto es para el hermano Xing. Queda un paquete de la última receta. Lo freiré. Bebe la sopa de jengibre más tarde, llévasela y bébela mientras está caliente. Si la fiebre no baja mañana, nosotros iré al doctor Li."

    La madre Lu señaló la sopa de jengibre en la estufa al lado y le indicó que la bebiera.

    Estaba lloviendo a cántaros fuera de la ventana, y la densa lluvia formó una cortina de agua, como una cascada natural cayendo.

    Tic-tac:

    el techo no pudo soportar una lluvia tan fuerte, una gota de agua de lluvia goteó del hueco agrietado y cayó en el tazón de sopa de jengibre que sostenía Lu Yiming.

    Miró hacia el techo, el agua fangosa mojaba la pared, dejando una playa circular claramente visible, el agua de lluvia se acumulaba lentamente en la grieta en el centro, formando gotas de agua.

    La Madre Lu levantó la cabeza, miró hacia otro lado y miró hacia otro lado. Ya era un lugar común: "Está bien, después de que termine de hervir el medicamento, puedo ir a buscar un balde de madera