25° Ojos hipnotizadores

10.2K 786 67
                                    

Arabella

Me confirmé a mi misma que en realidad si tengo un sentimiento hacia Akem, que él me haya dado la oportunidad de pensar bien las cosas se lo agradezco de todo corazón. No quiero ser lastimada otra vez, pero esas palabras que me dijo me encantaron demasiado.

Luego del momento "cursi" que tuvimos, me llevaron hacer los estudios neurológicos y de sangre. Estoy algo nerviosa por los resultados, soy doctora pero también un ser humano; espero que en mi cerebro no haya nada malo. Al cabo de cuarenta y cinco minutos me encuentro otra vez en la habitación, Franco me dijo que los resultados estarán en una hora.

Voy al baño de la habitación para cambiarme de ropa, Chiara fue a mi ático y me trajo algunas cosas llamativas; sus palabras fueron:

— Me metí en tu closet amiga, me dijiste que te trajera algo cómodo y obvio que te lo traje — saca unos monos que son pegados al cuerpo —. Con éste negro se te debe de marcar ese culo a la perfección, parecerá que fuera de tu propia piel de lo ajustado que es — me sonríe pícara —. Bueno y este rojo lo traje porque me llamó la atención su color — se encoge de hombros —. De camisa si te traje alguna desahogadas para que no te aprieten en la herida.

Niego con la cabeza al recordar, me miro en el espejo; tengo un aspecto desfavorable. Debajo de mis ojos hay unas ojeras muy marcadas, mi piel está más pálida de lo normal. Los labios están resecos casi blancos, el brillo de mi cabello ya no existe, está completamente sin vida. En pocas palabras estoy destruida.

Y aún así nuestro papacito se abrió a ti. Dice mi voz interna.

Me quito la bata de hospital, bajo la mirada hasta mi abdomen y veo las vendas color blanco alrededor de él. No quiero ni imaginar la cicatriz que me va a quedar allí. Siempre he sido una mujer que cuida su cuerpo y apariencia, en mis días libres voy al gimnasio este cuerpecito no se mantiene solo. Un sollozo sale de mí sin avisar, cuando me pueda quitar esta venda y vea esa horrorosa cicatriz no volveré a ser la misma de antes.

Otro sollozo sale de mí y sin más comienzo a llorar. Tocan la puerta con fuerza y le paso seguro.

— Principessa abre la puerta. — ordena Akem —. Por favor ábrela. ¿Qué tienes mi diosa?.

No respondo porque sé que voy a llorar con más fuerza, bajo la tapa del inodoro y me siento con cuidado. De repente se abre la puerta con una patada de él, destrozandola en el acto, se acerca a mí y se arrodilla para estar a mi misma altura. Desciendo la cabeza para que no me vea llorar, me agarra una mejilla con suavidad, unos de sus dedos da leves círculos con cariño. Así duramos un rato hasta que me agarra la otra mejilla elevando mi rostro hasta quedar su frente junto a la mía; nuestras respiraciones se mezclan y sin ninguna razón siento mi corazón latir con descontrol.

— Mi diosa de ojos hipnotizadores. — comienza hablar —. Me asusté cuando entré en la habitación y no te vi, escuché varios sollozos tuyos y me preocupé — separa nuestras frentes y me mira con un brillo en los ojos que no se como explicarlo, nadie en mi vida me ha visto como me ve él.

¡Estas sintiendo cosas por el cariño!.

— Conmigo no necesitas dártelas de fuerte porque sé que estás hecha pedazos, si quieres llorar, llora, aquí tendrás un hombro que te va a reconfortar. Cuando estés alegre seré yo quien ocasione esa felicidad para que sonrías como tú solo sabes hacerlo. Pero dime ¿Qué te atormenta?, si es necesario ir detrás de tus demonios y doblegarme lo haré solo por verte feliz — une nuestros labios, dándome un casto beso.

Últimamente he estado muy sensible debe ser los medicamentos. Nos separamos y él me mira esperando una respuesta.

— Me doy asco. — él frunce el ceño —. El tan solo pensar que me va a quedar una cicatriz en mi cuerpo me repugna — una lágrima silenciosa sale de mi ojo.

— ¿Te da asco verte a ti misma ó que otra persona piense eso? —pregunta.

— Las dos. — susurro.

— Si es por ti misma , buscaré la forma de que te mires como yo te veo a ti. Porque cuando te veas vas admirar una belleza única en este mundo, vas admirar a una mujer que sobrevivió a todo pronóstico. Cuando te mires vas admirar lo fuerte que eres; cuando te mires vas admirar esa cicatriz que tienes porque vas a decir que eso no impidió destruirte. — me mira —. Porque tú te vas a admirar como yo te admiro a ti. Y si es por la opinión de los demás, simplemente los mato y ya; preocúpate por ti y no por lo que piensen los demás.

— Gracias por no dejarme sola. — también lo miro.

— Escúchame bien, pase lo que pase jamás me alejaré de ti.

— Eso espero. — sonrío —. Bueno voy a cambiarme, ¿Me ayudas?.

— ¿Y poder tocar tu cuerpo?. — me mira coqueto —. Por supuesto que sí.

Agarra del bolso el mono rojo y una camisa grande color blanco; se agacha, primero pasa el mono por una pierna y luego por la otra; me coloca de pie para poder subirme el mono. Después de que me lo coloca me da una nalgada haciéndome estremecer.

— ¡Listo!. — me guiña un ojo —. ¿Te vas a poner brasier o no?.

— Sin brasier, con ese tipo de camisa no es necesario.

Con una mano agarra mi seno y lo empieza acariciar, me mira con morbo, mete mi otro pezón a su boca, lo muerde y con la punta de su lengua lame alrededor de la aureola. Mis vellos se erizan, me estremezco toda y un jadeo sale de lo más profundo de mi ser.

— Yo te admiro de pies a cabeza, eres toda una diosa. — me da un beso en los labios, me coloca la camisa y agarra el bolso. —. Te vas a venir conmigo después de que den los resultados, yo te voy a cuidar.

— Pero...

— Pero nada Arabella. — dice serio —. Te vas conmigo quieras o no.

CENIZAS +18 [1] ✓ [Borrador]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum