El sufrir de un Ackerman

🔗 Origen 🔗

- Hace años, antes de que se iniciara esta guerra existían dos amigos, uno de linaje Jaeger y otro de linaje Ackerman, se tenían confianza y siempre estaban juntos, hasta crecer -  relataba, manteniendo la mirada en el cielo y el movimiento de las nubes

Mikasa iba imaginando cada escenario y palabra que Levi decía o describía.

- Su amistad no tuvo problemas, siempre fue de confianza, incluso esa amistad hizo que los demás Jaeger de poder eligieran a los Ackerman como consejeros, sus mano derecha o incluso el siguiente al mando -

Mikasa se sorprendió.

- ¿Un Ackerman logró gobernar alguna vez? -  preguntó

Levi bajó la mirada y negó.

- Un día, ese Jaeger tuvo una bella hija, fue un día glorioso para todo el pueblo, el Jaeger más joven había tenido descendencia; ambos amigos estaban felices pero...lamentablemente, mientras la niña crecía, su corazón reaccionaba ante las acciones y presencia del Ackerman -  dijo

Ambos borraron su expresión calmada, sintieron medio, angustia y dolor.

- Un día, la joven muchacha logró seducir al Ackerman, llevándolo a su habitación, hablaron un rato hasta que logró besarlo, gracias a ello todo se desarrolló de manera rápida con un resultado...romántico para ellos pero lamentable para sus vidas -  suspiró

- El Jaeger los descubrió, lleno de cólera tomó al Ackerman y lo llevó al sótano, manteniendo a su hija en su habitación, quien se lamentaba y suplicaba que no le hiciera nada, pero no la escuchó; ató al Ackerman, colocó una coronilla de bronce en su cabeza, conectandola con cables de tres baterías de auto para después pasar corriente, lanzando por la borda su amistad, lo tortutaton hasta que su memoria se borró -  Mikasa apretó su mano entrelazada, sentía dolor al imaginarlo.

Sus ojos se cristalización, quería llorar al imaginar a cada uno de ellos, de los Ackerman, pasar por algo como eso.

- Dejó al Ackerman como sirviente, mientras que a su hija la casó y la dejó tener su hijo, sin embargo, fue dado en adopción; la joven Jaeger sufrió mucho pero su dolor aumentó cuando su padre declaró traición por parte de los Ackerman al tratar de matarlo por querer heredar el poder y como no había tales pruebas o dudas, la gente se reveló contra él y otros más se revelaron contra los Ackerman, fue ahí donde comenzó la guerra -  suspiró, manteniendo a Mikasa entre sus brazos, ella lloraba, le dolía que su sangre sufriera tanto por un amor, un amor que ahora ella estaba viviendo.

- El Ackerman logró huir y dejó de herencia su tortura, por eso, si algo es muy significativo para ti pero por una u otra cosa se presenta otra situación similar o mayor, siempre terminarás olvidándolo; lo nuestro era significativo e importante pero encontraste esa validez en Eren, lo que hizo olvidarte de mi -  bajó la cabeza

- Perdón Levi, nunca quise lastimarte y..gracias, gracias por contarme esa verdad que jamás olvidaré -  decía sollozando

Levi acarició su cabeza, ella levantó la cabeza repentinamente, quedando ambos muy cerca y teniendo la mirada fija de Eren desde una ventana.

El azabache miró los labios de la chica, tan deseables para su gusto, queriendo volver a probarlos como hace años. Se le fue acercando poco a poco, Mikasa lo miraba y Eren se dirigió a la puerta para detenerlos.

Mikasa desvió su rostro y tomó a Levi por un costado de su mentón.

- Te quiero Levi -  susurró al separarse

- Te amo, Mikasa -  dijo, una lágrima recorrió su rostro

- Ay, Levi... -  acercó su mano a su rostro pero Levi la alejó, sorprendiendo a la azabache.

- Lo siento, es solo que... -

- No te preocupes, está bien -  con su pulgar, retiró aquella lágrima, él le sonrió un poco y agachó la cabeza

- Deberíamos entrar - dijo

Mikasa asintió.

- Cuídate, Mikasa, entre los dos cuidense, lo que tienen...no es fácil -  dijo

Mikasa se levantó y asintió, agradeciendo de nuevo para luego entrar a la casa por la parte de la cocina. Se dirigía hacia la parte del lavado pero al entrar a la sala fue tomada del brazo y de inmediato, abrumada por varios besos.

Notó el ánimo del castaño, estaba celoso, Mikasa sonrió y lo correspondió para hacerlo olvidar de tal sentimiento.

- ¿Qué comeremos hoy? -  preguntó entre sus labios

- No lo sé, ¿qué quieres comer? -  decía de la misma manera

- Algo rico, evidentemente pero no lo sé, tú dime -  besó su boca de nuevo

- Mmm, tal vez una sopa, veré que hay -  dijo sonriendo

- Bien, vamos a cocinar entonces -  sonrió

Separándose de él y yendo a la cocina, donde Levi apenas y entraba.

- ¿Te quedas a comer, Levi? -  preguntó sonriente, sacando tres platos

- Claro -  sonrió

Ayudó con la mesa y la preparación, llevándose mejor con Eren al platicar.