CENIZAS +18 [1] ✓ [Borrador]

24° Pesadilla

Arabella

Después de que le dijera esas palabras tan cortantes a Akem, me sentí un poco mal. Siempre he sido así con todos los hombres pero con él no fue lo mismo. Vi perfectamente como su cara se transformaba de tristeza a una de cabreo, note como arruinaba unos de sus sentimientos; pero es que esto es una total locura, lo conocí aproximadamente dos semanas, follamos hace una semana y supuestamente ¿Ya le gusto?. No tiene nada de malo ¿O si?, no se que pensar pero lo que si se y reitero es que tengo una pequeña atracción por el. No se si será por su físico, por su manera de follar, por su trato o todas las anteriores. Me agrada la idea de saber que ha llegado una persona que va a la par conmigo, somos mismos polos.

— La cagué parce — se lamenta Chiara — siempre yo con mi boca de chicharrón.

— Tranquila amiga, vos no sabéis que él estaba aquí conmigo.

— Y... ¿te gusta? — me mira picarona.

— Gustar gustar no mana, pero si me llama la atención, tiene una forma de follar increíble. — achina mi amiga los ojos haciéndome saber que no me cree. — Bueno no sé, en mi hay algo visto solo gracias a él, Akem es un casanova a todo su esplendor y a mi me encanta estar activa sexualmente.

— Amiga no era él y me sentí super cortada — dice apenada.

— Me siento un poco culpable ¿sabes? — le confieso —. Luego hablaré con él y dictaré algunas reglas, solo sexo sin amor — o eso creo.

— No sabes de lo que te pierdes querida, a mi me gustaría que un hombre me mire como Akem te ve a ti —- dice risueña —. Sé que no me estás pidiendo un consejo, pero dale una oportunidad a él. También da un poco de miedo con esa mirada tan fría pero a la vez es encantadora.

Tengo que pensar que sentimientos encontrados llevo en mi mente y corazón, no quiero depender de nadie y mucho menos que me destruyan.

— Ya hablaremos de eso. — doy el tema por finalizado.

— Amiga Owen vino conmigo, está en la cafetería, el viernes cuando Akem te llevó a la fuerza me senté un rato con él y me pidió tú número, espero no te moleste mi atrevimiento.

— No pasa nada, él es un viejo amigo — me encojo de hombros —. No lo veía desde que era una adolescente.

— Está guapísimo amiga — se ríe —. La milicia le ha ido de maravilla — señala los brazos — Está para comérselo con ese porte que muestra, demuestra ser un hombre amargado pero cuando hablas con él es todo lo contrario.

— Todo tuyo — sonrio.

— Pues te diré que tenés otro pretendiente y tu no le quieres parar a ninguno — rueda los ojos. — Que suerte la tuya.

Tocan la puerta y entra el mencionado Owen.

—Hola nain — se acerca y me da un beso en la coronilla — ¿Cómo estás?

— Me siento bien, ya es hora de que me vaya a mi casa — miro a Chiara — ¿Le puedes decir a Franco que me lleve hacer los exámenes?.

— Claro amiga ya vuelvo — me guiña un ojo.

— Cuéntame, ¿qué pasó enana? — se ríe, desde que lo conocí siempre me llamó así —. Soy Capitán del FEME (Fuerza Especial Militar de España), y tengo los medios para ayudarte.

— ¡Muchas gracias por ofrecerte! — sonrio —. Pero antes de que pasara todo esto ya se lo había comentado a mi hermano, es lo mismo que tú pero en Italia.

— Estuve conversando con él, necesita mi ayuda porque como tú has dicho él es el Capitán en Italia y por ley necesita la autorización de la central de España, por los momentos no tenemos un coronel, así que por lo tanto soy el capitán encargo de este establecimiento — explica —. Hablé con él y le dije que yo me encargaba de todo, para mi nunca serás una molestia — me sonríe galante.