Como Mikasa lo había pedido, Levi llegó el día siguiente a la misma hora de la madrugada, la chica ya lo esperaba, miraba desde la ventana como caminaba hacia la casa. Al estar a tres pasos, abrió la puerta.
Entró sin decir nada, solo que al chocar con la mirada de Eren, su animo cambió.
- Mikasa... -
- Te dije que algún día lo conocerías - respondió
Hubo un pequeño silencio incómodo, ambos se miraban fijamente.
- Hola, soy Eren Jae..- - Sé bien quien eres - respondió con molestia
- Oh, bueno, un gusto -
- Supongo que ya sabes mi nombre -
- Claro - sonrió
Levi no dejaba de mirarlo con desprecio y odio. Eren lo notaba pero no le importaba tanto.
- Bueno... también sé que me tienes en la mira, ¿solo eres tú? - se acercó un poco, con precaución
- Sí, solo yo voy tras de ti -
El castaño asintió.
- Sabes? Hubiera preferido que me dijeras eso a mi en vez que a Mikasa, solo la hiciste preocuparse y llorar - dijo un poco molesto al recordar su rostro triste
- También debe saberlo -
- No, yo creo que no, no creo que haga falta preocuparla por razones personales -
- ¿Crees que esto es personal? -
- Seguramente, porque según sé y supongo sabes que yo odio mi apellido, solo que tal vez te niegas a creer - encogió los hombros - Bien, te lo diré yo mismo, Odio mi apellido, lo repudio con toda mi alma, repudio e ir-reconozco a mi padre y hermano; pienso cambiar el gobierno al llegar al poder pero por el momento, voy a cuidar de los Ackerman, ya que podrán ser todo, menos sirvientes, esclavos u objetos, créeme si quieres si no, es tu problema, no estoy diciendo nada que no sea la verdad -
Sus miradas demostraban desafío y molestia
- Un Jaeger... siempre será un Jaeger -
- Ya veo, el odio te ha enfrascado en esa idea - Eren suspiró pero le extendió la mano - No quiero conflictos, y quiero mostrarte en verdad que yo soy diferente - sonrió
Dudó, no estaba seguro y mucho menos quería arriesgarse así que decidió no aceptar, apartando su mano de un golpe de rechazo.
- Sea como sea, no puedo confiar en ti - lo miró con firmeza
Eren suspiró y volvió a sonreír
- Lo entiendo, estoy seguro que si nos vamos conociendo..eso cambiará - concluyó para acercarse a Mikasa, lo cual llamó demasiado la atención del azabache, al verlo tomar su mano, lanzó su cuchillo, ensartando la manga del suéter del castaño al borde de la mesa, ambos se asustaron.
- No!! Levi! - replicó ella quien se acercó a Eren para desensartar su ropa
- Pues de igual manera, te voy avisando que desde ahora protegeré a Mikasa de lo que sea y de quien no confíe -
- Bien, ambos debemos acostumbrarnos a nosotros dos -
- Eren! Tu mano sangra! - se alertó la pequeña azabache
- Ah, sí, no te preocupes, solo es...un ligero corte - sobó su cabeza
Al no tener otra arma, solo se limitó a cerrar sus manos en un puño.
- Levi, no te comportes así, Eren... de verdad quiere ayudarnos - sus ojos se cristalizaron, como "prueba" de que podían confiar en él decidió abrazarlo, Levi frunció el ceño, y mucho más al ver que Eren la correspondía - Trata de averiguarlo si no nos crees pero en verdad, dale una oportunidad, seguro que juntos lograremos salir de este infierno - sonrió
- Veré si puedo, pero no estoy completamente dispuesto a convivir con alguien como él - suspiró y se dirigió a la pequeña sala que ahí había, dudaba si estaba haciendo lo correcto. En dos días tendría que irse por quien sabe cuanto tiempo y tenía miedo, es decir, si entre los dos llegaba a crecer la confianza y algo más, el error de la historia que los persigue se repetirá, lo que igual desatará una nueva pelea. Es demasiado peligroso pero...debía tomar esas riendas del riesgo y hacer casi dos cosas a la vez. Suspiró.
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El sufrir de un Ackerman
FanfictionUn mundo moderno, principalmente a finales del siglo XIX donde a pesar de todo, la horrible tradición continua por los Jaeger. Mikasa, una de los pocos Ackerman que quedaban en todo el mundo, conoce a alguien más, quien aporta el nombre de Levi y de...