El sufrir de un Ackerman

🔗 Dependencia Ackerman 🔗

Levi llevó a Mikasa a la cocina, donde comieron algo. Se mantuvieron en silencio.

- ¿Tuviste un mal sueño? Tu cuerpo se nota tenso y tu mirada confundida -  el azabache rompió el silencio

- No fue un mal sueño, pero fue confuso - respondió

- ¿Sobre Eren? - preguntó, Mikasa asintió

- A veces me dice cosas que...me confunden, dice que..., ésta vez me preguntó si lo que veo realmente es un sueño y.. -
- ¿Te hace dudar su muerte? -  completó Levi

Mikasa no contestó de inmediato, pues estaba entre un Sí y un No.

- Es que..., la otra vez que salí por mi cuenta fue porque quería comprobar si su cuerpo estaba en la casa -

- ¿Lo estaba? -  preguntó

Mikasa negó con la cabeza

- Y eso junto con lo que me dijo hoy me rompe mucho la cabeza..., sé que está muerto pero de verdad que a veces me hace dudarlo -  suspiró

El azabache la abrazó por el cuello y ella volteó a verlo.

- No te preocupes, seguro no es nada -  la miró fijo

Ella asintió.

- Sí, seguro -

Kenny llegó a la cocina en compañía de Hange.

- Bien, tenemos un asunto pendiente -

- ¿Sobre qué? -

- El desarrollo del grupo, ahora hay dos hombres y dos mujeres, ambas chicas jóvenes, capaces pero solo un hombre joven y otro viejo y oxidado, por lo que la responsabilidad de combate cae más sobre los jóvenes, sin embargo yo sigo siendo el líder -

- Eso queda más que claro, Kenny -  Levi tomó la palabra

- Sí, pero por ende la exigencia aumenta, hasta el momento el más fuerte del grupo es Levi por lo que necesito, chicas, que estén al mismo nivel, Hange tú fuerza es suficiente pero no estás ni a la mitad de Levi, Mikasa, eres fuerte lo suficiente pero aún te falta -  ambas asistieron - Hay tres Ackerman aquí, por lo que tenemos más responsabilidad al ser los que tienen que resolver esto, no hay posibilidad de que el mayor sobreviva lo suficiente pero para eso tendremos a dos más - dijo

- Kenny... -  mencionó el azabache, éste lo miró y sonrió sarcástico

- Ya te cuidé lo suficiente mocoso, llegará el momento en que tengas que seguir sólo, ésta guerra...no es sencilla, al menos ya cumplí mi promesa con tu madre - dijo y bajó la cabeza

Levi igual, frunció el ceño y cerró sus manos en puños. Mikasa fue hacia él para consolarlo al colocar una de sus manos en su hombro.

- Así que, mocosos, den lo mejor de ustedes, por que la batalla va a comenzar -

- ¿Ya te han marcado? -  preguntó Hange

- Sí, no tardan mucho en manifestarse por el cierre de las minas, tiendas y asesinato/desaparición de varios Ackerman - respondió

Mikasa se sintió asustada.

- De acuerdo -  habló Levi para después irse sin más que decir hacia su habitación, Mikasa lo siguió

Al entrar vio claramente como sus lágrimas caían, por lo que se acercó con él de inmediato, abrazándolo. Levi tardó en corresponderla, pues no era sencillo para él mostrar sus sentimientos.

- No te gustó esa idea, cierto? -  preguntó con su voz dulce

El azabache asintió, sintiendo sus ojos completamente inundados y sin la perfecta visualización. Mikasa levantó su rostro para limpiar con sus dedos las lágrimas que caían de su nuevo amado.

- Estaremos bien, eres más fuerte que yo, por eso confío en que me harás más fuerte, verdad que lo harás? -  mejoró su vista al retirar toda esa agua

- Sí, lo haré -

Volvió a recibir un abrazo, el cual correspondió de inmediato ésta vez.

- Sé que es difícil, Levi, nunca imaginamos vivir y enfrentar una guerra, simplemente queríamos ser niños felices comprometidos en cumplir sueños de fantasía pero nos lo arrebataron, todo -  se notó desánimo en su voz, ella tomó la mano del chico y la fue entrelazando lentamente - Eso nos causó dolor, pero ese dolor será el que nos ayudará a vencer, tú lo dijiste, sentiremos miedo y necesitaremos ayuda pero eso no nos impide el triunfo -  se separó de él, levantando su rostro con su dedo índice y medio, ofreciéndole una sonrisa sincera, llena de esperanza y cariño.

- Yo creo, que eres más fuerte que yo, Mikasa -  sonrió un poco

La chica acarició su rostro, sus ojos cerrados, sus mejillas y por último sus labios.

- Entonces la fuerza de cada uno será el soporte del grupo y de nosotros dos juntos, te parece? -  preguntó sin borrar su sonrisa

- Sí, me parece -  respondió para luego recibir un beso en su boca, lleno de calma y amor.

Por fin logró obtener lo que quería desde un principio, una mujer que lo amara y quien él pudiera amar. Trataría de cuidarla de todo mal y daría la vida por su bien pero no, no moriría por ella, él quería morir junto a ella, ese era su propósito.