El sufrir de un Ackerman

🔗 El poder de un Jaeger 🔗

Hace años, se desató una guerra que parecía no tener fin.

Una masacre entre Ackerman, Jaeger y Reiss, los cuales apoyaban sin ninguna duda a los Jaeger.

Los Ackerman querían su libertad de vuelta, junto con sus tierras pero los Jaeger y los Reiss querían seguir controlando a esa gente, saciaban poder, aprovechando  la sangre Ackerman que consistía en obedecer, obedecer a toda costa a sus amos; muy pocas veces lograban reaccionar pero cuando lo hacían...tenían que morir para no desatar problemas en desventaja para ambos linajes poderosos.

Los Jaeger, estos controladores y manipuladores de Ackerman, fieros cazadores sin corazón, encargados de matarlos cuando se negaban a obedecer, eran azotados, abusados y explotados cruelmente, eran unas temibles personas, por lo que merecían el título de animales.

Los Reiss, en su sangre corría el poder y realeza, estos apoyaban los ideales de los Jaeger, creían que tener a los Ackerman sirviéndoles era una gran idea y ventaja, eran tratados como esclavos en ambas familias, sin piedad, sin respeto, sin compasión, sin humanidad.

Gracias a que la mentalidad de un Ackerman despertó en silencio, fue que hizo desatar una guerra de 5 años, sin descanso alguno.

Jaeger y Reiss unieron fuerzas, mataron a una gran cantidad de Ackerman y cuando estaban a punto de exterminarlos a todos, la ciega confianza de los Reiss les dio la oportunidad a los Jaeger para tener aún más poder, tanto político como real.

La familia Reiss desapareció y los pocos Ackerman que sobrevivieron, re-alzaron sus vidas escondiéndose.  Los Jaeger habían ganado.

Todo Ackerman que se encontrara en la actualidad debería ser asesinado sin ninguna duda para evitar más problemas, esa era la única regla de su envenenado gobierno, era la que más destacaba por la obligatoria razón de obedecerla y usarla para hacer justicia ante todo civil.

Robaron el lema de los Reiss y agregaron sus crudas palabras.

« Sin Ackerman, con justicia propia e individual para lograr un perfecto equilibrio de paz »

Era todo una pesadilla pero así sería, de ahí en adelante.

Todos cumplirían las órdenes del nuevo gobierno Jaegerista y para los Ackerman..., esconderse o fingir tener otro apellido que no estuviera maldito, según su idealismo deprimente, los salvaría de la muerte.

Sin embargo...no siempre iba a ser así.

Los Jaeger eran la peor perdición para todo el mundo y por eso mismo, su sentencia llegaría de una forma en la que se lamentaran hasta en sus días de muerte.