El sufrir de un Ackerman

🔗 Cooperación 🔗

Levi entró al cuarto, Mikasa ya estaba más tranquila. Lo miró discretamente para luego volver a bajar la mirada.

El azabache se acercó a ella y se sentó a su lado, quedando por unos cuantos minutos en silencio.

- Perdón -  dijo, Mikasa volteó a verlo - No quise...decirte eso, no pensé bien las palabras, lo..lo siento -  se disculpó

Ella no respondió de inmediato.

- Quiero cooperar con el entrenamiento, aceptaré las consecuencias y desenlace de todo esto, seas piadoso conmigo o no -  dijo

- Yo no quise... -
- No importa, quiero aprender lo que tú sabes, hazme más fuerte, Levi, por favor -  dijo rodeando la mitad de su rostro con aquella bufanda roja.

El se acercó y la abrazó, como otro acto de disculpas. La azabache lloró un poco más pero se mantenía en calma.

- Lo haré -  susurró y besó su cabeza

Se mantuvieron así por un largo momento, después se levantó, salió un momento del cuarto y entró con un puñal en la mano. Se acercó de nuevo, quedando de frente a ella.

- Mikasa, lo que ahora yo te entrego no es solo un chuchillo o un arma, es un objeto vital para tu propia protección y protección hacia lo que quieres, demostrará tu valor y valentía, tu capacidad como Ackerman, tu voluntad como persona hacia la venganza y tu fuerza como la mujer que eres, tomalo muy en serio porque de esto consta tu supervivencia -  se lo ofreció, tomándolo él por la parte metálica.

Mikasa suspiró y estiró su mano lentamente, temblorosa, tomando el mango del cuchillo con cuidado y delicadeza para terminar de tomarlo por completo con fuerza.

Levi la ayudó a levantarse, la azabache miraba su reflejo en el filo del arma, se veía a sí misma destruída por dentro, perdida y dolida.

- Empezaremos con trucos básicos, luego con actividad física y terminaremos con combate cuerpo a cuerpo -  le dijo, Mikasa asintió

Comenzaron con el desarrollo de la guerrera que sería Mikasa, de la mujer fuerte que ahora sería. Porque ella lo deseaba, ella deseaba saber pelear y así defender su amor como es debido, en el dado caso de poder encontrar a alguien más, ella lo veía imposible...pero nada en la vida es seguro y para siempre.

Su mentalidad maduró en pocas horas de práctica, su concentración aumentó y su propósito se fijó en su corazón: Honrar y vengar la muerte de su más amado.

Su sistema nervioso mando un choque eléctrico por todas partes, lo que demostraba la seguridad y seriedad que tenía Mikasa ahora. Cada acto valdría completamente la pena, había encontrado su ancla en poco momento y no podría tener otro nombre que no fuera el más hermoso, "Eren"  simplemente perfecto.

Manipuló a la perfección el puñal, Levi se sorprendió por esto pero le alegró su gran progreso. Sabía que ya había convertido parte de su dolor en su soporte.

No tardaron en terminar. Levi sonrió y Mikasa lo miró.

- Lo hiciste muy bien para ser la primera vez, Mikasa -  sobó su cabeza  - Bastarán dos días más y seguiremos con la actividad física -  dijo

- De acuerdo -  llevó consigo el cuchillo y se sentó en la cama, perdiendo su mirada en la ventana, observando como la lluvia comenzaba a caer al igual que sus lágrimas.

Saldría adelante. Se lo juraría a sí misma.

- Te traeré algo para cenar -  dijo y salió de la habitación

Mikasa vio como se cerraba la puerta y de inmediato sintió frío en todo el cuarto. Se recostó en la cama y tapó su cuerpo con las cobijas, colocó el cuchillo al lado de su almohada y cerró sus ojos llorosos. Todo era negro, un negro que dolía en el pecho.

- Te vengaré...Eren, te vengaré mi amor -  susurró para sí, durmiendo con ayuda del sonido de la lluvia.