CENIZAS +18 [1] ✓ [Borrador]

44° ¡SORPRESA!

Arabella

Cinco meses después.

Durante estos cinco meses ha pasado de todo. Akem se tuvo que ir a España a resolver varios asuntos mientras que yo me quedé con mi tío aquí en Alaska, hablamos todas las noches por zoom, mi tripa ya está grande pero mi idiota no ha podido disfrutar bien lo que es el embarazo. Ya la obstetra, mi tío y yo sabemos que sexo son mis bebés; quiero darle la sorpresa a mi idiota cuando venga mañana.

Akem está cumpliendo con su promesa de acabar con los Medinas y su padre, le sabotea todas las embarcaciones. Él como creador de la LACEHD es el único que sabe como se prepara la droga. Su padre trata de imitarla pero no ha tenido buenos resultados; ellos se andan escondiendo como las ratas que son pero aún no hemos llegado a su paradero.

Franco me ha venido a visitar dos veces por mes; por lo que me cuenta se la lleva de maravilla con su hermana. También me comentó que Issabela fue despedida por suministrar un medicamento que no era a un paciente causándole la muerte enseguida, ella está prófuga de la justicia.

Ágata la madre de Akem estuvo aquí hace dos semanas para conocerme y ver cómo estaban sus nietos. Es una mujer segura de sí misma, con la frente en alto, encantadora forma de vestir y emprendedora. Recuerdo perfectamente cuando me vió por primera vez.

— ¿Arabella cierto? — me preguntó con una sonrisa por lo que asentí con la cabeza.

— Un placer. — le estrecho mi mano pero ella abre sus brazos regalándome un fuerte pero cálido abrazo.

— Pero si eres más hermosa en persona — me halagó — mi hijo me mostró una foto tuya cuando me visitó a Rusia.

— Muchas gracias Ágata, ven siéntate.

Y desde allí hablamos todos los días por teléfono. Chiara anda teniendo una aventura con Boris; el mejor amigo de Akem le dejó en claro que era sexo nada más pero se que llegarán lejos.

Lo dices por experiencia querida. Se burla mi voz interna.

Mi familia cree que estoy en un Congreso médico. Mi tío Valentín y yo sabemos que mi padre anda buscando la manera de encerrar a Akem pero no le voy a dar el gusto; cuando supo que va a ser abuelo casi le da un infarto y uno solamente de uno si no dos. Mi madre anda super feliz porque va a ser abuela y sin arrugas.

Dijo ella.

Tuve que cambiar de número móvil, mi número solo lo tiene Akem, su madre, Franco, Chiara, Boris y mi tío. Son las únicas personas que saben donde estoy. Iván siempre me manda recados con Franco, yo le quise decir también en donde me encontraba pero mi idiota me lo prohibió; solo sabe que estoy en Alaska pero no en que ciudad.

Mi tío salió a divertirse un rato, dijo que esta noche follaba sin descanso. Mientras que yo estoy en una habitación que la ambienté a mi gusto para bailar; no pude colocar un tubo de pole dance porque Akem no sabe que lo bailo.

Seguiré siendo la enmascarada misteriosa.

Por lo que nada más ordené que pusieran espejos por toda la habitación y unos altavoces. Cuando bailo mis bebés también se mueven, la primera vez que sentí sus pataditas fue cuando Akem tocaba el piano para ellos. La sonrisa de él al colocar su mano en mi panza y sentir cómo se movían me llenaron de vida.

Coloco la música y me sitúo en todo el centro del salón.

En estos meses me he apasionado más por el baile y el canto. Es increíble que todavía tenga la flexibilidad en el embarazo. Me desenvuelvo al bailar y todas mis preocupaciones se reflejan en la coreografía que inventé; todo ese deseo de venganza y el temor de perder a lo que más quiero también se reflejan allí. Cuando termino de bailar escucho unos aplausos, inmediatamente me volteo hacia la puerta y me encuentro con esos ojos grises que me remueven todo por dentro como una tormenta.

— Si mis niños aprenden a bailar me voy a poner muy celoso de que no quieran también tocar el piano. — dice con las manos en el bolsillo.

— ¿No venías mañana? — me levanto y me acerco a él para darle un beso.

— Sorpresa. — dice sobre mis labios me da un casto beso, luego se arrodilla y besa mi tripa — ¿Cómo están esos campeones?

— ¿Y por qué crees que son niños? — digo burlona.

— Porque en la familia Petrov Ivanov hay puros hombres. — dice casual — Espera un momento... — se levanta — ¿Son niñas? — pregunta feliz.

— No cielo.

— Ohh viste son unos varoncitos como su papá — ríe.

— Tampoco. — me encojo de hombros.

— No vale, son extraterrestres. — rueda los ojos — No me estés vacilando pequeña.

— ¡Jajaja! — me burlo — No lo hago, mañana lo sabrás.

— ¡Ufff! que manía de ocultar las cosas. — me agarra por la cintura.

Beso su nariz. — Pero te fascina. Quiero que toques para mí.

— Y lo haré las veces que quieras. — me coge la mano y bajamos a la sala principal.

Ya tenía todo planeado para mañana pero hoy en la tarde quise adelantar todo para que estuviera listo y menos mal lo hice porque así podrá enterarse de los sexos. Debajo de los pianos de cola hay un pedal donde se coloca un pie, mientras el pianista toca también tienen que darle presión a eso para que los acordes salgan perfectamente. Busqué mil formas en Internet de revelación de sexos pero ninguno me llamó la atención, así que opté por hacer algo original. Hay unos globos que se inflan con pura presión así que compré dos y los sitúe allí abajo; dentro de cada globo está el color que identificará el sexo.

Esos globos cuesta inflarse así que escogeré una melodía un poco larga para que ellos puedan explotar.

— Quiero que toques claro de luna tercer movimiento. — me siento con él en el taburete.

— Mmm, melodía fuerte — enarca una ceja — perfecto. — coloca sus manos en el piano.

Que comience la magia.

Akem toca y los nervios lo tengo en punta. Ya tenemos nombres para los bebés pero hay uno que estuve pensando y sé que le gustará. Ya terminando la melodía se escuchan dos pequeñas explosiones, por los lados del piano sale polvillo azul y rosado.

— ¡Sorpresa! — grito.

Él está estático en el taburete incrédulo de lo que está sucediendo. Pero de repente se levanta y me carga haciendo que enrolle mis piernas en su cintura, me besa una y otra vez agradeciendo.

— ¡Soy el hombre más afortunado joder! — rio, se acerca a mí y besa el dorso de mi mano — Gracias principessa me haz hecho el hombre más completo del mundo. — me agradece — Joder una princesa y un campeón — dice entusiasmado — Saskia y...

— Kaem. — lo interrumpo — Saskia y Kaem Ivanov Duarte — sonrío.

— ¿Son las letras de mi nombre? — pregunta con una sonrisa de oreja a oreja, asiento — Me encanta cariño. — besa mi tripa — ¡Hola allá adentro! No saben cómo anhelamos su llegada, dentro de cuatro meses nos veremos.

Acaricio su cabello sedoso, mientras que les dice un sin fin de cosas que harán en el futuro.

Ya tengo mi propia familia.