50° Fuego e infierno

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Arabella

Quedé inerte al escuchar lo que acaba de decir Dimitri ¿Mi hermana siempre estuvo enamorada de él? Me acuerdo perfectamente que yo jugaba con un chaval pero jamás se me pasó por la mente que hubiera sido Akem. También resaltó que todo esto fue plan de él.

¿Akem me manipuló todo este tiempo?

¿Tendré una venda en los ojos?

¿Su plan era embarazarme?

¿Fingió haberse enamorado de mí?

¿Se enamoraría mediante su plan?

¿Se....?

Me niego aceptarlo, con Akem he vivido experiencias buenas y malas pero juntos. Él me prometió estar conmigo siempre hasta llegar a viejitos y ver a nuestros nietos correr. Esto debe ser una desagradable mentira de Dimitri porque si hubiera sido un plan.

¿Me hubiera buscado en el supermercado?

¿Me hubiera buscado por toda París hasta encontrarme?

Él me ama como yo a él, aunque no lo diga se lo demuestro cada maldito día porque las palabras se las lleva el viento. Me siento impotente aquí sin hacer nada, Boris me notificó que mi papá y Akem están bien; con golpes y maltratos pero vivos que es lo importante. Ellos se quedarán en Marsella hasta mañana, me levanto de la silla y salgo del despacho, los nervios me tienen cada rato yendo al baño a orinar. Mientras que voy por el pasillo me acuerdo que nombraron a Clarissa.

Traidora hija de puta.

Me olvido del baño y corro nuevamente hasta el despacho, cojo mi móvil y hago una videollamada con Franco y Chiara.

— Hola mamacita. — se conecta primero Chiara — ¡Uy! ¿Pero qué te pasó para que tengas esa cara? Si querés me agarro a cascar con alguien. — Lo último me hizo gracia pero no lo refleje.

— Hasta que apareces mi alma. — se conecta Franco — ¿Qué hay de nuevo?

— Clarissa estuvo todo este tiempo manipulandonos, esa perra...

— Un momento Arabella — me calla Franco — eres mi mejor amiga pero no te voy a permitir que hables así de mi hermana...

— Pues le hablo como a mi me de la putisima gana. — le grito molesta — joder ahora esto me faltaba, tú queridísima y perfecta hermana — ironizo — está con el gilipollas de Dimitri, es su padre Franco habre los ojos de una maldita vez.

— No puede ser. — susurra - ¿Cómo sabes eso?

— Hoy Akem fue a rescatar a mi padre pero ya todo el mal nacido de Dimitri lo tenía planeado, él estuvo esperando la llegada de su hijo y para la sorpresa de Akem fue que tiene una hermana y es nada más y nada menos que Clarissa. — Franco y Chiara abren los ojos como platos — Gracias a ella, él y los Medinas sabían todo este tiempo de nuestro paradero y no te estoy culpando cariño pero todo lo que le decías era transmitido para su padre.

— Pero que monda. — dice mi amiga indignada — Esa culicagada es toda una perra, tan achantada que se veía y nos apuñaló en la espalda. Franco puede ser tú hermana pero Ary es como mi hermana y si tú te separas de nosotras por ella, es mejor dejar nuestra amistad hasta aquí. — me sorprende la sinceridad de sus palabras.

— ¿Me estás tomando el pelo? — pregunta algo molesto — De verdad te pido mil disculpas muñeca, pensé que Clarissa era una buena piba pero gracias a ti pude quitarme la venda de los ojos. — me regala una leve sonrisa — Tú si que eres mi hermana y es increíble creer que ella siéndolo de sangre se haya burlado de mi.

— Tranquilo. — digo con honestidad — Por favor les ruego que se cuiden, ustedes también están en peligro; si quieren se vienen conmigo. Mañana Akem llega y nos vamos para Rusia, él dice que en su territorio todo es más manejable, mi madre y mi tío están allá con Ágata.

— Yo voy a donde quieras, muñeca. — dice Franco.

— Lo mismo digo amiga. — me sonríe.

— Bueno es más factible que ustedes vengan hasta acá que nosotros ir a buscarlos para luego ir a Rusia. Preparen sus cosas que entre dos horas unos de los hombres de Akem los pasa buscando. — sentencio.

— Nos vemos luego. — dicen los dos al unísono.

Me preocupa la seguridad de mis mejores amigos, si Clarissa fue capaz de traicionar a su hermano podría llegar a otras cosas. Me levanto corriendo porque ya mi vejiga no aguanta más.

Luego de ir al baño, me encamino hasta la cocina, me sorprende ver a un hombre alto, desgarbado, tez blanca y pelo negro; al escuchar mis pasos se voltea y me mira con una sonrisa en el rostro.

— Hola guapa. — tiene una voz ronca — La sala principal necesita una limpiadita.

Me lo quedo viendo mal ¿Cree que soy una chica del servicio? Que esté vestida con una camisa de tirantes y un sencillo vaquero no es para que estén pensando cosas que no son.

— ¿Y por qué no lo haces tú? — él suelta una sonora carcajada que hace que mi cabreo llegue a cien.

— Hay estatus mi reina y aquí las sirvientas no tienen ni voz ni voto. — enarco una ceja.

— ¡Ay mi lindo! no sabes a quién le estás hablando. — él me mira interrogante — Soy Arabella Duarte, futura señora Ivanova y dama de la mafia.

Su rostro palidece y deja caer el vaso que tenía en sus manos. Sonrío con malicia, yo puedo ser muy tranquila pero si te metes conmigo atente a las consecuencias. Sale de su estado de trance, busca una pala con su respectiva escoba y limpia el suelo quitando los trozos de vidrio.

— Per... Perdóname mi señora. — le tiembla la voz — Yo no sabía que usted es la mujer del Boss...

— Ahorrate tú discurso y metelo por el culo si es necesario. — hago un desdén — Necesito que unos de ustedes busque a mis amigos a España, pero ya que tú estás aquí lo harás tú. — sonrío.

— Claro que sí mi señora, ahora mismo salgo para allá. — sonríe nervioso — necesito que me dé la ubicación.

Se la doy y sale apresurado de la cocina. A la humanidad le gusta juzgar sin saber. Cojo una manzana y me encamino a la habitación.

Necesito descansar un poco.

[...]

Siento caricias por mi brazo derecho y besos por mi hombro.

— Despierta principessa. — al oír la voz de Akem me levanto rápidamente y me abalanzo a sus brazos.

— ¿Estás bien? ¿Te duele la pierna? — hablo muy rápido por lo que él me calla con un beso, no es un beso cargado de deseo si no de ternura. — ¿No venían mañana?

— No quise estar un minuto más separado de ti. — besa mi frente — No quería estar separado un minuto más de ustedes. — da caricias circulares con su mano en mi tripa — Tenemos que hablar amor, yo...

— ¡Shhh! — le pongo un dedo en sus labios — No hay nada de que hablar, quizás el destino quiso que nos volviéramos a encontrar y formar la pequeña familia que somos. — sonrío — Tú padre dijo puras mentiras, yo te creo es a ti amore.

Él no dice nada, me abraza con cariño, nos acostamos y me coloco encima de su pecho, hablamos de cosas sin importancia pero mi mente está en otro lado.

Sus ojos grises han llevado mi ser a una tormenta.

Su sonrisa ilumina mis días y me llena de vida.

Sus labios aclaman por los míos al no ser besados.

Su voz es una melodía que inunda mis sentidos.

Sus brazos me otorgan la dicha de ser su mujer.

Porque yo soy su fuego y él mi infierno.

Y si un día tuviera que cumplir una condena, la cumpliría encerrada permanentemente en lo más profundo de su corazón.

A su lado sé que voy a vivir y no a sobrevivir, poco a poco soy atrapada por Morfeo cayendo en su mundo del sueño.

CENIZAS +18 [1] ✓ [Borrador]Where stories live. Discover now